Texto publicado por Aukera Barriak

Saludos;

La mañana del viernes Manu y yo nos reunimos con un fotógrafo y un periodista del Correo.
Como quedamos con ellos delante la puerta del bar de RENFE y en la fachada había un andamio, les comentamos sobre la protección de los andamios que en este caso en particular estaba muy bien protegido, pues llegaba como hasta los 2 metros el relleno que se pone por fuera de los hierros. Pero ya les dijimos que este era un caso excepcional y que la mayoría no suelen estar protegidos y cuando lo hacen aveces lo hacen hasta el metro y medio mas o menos.

Luego entramos por la puerta de Hurtado de Amezaga de la estación y seguimos la señal podotactil que nos llevo hasta las escaleras de piedra.
Les comentamos que las señales podo táctiles están muy bien, pero que al no informarnos de ellas nadie pues tenemos que ir como descubriéndolas e imaginándonos que quieren decir. Y que por que pusieran una explicación en texto en braille en unas hojas en las estaciones o en la pagina web, eso no les iba suponer ningún coste. O que incluso podrían hacer visitas guiadas de vez en mes o mas para enseñarnos las señales y la distribución a los ciegos de la estación.

Subimos por las escaleras de piedra hasta el 2º piso y vimos las señales que están arriba que se dirigen a las canceladoras y a la taquilla se supone pero claro todo esto nos lo tenemos que imaginar nosotros que ya previamente tenemos una imagen y nos conocemos previamente la estación, pero si vas a una estación grande de otra ciudad como Madrid y Barcelona pues allí te puedes morir con tantas señales que no sabes a donde van y si te van a dirigir al sitio donde quieres llegar.

Por casualidad buscando la sala de información y venta de billetes de larga distancia nos perdimos y encontramos un plano de la 2ª planta en un atril que nos dijeron que estaba en una esquina. Estuvimos viendo el mapa y la verdad es que no nos enteramos de casi nada, salvo que que había 8 líneas y una lista con las cosas que hay en la estación como baños, etc.

Luego les comentamos a la hora de pedir información o para sacar un billete de largo recorrido tienes que antes pedir un billete en una maquina donde te sale el numero en vista y mirar en la pantalla la ventanilla que te toca, pero como no lo dice en voz pues no la podemos usar.

Siguiendo la señal podo táctil que perdíamos de vez en cuando y la volvíamos a encontrar por casualidad llegamos otra vez a la escalera de piedra y bajamos por ella al llegar al primer piso encontró manu un letrero en la barandilla que marcado en braille decía entre pisos, que es como deben de llamar al primer piso.

Llegamos a la planta de abajo y nos dirigíamos a la entrada del metro que esta
en la estación y para eso empezamos a seguir la señal podotactil sabiendo previamente que a lo largo de ella la escalera del metro debía de quedar a la derecha, pero no se muy bien que hicimos, el caso es que encontramos la escalera automática y nos montamos pero en vez de llevarnos al túnel del metro resulta que era otra vez la de RENFE y subimos otra vez al primer piso y claro volvimos a bajar de seguido. Cuando bajamos empezamos otra vez a seguir la señal podo táctil y como la gente nos vio tan perdidos nos preguntaron donde íbamos y les dijimos al metro, el fotógrafo les dijo que nos dejaran solos que estaban haciendo el reportaje pero nosotros viendo lo torpes que éramos, les dijimos haber si nos podían llevar a la escalera del metro, y así por fin pudimos bajar por ella.

Luego fuimos siguiendo el túnel agarrados a la barandilla, pero claro, como por medio están las papeleras pues claro, manu se choco con ellas.

Allí les comentamos que al no haber señales podo táctiles pues cuando llegas al rectángulo, no te enteras de donde están las maquinas para sacar billete que no podemos usar al ser táctiles, y donde esta la ventanilla de información y las can celadoras. Nosotros como nos conocíamos la estación de abando sabemos donde están las can celadoras, y hacia allí nos dirigimos.

A la hora de pasar no se muy bien que sucedió, pero el caso es que manu paso bien y al intentar hacerlo yo no me dejaba la maquina como nunca sabes lo que sucede lo que hacia yo era poner varias veces la tarjeta hasta que vino el del metro y me dijo que según ponía en la pantalla de la maquina yo ya había pasado, pero en realidad no lo había hecho, así que lo que hizo el del metro fue meterme con su tarjeta por otra can celadora, porque dijo que esa se había estropeado.

Bajamos al anden y allí les explicamos que tenemos que hacerlo sin saber muy bien donde bajamos pues en los andenes no hay ningún cartel en bralle que nos diga a que línea corresponden las escaleras de piedra que vamos a bajar.

En el anden de abajo les explicamos que tampoco hay ningún cartel de braille que nos indique en que anden estamos, ni a que salida conducen las escaleras, ni en que parte exactamente esta el ascensor; si por delante o por detrás y claro tampoco es plan de ir recorriendo toda la estación para buscar haber si lo encuentras.

Luego les enseñamos que en las estaciones no se usa la megafonía para indicar el metro que viene y se lo comparamos con la de RENFE donde si lo dicen y se lo habíamos hecho escuchar antes cuando estuvimos en ella.

Cuando estábamos en el anden de abajo del metro vino el del metro y les dijo que no podían tomar fotos sin permiso y que tampoco podían grabar y el fotógrafo se salió del metro el periodista le dijo que apagaba la grabadora y que tomaba notas con la mente pero el del metro dijo que tampoco podía hacerlo y que se tenia que salir. A nosotros nos dijo en concreto que podíamos viajar por el metro, pero no le hicimos mucho caso y fuimos con el periodista hasta Moyua y salimos por Diputación donde nos estaba esperando el fotógrafo.

Allí le enseñamos que la acera y la carretera no se distinguen muy bien que incluso hay momentos que no sabes exactamente si estas en la carretera o en la acera con el peligro que eso supone.

Fuimos andando por la Gran Via hasta la parada de Bilbobus del corte ingles, y allí les enseñamos el mando que se supone que activa la pantalla del bilbobus que te indica los autobuses que pasan y lo que van a tardar en hacerlo.
Pero al darle con el mando no se activo la pantalla sino un par de semáforos de la zona. Luego montamos en un Bilbobus y les hicimos oir lo mala que era la megafonía cuando funciona que no es siempre, y que hay que darle al mando cada poco para que funcione.

Nos bajamos del Bilbobus en el Arriaga y allí les enseñamos que en algunas partes los carriles del tranvía no se notan mucho, con respecto a la carretera, y a poco mas pilla el tranvía al fotógrafo cuando estábamos hablando de ello.

Como tenían mucha curiosidad por saber como funcionaba el tranvía y si era accesible o no, y nosotros no lo conocíamos, nos dirigimos a la estación que tiene el tranvía detrás del Arriaga.

Después de muchas vicisitudes, y deperdernos por allí, encontramos la estación propiamente dicha, y nos ayudaron a encontrar la canceladora de la barik, que ponía un letrero en braille que había que pasar la tarjeta por ahí. Pero claro eso lo vimos cuando encontramos la canceladora que no es fácil de hacer por lo menos para nosotros.

En la marquesina nos encontramos con una pareja de ingleses que querían sacar un billete y nos dijo que el hacerlo era muy complicadopara la gente que ve que incluso se tienen que desplazar físicamente porque la maquina es muy ancha, y para nosotros es imposible hacerlo porque la pantalla es táctil.

Tocando la pantalla encontré un botón y le di y resulto que era para pedir información, daba la señal de como estaba marcando pero allí no contestaba nadie y llego el tranvía y nos subimos y la señal todavía seguía dando línea pero nadie respondió hasta por lo menos 5 minutos que estuvimos ya dentro del tranvía.

Nos bajamos del tranvía en la parada de la calle Navarra, y allí viendo que nos comentaron ellos que en esa parada solo estaba la can celadora y que para sacar billete tienes que entrar en un edificio, que no se si es la BBK.

Ahí se despidió el fotógrafo, y como el periodista quería seguir haciendo unas preguntas nos dirigimos a una terraza del bar de la plaza circular.

después de algunas vicisitudes entre ellas las de chocarnos con alguna mesa una mujer nos llevo a una mesa libre y allí tomando un refrigerio comentamos las inquietudes que tenia y ahí se acabo la jornada con ellos.