Texto publicado por Aukera Barriak

Las zonas oscuras del Transporte de #Bilbao (reportaje del Correo del 31-V-16)

Reportaje a doble página en EL CORREO, martes 31-05-2016, sección Ciudadanos, páginas 6 y 7.
Título artículo: Las zonas oscuras del transporte.
Autor: Erlantz Gude
Fotos: Fermando Gómez.

Dos invidentes repasan en un recorrido por los medios que confluyen en Bilbao los mayores obstáculos para el colectivo.
Manu Agirre y Carmelo Berdasco esperan en la entrada del bar La Parada de Bilbao, frente al servicio de taxis de Abando. Pertenecen a la asociación de personas con diversidad funcional visual Aukera Barriak, constituida a mediados de 2013 para impulsar mejores condiciones de vida para los invidentes. Antes de recorrer los medios de transporte que confluyen la villa, hacen una primera apreciación sobre el andamio que recubre el principal acceso a la estación, cuyos pilares están forrados, y protegen particularmente a las personas con deficiencia visual. Carmelo cuenta que perdió hace un año el pequeño resto visual que le quedaba tras golpearse con una de estas estructuras.

Agradecen las ocho líneas trazadas en el suelo que les permiten orientarse con el bastón hacia el interior de la estación. Suben por las escaleras hasta la entreplanta, donde una etiqueta en braille en la barandilla les detalla el lugar en el que se encuentran. Sin embargo, lamentan que las líneas por las que han caminado no concreten al terminarse si les han conducido a las máquinas expendedoras de billetes, a las canceladoras, al andén de cercanías o al de larga distancia.  “Podrían programar alguna visita guiada”, plantea Carmelo. Creen que no supondría un gasto importante reforzar la información con etiquetas  en braille o audio descripciones.
Manejarse con la máquina para sacar el tique tampoco les resulta sencillo.
Andando por la estación descubren una maqueta de la misma con inscripciones en braille. Muy cerca se compran los billetes para los trenes de larga distancia. Y aquí también hacen un par de observaciones. Ni el tique para coger turno ni el billete para los trenes están adaptados. Eso sí, Renfe, aducen, dispone de un servicio de acompañamiento y recogida en el punto de destino cuando alguien con diversidad funcional visual hace viajes de larga distancia. Por otra parte, denuncian que en determinadas estaciones de cercanías, además de la amplia distancia que hay entre andén y convoy, no hay personal, lo que les perjudica , que aun para beneficiarse de los descuentos de “tarjeta dorada” deben introducir un código que sin ayuda les es imposible.

Desnortados en el metro

Desde la estación de Adif, acceden a la de metro. Baja  las escaleras mecánicas y, al agarrarse al pasamanos para guiarse, un par de papeleras colocadas junto a la barandilla les interrumpen el paso, al punto de que una señora se preocupa por ellos. Al llegar al interior de la parada, tampoco esta vez pueden interactuar con la máquina. Y al buscar el interfono sugieren que sería conveniente que siempre estuviese en el mismo lugar. En una reunión con representantes del suburbano, relatan, les plantearon que tuviesen en cuenta este factor y la ubicación de las papeleras en el diseño de las nuevas líneas.
Manu y Carmelo creen que se debería brindar más información sobre aspectos como el destino de cada convoy, algo que, subrayan, sólo sucede en San Ignacio, “pero ya dentro del vagón”, precisan. La megafonía podría solventar, a su juicio,  esta cuestión. También echan en falta datos sobre el andén al que dirigirse una vez rebasada la canceladora, adónde conduce cada una de las salidas de las estaciones o el emplazamiento del ascensor, y ponen en valor la línea de puntos, fácilmente distinguible, que alerta en el andén de la cercanía de las vías. En el encuentro que mantuvieron con responsables del metros, les detallaron que la infraestructura está ejecutada con elevados criterios de accesibilidad. Pero, al abandonarlo por Diputación, en Moyua, Manu esgrime que sin indicaciones, no sería descabellado que más de una persona ciega quede desorientada.

Optan a continuación por dirigirse hacía una parada de Bilbobus. Y al avanzar por el tramo de plataforma única, de la Gran Vía, entre la plaza Moyua y Alameda Urquijo, aducen que la misma altura a la que están la carretera y al acera pude despistarles. El piso tiene diferente, textura, y el Ayuntamiento aclara que el diseño cumple la normativa, pero , según Manu, no es sencillo distinguir con el bastón por dónde caminan. Además del mobiliario urbano, el sonido de los vehículos se convierte en referencia. Dicen que las personas invidentes desarrollan más otros sentidos. Ellos, en cambio, ofrecen una explicación más prosaica: “Simplemente estás más atento”, anotan.

En la parada de Gran vía próxima a la plaza Circular, esperan al bus. Reclaman más paneles electrónicos, que les ofrecen información hablada cuando activan esta posibilidad con un mando del que disponen, aunque plantean que deberían instalarse dentro de las marquesinas para escuchar el sonido,
Mejor. Al llegar la unidad, desconocen de qué número se trata, “ Podría incorporar un altavoz como en otro lugares”, desliza Manu. Esta información la obtienen en el interior del vehículo, pulsando el mando, a través de una voz sintetizada, aunque es una opción no siempre disponible. Cuando se escucha, en ocasiones “suena muy alto, estridente”, protestan. La grabación se cortó una de las veces sin llegar a decir el destino.

533 semáforos adaptados.

Aukera Barriak aclara que los aspectos denunciados en Bilbobus son extrapolables a Bizkaibus, donde pueden usar el mismo mando, que deja de funcionar en otros territorios, relatan. Si les sirve, en cambio , para activar los semáforos de la villa y saber si está en verde allí donde no funcionan por defecto – áreas muy transitadas y con poca densidad de vecinos para no importunarles, según el criterio municipal-. Sin embargo, aún más de 300 (el 36,5%) no están configurados para emitir este sonido, algo en lo que el área de Circulación insiste en que está trabajando.

Al apearse del “bilbobus” frente al Teatro Arriaga, ponen el acento en la misma altura a la que se encuentran la plaza y los railes del tranvía, a lo que el Ayuntamiento responde que hay una banda que delimita ambas secciones, en base a las exigencias legales. En la parada del tranvía, esgrimen las dificultades para dar con la máquina expendedora. “Tienes que manosear toda la estación”, se queja Manu amargamente. También dicen defenderse peor con la tarjeta Barik que con el extinto Creditrans. En el interfono, entretanto, tardan en responder. Cuando por fin llega el convoy, vuelven a echar en falta que no les revele su destino.

Al detalle: 1.979 es el número de afiliados a la ONCE en Bizkaia, un 56,6% de los 3.498 que hay en Euskadi. Para ingresar deben tener un novel de agudeza visual igual o inferior a 0,1 ó un campo visual reducido a 10 o por debajo. 

“Trabajando por un Bilbao 100% accesible e inclusivo”.

Las administraciones que gestionan los medios de transporte en los que Aukera Barriak detecta carencias para las personas invidentes sostienen que trabajan continuamente en mejorar la accesibilidad y que cuentan en general con el asesoramiento de la ONCE. El comnejal de Transportes de Bilbao, Alfonso Gil, dice que el plan de movilidad sostenible que diseña su área aspira a hacer de Bilbao una ciudad plenamente accesible.

Actos vandálicos en Renfe.

Adif explica que en 2013 se llevaron a cabo obras de acondicionamiento de la estación de Abando en materia de accesibilidad. Se colocaron líneas negras para facilitar el acceso y se instalaron dos maquetas, una de las cuales fue objeto de ataques vandálicos. También sufrió destrozos la cartelería instalada. Renfe, por su parte, emitirá una tarjeta sin contacto personalizada que facilitará el acceso. Trabajan, a su vez, en reducir la distancia entre vagón y andén en ciertas estaciones.

Compra guiada en el metro.

Metro esgrime que no se hace un uso excesivo de la megafonía para evitar la contaminación acústica y que pierda su funcionalidad. Barajan instalar un sistema de compra de billetes guiado por voz. En los ascensores, prosiguen, se indica en braille adónde se dirigen, aunque se valorará añadir información en otros lugares. La ubicación de las papeletas junto al pasamanos se contrastó con la ONCE y los interfonos, aducen, están siempre a ambos lados de las líneas de validación.

Voz humanizada en autobuses.

Según el área de Circulación y Transportes, los 148 vehículos de Bilbobus incorporan el sistema de información oral, que se repara cada vez que falla. Pretenden sustituir la voz sintetizada por otra humana. El Ayuntamiento prevé, además, remodelar las marquesinas e integrar dentro los paneles electrónicos. Desde el departamento foral de Transportes, aseveran que el sistema de información oral está implantado en todos los “bizkaibuses”. También humanizarán la grabación.
Agilizar el interfono del tranvía.
Euskotren no había recibido hasta la fecha quejas sobre las supuestas complicaciones para encontrar la máquina expendedora, al tratarse del mobiliario de las paradas de mayor volumen. El tener sólo dos destinos y detallar una grabación en el convoy la parada a la que se dirige, consideran que no debería ser difícil saber el sentido en el que circula, pero están abiertos a mejoras. También pretenden agilizar los tiempos de respuesta en el interfono.

1.     Carmelo y Manu reclaman a Bilbobus más paneles electrónicos con información hablada. (Foto media hoja superior, Manu y Carmelo desciende de un autobús de línea.)
2.     La presencia de papeleras junto al pasamanos dificulta los recorridos por los pasillos del suburbano. (Foto: Carmelo y Manu se chocan con una papelera que está situada junto al pasamanos)
3.     Manu dice que debe “manosear” las paradas del tranvía para dar con la máquina expendedora. (Foto: Manu, palpando la máquina expendedora”)
4.     Los invidentes lamentan que las líneas trazadas ene l suelo de la estación de Adif no concreten si conducen a las canceladoras, los andenes de cercanías o los de larga distancia. (Foto: Manu y Carmelo se disponen a bajar unas escaleras).

Fin.