Texto publicado por Claudia Alonso Menéndez

Saludos a todos.
Ya tenía ganas de escribir lo que viene a continuación, ya tenía ganas de hablar de una selección que con mucho trabajo y sacrificio, ha llegado muy lejos en unos juegos olímpicos, en su primera clasificación olímpica ha quedado segunda, perdiendo de manera contundente ante los empeadores de este torneo, los chicos de América del norte.
Milos Teodosic, Stefan Markovic, Stefan Jovic, Nemanja Nedovic, Nikola Kalinic, Bogdan Bogdanovic, Stefan Bircevic,Marko Simonovic Miroslav Raduljca, Nikola Jokic, Milan Nacban, Bladimir Stimac con Djorgebic a la cabeza, han consegiudo inextremis clasificarse para estos juegos.
Haciendo una primera fase dudosa, dieron el primer paso dejando fuera a los de Petrovic en cuartos de final, y con una asfixiante defensa, dejaron fuera a los australianos.
Una selección que sin una de sus estrella, Bjelica que se quedó fuera por lesión, y con un jovencísimo Jokic que ha sido una de las sensaciones del torneo por su manera de jugar, con un trabajo físico, un equipo muy alto y muy agresivos hacia el balón, es lo que les ha llevado a estar donde están.
Con otra plata que seguramente les sepa a oro, aunque con la rabia de no haber podido vatir a los americanos por segunda vez en un campeonato.
Es un grupo que tiene para muchos años, con Teodosic liderando la nave serbia con una entrega, una inteligencia, y una capacidad que no se le había visto nunca para defender, asistir, y anotar tan sólo cuando tiene que jugartse los tiros que le entran dentro de su sistema.
Un base que ha madurado con los años, y que tras ganar la euroliga, le ha servido para tener mucho más temple a la hora de jugar.
En su primera participación olímpica, y ya son plata.
Una selección que se ha quedado a las puertas otra vez de ganar un gran torneo pero que de los palos se aprende y son uno de los favoritos para llevarse el siguiente eurobasket.
En el combinado femenino, también conseguían su primera medalla, un meritorio bronce tras ganar por diez a Australia.
Serbia sin duda, de la mano de Djorgebic, ha conseguido un estilo de juego que tiene que ir perfeccionando pero con el que todos se sienten identificados, en el que todos aportan y en el que el banquillo serbio aporta más de cuarenta puntos por partido.
Un equipo en el que nadie es indispensable, y que salvo hoy, siempre ha habido alguno que destaque, pero tampoco demasiado por encima del resto.
En esta convocatoria con un solo NBA, Jokic, han jugado un baloncesto muy físico y duro, demostrando que es un baloncesto que está en pleno crecimiento y en el que en cada torneo, vemos a jóvenes jugadores que están ahí por derecho propio.
España sufrió para ganar el bronce ante Australia, en el que puede ser el último partido de esta gran generación que tanto nos ha dado.
Y como decía yo por twitter, debemos dar confianza y tener paciencia para cuando se produzca el relevo generacional, pues será difícil que repitan lo de esta.
Un campeonato especial para Rubio, que perdía a su madre por enfermedad állá por Mayo.
Felicitarles y agradecer todo lo que desde aquel mundial de junior nos han dado.