Texto publicado por Toni Arenas

Jamás olvidaré la afirmación que hizo ese gran hombre de fe llamado George Mueller a un caballero que le preguntó. ¿cuál era la mejor forma de adquirir una fuerte medida de fe?. "La única manera de adquirir una fuerte medida de fe es afrontar grandes pruebas. Yo he aprendido la fe manteniéndome firme a través de grandes pruebas."
¡Cuan cierto es esto! Tienes que confiar en Dios cuando todo lo demás falla.

Querida alma, es posible que apenas comprendas el valor de la situación que atraviesas actualmente. Si estás soportando grandes a-flicciones ahora mismo, estás donde se origina la fe más fuerte. Si te sometes, Dios te enseñará, durante estas horas oscuras, a mantener el vínculo más poderoso con el trono de la gracia.

"No temas; sólo cree" (Marcos. 5:36). Pero si alguna vez sientes temor, sencillamente mira hacia el cielo y di: "El día en que tengo temor, yo en ti confío" (Sal. 56:3). Entonces podrás agradecerle a Dios por su escuela de la angustia, que para ti se convirtió en escuela de la fe. A. B. Simpson

Una gran fe primeramente tiene que soportar grandes pruebas.

Los grandes dones de Dios nos vienen a través de grandes dolores. ¿Podemos encontrar algo de valor en el reino espiritual o el natural que haya ocurrido sin tremendos esfuerzos y muchas lágrimas? ¿Ha habido alguna reforma grande, algún gran descubrimiento que ha beneficiado a la humanidad, o algún avivamiento que haya despertado almas, sin la diligencia y el derramamiento de sangre de aquellos cuyos sufrimientos fueron realmente los dolores de su parto? Para que el templo de Dios fuese edificado, David tuvo que sufrir intensas aflicciones. Y para que el evangelio de la gracia fuese extraído de la tradición judía, la vida de Pablo tuvo que ser una sola y larga agonía.

Ten ánimo, cansado caminante,

cargado por el peso de tu cruz recuerda que tu más grande gananciade tu pérdida más grande ha de venir

Más noble el sacrificio hará tu vida, y más santa también ésta será, recuerda que para una gota de perfume muchas flores se deben macerar.

Donde a las olas agitan las tormentas, es allí donde el agua pura es, más que donde los vientos son benignos sin que nada las haga estremecer.

Las nubes, cual banderas en el cielo,

no se mueven cuando el viento quieto está,

y no surge el arco iris en el cielo

sino después de que pasó la tempestad.

Atención.
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...¡Recibe un abrazo desde el fondo del alma!...
Toni de Valencia