Texto publicado por Brenda Stéfani

Miedo

Es difícil hacer algo sin sentir que en tu cabeza revolotean un millón de preguntas y respuestas, un millón de opciones y posibilidades que pueden o no ser correctas a la hora de iniciar algo pero ahí está
el pitido, ese zumbido de alarma que suena cada vez que vas a dar un paso al frente y te preguntás: ¿Y ahora como sigo?
La verdad, es que nadie sabe la respuesta y lo más loco es que te ponés a divagar cuando todo va sobre ruedas, de lujo, excelente pero no podes evitar esa sensación molesta aunque algo imperceptible que te dice: -No te aceleres que esto no va a durar mucho, no te aceleres, no te aceleres, tené cuidado que...
Esa abuela que regula tu conciencia dice Spinetta y muy acertado en verdad pero la abuela es lo que nosotros queremos que sea, esa voz que te interrumpe cuando más feliz estás, ese chaque no te pases que aparece cuando estas por desinivirte y muchos ejemplos más puedo seguir dando pero la idea no es que se aburran leyendo estas cosas que seguro alguien más las dijo antes y yo porque las siento ahora las digo también.
Dios mío que insoportable sueno ahora que acabo de leerme, ¿Será posible que alguien aguante mis explicaciones que son un exceso de palabras?
Tampoco sé eso, lo único que sé es que las experiencias pasadas son las que en el presente influyen y añaden algunas emociones que antes no conocías, antes cuando tu ingenuidad superaba a la desconfianza, cuando la imaginación superaba a las vivencias y apreciabas otros tesoros que ahora ya no valen nada y todavía no tenías miedo.
El miedo, en parte seguro, detiene las posibles caídas y protege de algunas imprudencias, el miedo es un sentimiento aveces rechazado pero otras veces confiable y seguro, suena paradójico ya que el miedo es parte de la inseguridad pero muchas veces también sirve para detenernos cuando estamos a punto de meter la pata hasta el fondo, pero ¿Qué pasa si no le das ni 5 al miedo y seguís aunque te está indicando con lucecitas, con gestos y señas, que estás a un paso del abismo? Nah pero vos ni ahí, pisaste acelerador y fuiste no más para el precipicio y hasta que no tocaste fondo no pensaste ni un segundo en lo que te estaba advirtiendo esa abuela y pensaste entonces que en ese caso era necesario reflexionar cuando tarde piaste.
Pero qué pasa cuando te supera el miedo e influye en acciones cotidianas, en las pequeñas decisiones que hay que tomar todos los días, en el diálogo cortés que tenés con tu jefe y no lo resolvés, en la mala nota que tenés en matemáticas y no te animás a decirle a tu mamá o en que vas demasiado bien con tu novio/a que te parece que en algún momento la rama se va a quebrar, ¿Qué pasa´ahí?
¿Solo te quedás suspendido en el aire o decidís enfrentarlo?
Estás hasta las manos y no te lo librás al infeliz miedo, todo te parece demasiado, todo te parece imposible y te quedás en tu silla sin decir nada, sin darte cuenta ya tu vida se estancó, ya te quedaste en el camino y perdiste tu norte, tu sur o a donde quieras ir.
Pasa en todos los ámbitos, en las relaciones personales, laborales, en los estudios, hasta en la crianza de los niños, en todo.
La pregunta es: ¿Cómo logramos la seguridad o al menos diferenciar el miedo que te protege del miedo que te paraliza?
Podemos dar con un millón de respuestas, los libros de auto ayuda y los psicólogos tendrán una visión del problema y tratarán de resolverlo pero cada persona es diferente y tiene su propio modo de enfrentar a sus fantasmas, a sus recuerdos y sus pasiones.
Hey pero al final me hiciste un texto de 20 mil palabras para no decirme nada?
Está bien, la verdad es que todavía tengo miedo y no sé quºé piensen si digo lo que pienso.
martes: 26 de julio de 2016
Brenda Stéfani
La tekoreí de blindworlds.

Nota: Este texto puede ser modificado o eliminado en caso de que lo lea y me parezca agurrido ya que lo escribí más dormida que despierta
Nota 2: este texto es una opinión
propia y no es objetivo ya que fue tomado de experiencias personales y no pretende enseñar la manera de resolver las situaciones que dependen de uno mismo.
Fin,