Texto publicado por Primavera
Las costumbres y tradiciones más curiosas de Rusia
Las costumbres y tradiciones más curiosas de Rusia
© Sputnik/ Constantin Chalabanov
¿Cómo se corteja una mujer rusa? ¿Por qué las pantuflas son un objeto “sagrado” en el hogar ruso? ¿Y cuál es el mejor brindis para acompañar el vodka? El siguiente artículo explica todo lo que tienes que saber para entender mejor a la misteriosa alma rusa y sobrevivir en el país.
Una rusa es capaz de parar un caballo a galope, pero no sale sin maquillaje
Para conocer a una mujer rusa, lo esencial es dirigirse a ella como corresponde. Llámala "dévushka" —"joven" o "virgen" en ruso antiguo- aunque venga acompañada de sus hijos.
Es que en la época soviética los ciudadanos se llamaban el uno al otro "camarada", independientemente del sexo de la persona. Como los tiempos modernos no generaron otro apelativo adecuado, a un hombre se le suele llamar "hombre", y a una mujer "joven".
Este apelativo universal te servirá tanto para atraer la atención de una jovencita, como para halagar a una dama madura.
Una vez que la conozcas, prepárate para cortejarla. En Rusia está muy arraigada la caballerosidad, abrir las puertas a las mujeres, regalar flores e invitarla a una cena es una cuestión común en el país de Pushkin.
Una mujer rusa gasta una buena cantidad de su dinero en ropa, cosméticos y peinados hechos en la peluquería.
Saliendo con una rusa, vas a lucirte como James Bond entre tus semejantes.
¡Ojo! Una mujer rusa no sale sin sus tacones y maquillaje, ni siquiera al supermercado. Si llegas a conquistar a una mujer rusa, probablemente querrá casarse contigo. En vísperas de la boda tienes que pasar a través de la llamada ceremonia de "rescate", o "vykup" en ruso.
El novio, junto con sus amigos, tiene que superar diferentes obstáculos, como participar en concursos y solucionar rompecabezas, a fin de "rescatar" a su elegida de la casa de sus padres. La costumbre remonta a tiempos antiguos, cuando el varón debía escoger a su futura esposa en otro pueblo, con un ambiente hostil, para eludir el incesto.
¡Ten paciencia y no te arrepentirás jamás! Una típica mujer rusa es multifuncional, trabaja en una oficina, cuida a su familia y mantiene en orden el hogar. Cocina "borsch" (sopa rusa de remolacha), tartas y crepes, usando las recetas de su familia, y si acaso no tiene tiempo, en vez de ella lo hace su madre.
Sobre la mujer rusa se dice "para a un caballo a galope y entra en una casa ardiente". Así es, y todo con una manicure perfecta.
Ritos cotidianos y supersticiones
A diferencia de una típica casa europea, la rusa puede ser sencilla por fuera, pero es un "templo" por dentro, debido al lujo del inmueble que pueda permitirse la familia y por la hospitalidad. Los anfitriones rusos no te dejarán salir sin hacerte pasar muchas horas a la mesa, la misma cubierta de platos caseros de todo tipo, con muchas tazas de té para acompañar.
En la cultura rusa un amigo puede venir a altas horas sin avisar y contar con una cálida acogida, siempre que lleve consigo un aporte simbólico al festejo, como bombones o alcohol.
Hay otras reglas que tienes que observar si eres invitado por una familia rusa o vives con ellos:
Siempre ten puestas pantuflas, o los "tápochki" en ruso, ya que la dueña de la casa es una obsesionada por la limpieza.
Mira al espejo antes de salir para evitar la mala suerte.
Y si te vas de viaje, una vez hecho el equipaje, toma una pausa y siéntate unos segundos con los miembros de la familia. La costumbre puede servir para arreglar pensamientos si eres de los que siempre se olvida de desenchufar la plancha.
"Casa de campo", "sauna" y "carne a la parilla"
Es una traducción aproximada de los conceptos más importantes del entretenimiento en Rusia: "dacha", "bania" y "shashlyk".
La "dacha", o la casa de campo, no es solo un pasatiempo de verano, sino también un medio de sostenerse con los recursos naturales de la tierra para los jubilados. Por lo tanto, la gente dedica los fines de semana y las vacaciones para cuidar las hectáreas de su huerto.
Un buen baño en la sauna ("bania") rusa es todo un ritual hedonístico, que se lleva a cabo en unos gorros especiales, con las ramas de abedul para azotarse. Y en la época de invierno, se salta a la nieve para sentir el contraste de temperaturas. Los rusos lo pasan de maravilla discutiendo sobre asuntos históricos y política internacional.
La limpieza del cuerpo es esencial para los rusos. Mientras la nobleza europea de la época medieval se quitaba el desagradable olor con perfumes, los rusos frecuentaban la "bania". Desde entonces es un concepto casi sagrado para el pueblo.
Después del duro trabajo en la huerta y una buena "bania", los rusos descansan al aire libre, asando el típico plato proveniente del Cáucaso "shashlyk", que consiste de una carne marinada cortada en trozos ensartados en una varilla.
El espectáculo del "brindis"
Algunos imaginan el festejo ruso como una orgía alcohólica, lo que es un grave error. La sobremesa es un arte en Rusia. Solo un perezoso se limita a brindar "por la salud". En cambio, puedes escuchar leyendas, anécdotas, parábolas y poemas. Tampoco es costumbre echarse vino cuando te apetezca, sino que se espera el próximo brindis.
Al principio se elige un "tamadá" que se encarga de organizar el festejo. Puede ser el dueño de la casa, o simplemente una persona extrovertida que conozca bien a los presentes. El "tamadá" pronuncia el primer brindis y luego da la palabra a otros participantes. Así el brindis se va convirtiendo en un espectáculo divertido. Se suele primero brindar por los invitados, y al final por los anfitriones. Se brinda también por la memoria de los padres.
El último brindis se llama en el idioma ruso "na pososhok", literalmente, "sobre el bastón". Cientos de años atrás, la tradición tenía un significado concreto: antes de la partida de un huésped, a este último le devolvían su bastón y lo colocaban por encima de una copa. Si el invitado vertía el vino o arrojaba la copa, los dueños le hacían pasar la noche en su casa.