Texto publicado por francisco osuna arcos

el Braille

el Braille
El braille

Implantación del Braille

Luis Braille, que nos dejó en 1852, no tuvo la satisfacción de ver en vida el éxito inequívoco de su sencillo y genial invento. Los profesores con vista
del Instituto de jóvenes ciegos de París, en el que él estudió y enseñó, pensaban que su sistema se apartaba demasiado de los caracteres visuales, y, por
tanto, se podría convertir en un factor de segregación y no en un elemento de integración social.

En los Estados Unidos, el código de lectoescritura ideado por Braille no alcanzó su implantación total hasta 1909, pues hubo de competir con otros varios
sistemas de surgimiento autóctono, incluido uno basado en la forma de las letras del alfabeto visual inventados siempre por profesores videntes. En ese
país, se habló de la guerra de los puntos. En el Reino Unido, surgió, ya en el XIX, el Moon, basado en una simplificación de las formas de las letras visuales,
y, si bien pronto allí optaron por el invento de Braille, el Moon de manera muy limitada todavía se emplea hoy. Se considera que es más sencillo su aprendizaje
para las personas que pierden la vista de mayores. Objetivamente, pienso que su perduración es un síntoma evidente del tradicionalismo británico.

Es cierto que, si no se conocen las características intrínsecas del Braille y no se ha experimentado su uso en la práctica, este sistema, según dije en
alguna ocasión, ha corrido un serio riesgo de convertirse en una víctima inocente. No pocas veces, se ha anunciado a bombo y platillo su substitución por
innovaciones tecnológicas. En cualquier caso, es indudable que hoy día, hay muchos fenómenos que muestran que tiene buena prensa:

- el nombre Braille se eligió hace no mucho para designar a un nuevo asteroide;

- un fabricante de joyas en Estados Unidos utiliza el Braille para que determinados adornos adopten formas basadas en las letras del código táctil;

- una casa inglesa, Chriskay International, dedicada a la sobreimpresión de tejidos - camisetas, por ejemplo - encontró para el Braille la aplicación de
un invento norteamericano, el lextra, y lo transformó en el Lextra Braille®, para la señalización de prendas. En 2002, Benetton, en casi todas partes (aunque,
desgraciadamente, no en España) hizo una serie de camisetas con la impresión en Braille de combinaciones de colores visualmente muy atractivos, de su logotipo
United Colors of Benetton, o bien del color de la camiseta correspondiente en inglés (blue, white, black, orange…)

- Una diseñadora española, Gloria Rodríguez Figueroa, presentó en una pasarela de moda en Barcelona hace unos meses la impresión de Braille en los tejidos
y en lasm etiquetas en la ropa con el mismo objetivo que los promotores del Lextra Braille, o sea, aportar autonomía a las personas ciegas en la elección
de sus prendas.

- empresas farmacéuticas, de cosmética, artículos de alimentación, distribuidoras de vinos, ofrecen sus productos con inscripciones en braille en la parte
exterior. Actualmente, hay una directiva de la Unión Europea que hace obligatorio el que los nuevos ascensoresl lleven insscripciones identificadoras
en Braille, y desde octubre de 2005, el etiquetado en Braille de los medicamentos es igualmente obligatorio en toda la UE.

- En 2000, la Unión Mundial de Ciegos, con la cooperación efectiva y generosa del Instituto Canadiense para Ciegos, CNIB, llevó a cabo un concurso bajo
el título "el Braille para mí" en el que se premiaron las diez mejores aportaciones. Se han publicado oficialmente las redacciones ganadoras en inglés,
francés y español. Sé que también se ha editado una versión en italiano con adiciones que reflejan el modo de implantación de esa iniciativa en Italia.

- En 2004, la ONCE en colaboración con el instituto Tecnológico del juguete, AIJU, logró que Famosa, una conocida casa fabricante de juguetes, produjese
el Braillín, muñeco basado en un modelo ideado por una profesora argentina, que lleva en su pecho un signo generador con el que los niños pueden aprender
jugando a formar los signos del sistema Braille.

- El 4 de enero de 2006, cumpleaños de Luis Braille y Jornada Mundial del Braille, Google, el popular buscador de Internet, desplegó su logotipo con las
letras del nombre de su firma con signos Braille dotados de puntos de diferentes colores.

En Francia, en Alemania, en España, en la India, en México, en Colombia, en Costa Rica, etc., se están llevando a cabo aplicando distintas modalidades
y con diferente éxito fórmulas con auxilio del Braille para que las personas ciegas puedan emitir de manera autónoma el voto en las consultas electorales
públicas.

En 2005, en la celebración en la sede de la UNESCO en parís de las lenguas del mundo, se exhibieron el lenguaje de señas de las personas sordas y el Braille.

- en Israel, un montaje dramático sobre la vida y la obra de Luis Braille recorrió escuelas para transmitir esta realidad alentadora a todos los niños.

Es indudable que esas actitudes favorables representan un avance positivo, pero lo importante en este aspecto es conseguir que esos gestos no se queden
sólo en loables símbolos, sino que se transformen en un medio para transmitir información útil;

Informaciones básicas sobre el Braille

Para quienes no conozcan este código de lectoescritura, es oportuno que yo aporte aquí una serie de hechos básicos sobre el mismo. En primer lugar, quisiera
disipar la afirmación, un tanto generalizada, de referirse al Braille como el lenguaje de los ciegos. El Braille, en realidad, es lisa y llanamente un
alfabeto, una forma de representar en la escritura los grafemas de las distintas lenguas. Su arquitectura es sumamente sencilla y lógica. Se basa en la
presencia o ausencia de puntos en un signo, que se conoce como signo generador, compuesto por dos columnas paralelas, de tres puntos verticales cada una.
Las distintas combinaciones de puntos a partir de esa matriz de seis permiten la consecución de 63 signos diferentes.

Braille encontró su inspiración en la denominada "escritura nocturna", propuesta por el capitán de artillería, Charles Barbier, que ideó un código táctil
para que los militares pudiesen mandarse entre ellos mensajes en la obscuridad de la noche. Barbier pensó lógicamente que este sistema podría también servir
para las personas ciegas. No entiendo bien, por cierto, que Charles Barbier haya tenido tan poco reconocimiento histórico, aun cuando, al parecer, él no
tuviera una idea muy progresista acerca de las posibilidades de las personas ciegas. Ese prejuicio, por desgracia, todavía lo comparten muchos en distintos
grados en todo el mundo. Hace unos años, tuve oportunidad de tener en mis manos la regleta de Barbier cuando visité el museo de la Association Valentin
Haüy, de París, y quedé estupefacto al contemplar la similitud con el sistema ideado por Luis Braille. Espero con curiosidad la salida a la luz de un libro
donde se analizan los intercambios de correspondencia que Charles Barbier mantuvo con el que en aquel momento era director del Instituto de jóvenes ciegos
de París.

Luis Braille tenía poco más de 10 años cuando conoció el código de Barbier, y, tras devaneos y experimentos, llegó a la genial conclusión de que las dos
columnas de seis puntos cada una, el modelo propuesto por Barbier, debían reducirse a dos de tres, pues ese tamaño se adaptaba perfectamente a la percepción
de la yema del dedo. Corroboró igualmente que la percepción táctil era significativamente más sensible al punto que a los trazos lineales. Valentin Haüy,
unos años antes, había ideado un código basado en la representación en trazos lineales en relieve de las formas de las letras del alfabeto visual. Ese
sistema es el que conoció Braille al ingresar en la escuela que Haüy había fundado en 1784. Por otra parte, Braille diseñó un alfabeto que se proponía
dar una representación convencional a todos los signos del sistema visual ordinario, superando la limitación del código de Barbier, que pretendía crear
una escritura meramente fonética.

Braille concibió un código muy lógico: las diez primeras letras consistían en combinaciones empleando únicamente los cuatro puntos de las dos filas superiores
del signo generador; las diez siguientes letras eran las mismas con la adición del punto inferior de la columna de la izquierda; las diez siguientes, las
mismas pero con la adición de los dos puntos de la fila inferior; y después, la adición únicamente del punto inferior de la columna de la derecha, etc.
Los signos de puntuación se representaban con combinaciones de puntos en los que se utilizaban únicamente las dos filas inferiores del generador.

La enseñanza del Braille

Una de las estrategias importantes para que el Braille muestre fehacientemente sus cualidades es la enseñanza a los niños ciegos de este sistema táctil
de lectoescritura desde el momento que a un niño se le enseña un código lectoescritor y a las personas que pierden la vista en edad adulta en su proceso
de rehabilitación. Ahora ya no hay dudas en cuanto a la validez del sistema, pero aún de vez en cuando se mezclan problemas actitudinales. Yo mismo contribuí
en su momento a que se implantasen estrategias adecuadas para que las personas con un resto visual útil lo aprovecharan al máximo, pero hay algunos que
quieren enseñar el código visual a niños o adultos que tienen una disminución visual tal que se beneficiarán mucho más adoptando el Braille como código
lectoescritor básico.

La opción inclusiva de educación es filosóficamente superior en el plano de la utopía irrenunciable de estar con todos a la segregada, pero he oído en
más de una ocasión que esa opción no favorece el que los niños no practiquen bien el Braille. Falta - dicen los que defienden esa tesis- el elemento ambiental
que había y hay en las escuelas segregadas. No obstante, en septiembre de 2002, contemplé personalmente una demostración evidente, de que en la integrada
ese problema es superable si se tiene una buena idea de las necesidades específicas del niño con disminución visual y las mismas se transforman en aplicaciones
positivas en los programas de apoyo.

En el caso de las personas que han de asimilar el sistema Braille en la edad adulta, bien porque pierden la vista en esa franja de edad o bien porque no
han tenido antes acceso a la alfabetización, hemos de enfrentarnos a una problemática muy distinta. Es cierto que la percepción táctil ya no tiene, generalmente,
la misma prestancia que en la infancia, mas también aquí las actitudes de los responsables de la educación de adultos y distribución de libros en formatos
alternativos deben ser sumamente equilibradas. En cualquier caso, el conocimiento del Braille siempre será útil para una persona que no ve, y la consecución
de objetivos es dinámica y no estática. A lo mejor, algunas veces, no se logra una velocidad de lectura cómoda, pero tendrá siempre valor poder servirse
de él para identificar objetos señalizados en Braille.

El Braille: ¿opción para una minoría?

Si comparamos en cualquier país desarrollado las estadísticas globales de ceguera y las de usuarios efectivos del Braille, la proporción porcentual de
estos últimos respecto a los primeros es a todas luces muy pequeña. Ese hecho es innegable, pero yo, que le tengo un amor universalmente reconocido al
Braille, no quiero que se apliquen posturas fanáticas. Sí deseo fervientemente que las actitudes de quienes tengan una intervención decisiva en el proceso
de transmisión del Braille sean inequívocamente correctas, a fin de que el aprendizaje y uso del Braille no se niegue nunca a quienes puedan convertirlo
en su mejor código de lectoescritura o puedan aprenderlo aun con ciertas limitaciones, y no se escatimen medios de enseñanza para que todos sean capaces
de alcanzar su máximo nivel relativo de aprovechamiento del sistema.

El Braille y las nuevas tecnologías

Como decía antes, determinadas actitudes hacia el Braille y la ceguera aún vigentes, están alertas para que cada vez que haya una innovación tecnológica
significativa se suelten las campanas al vuelo y se anuncie que el Braille ya ha sido superado.

En 1971, se desarrolló en la Universidad de Standford en Estados Unidos, el Optacon, un aparato que permitía mediante el adecuado entrenamiento leer cualquier
libro escrito en caracteres visuales. Era, en efecto, un progreso casi revolucionario en el acceso a la información y poseía la innegable cualidad de permitir
una captación táctil de las formas de los caracteres visuales. Al difundir la aparición de este ingenio, no era raro leer que el Braille ya era superfluo.
Sin embargo, la realidad mostró que, salvo en deteriminados casos, las velocidadesp de lectura que se conseguían con el Optacon eran demasiado lentas,
y no podía convertirse en un cómodo medio de lectura. Era, por otra parte, un sistema de lectura y no de escritura, y esto también constituía un factor
importante a tener en cuenta. En cualquier caso, quienes vieron el Optacon y el Braille no como opciones excluyentes y sí como complementarias, aplaudieron
sin ambages el valor de este nuevo paso hacia la conquista del acceso a la información escrita por parte de las personas que no ven.

En los 80 y 90, se consiguieron avances muy notorios en la informática y la electrónica, y hoy día existe la posibilidad teórica, a menudo traducida en
la práctica, de producir mucho más y de forma más barata. Mediante los programas informáticos complementarios oportunos, es posible presentar en Braille
lo mismo que informáticamente se saca en escritura visual. Cuando yo estaba en la Secretaría de la Unión Mundial de Ciegos, en la oficina de Madrid esa
utopía la habíamos convertido en algo real. Hay muchas cosas que para la generalidad de la gente han supuesto una mejora respecto a lo que ya tenían, pero
para las personas que no ven, muchas de esas innovaciones tecnológicas abren caminos hasta entonces vedados. Pensemos, por ejemplo, en la gran cantidad
de cosas que pueden almacenarse ahora en CD-ROM, y no digamos en DVD-ROM y en otros medios de almacenamiento muy pequeños, y, generalmente, esas maravillas
son accesibles ya para las personas que no ven. Internet nos abre horizontes insospechados a las personas que no vemos. Ya no es una utopía para nosotros
leer el periódico todos los días. Es, pues, imperativo que no se ceje en la lucha por conseguir que Internet sea auténticamente accesible para todos, incluidos,
por supuesto, los discapacitados visuales. Sin embargo, lo cierto es que esas cosas no eliminan el valor del braille, y más bien contribuyen a reforzar
sus méritos. Hoy día, lo ideal es combinar adecuadamente Braille y voz, incluyendo la voz artificial, en el uso de ordenadores, y, de manera más general,
en el manejo de la información.

Es muy prometedor el anuncio realizado a finales de 2005 de que un equipo de investigación de la Universidad de Tokio tiene ya un prototipo de presentación
de Braille mediante el empleo de elementos químicos diferentes. Con ese sistema, la presentación efímera del Braille será más barata y tendrá un tamaño
mucho menor.

Universalidad del Braille

Afortunadamente, el braille es hoy auténticamente universal; se usa en todos los idiomas, incluidos el chino y el japonés en los que la escritura visual
emplea millares de signos, los ideogramas. El braille en esas lenguas, tiene, sobre todo, una base fonética. En el japonés, además de los ideogramas chinos
(kanji), se emplean dos siblabarios, katakana y hiragana, con un fundamento fonético. el Braille se basa en el silabario, denominado Katakana, que se utiliza
con carácter limitado en la escritura ordinaria. No obstante, en las últimas décadas han surgido dos códigos para representar en Braille los ideogramas
(kanji). Uno de ellos, el kantenji (braille para el kanji) emplea el Braille de ocho puntos y representa convencionalmente a los kanjis mediante un signo
braille, o mediante la secuencia de dos e incluso tres. Lo ideó un profesor de la escuela de ciegos de la provincia de osaka, Taiichi Kawakami, en 1969,
y su finalidad prioritaria es la producción de libros para ciegos con el kanji. Existen ya varias obras que utilizan este sistema. En 1972, un profesor
de una escuela de ciegos en Tokio, Sadao Hasegawa, concibió otro código para el kanji, denominado "roku-ten kanji, basado en el Braille de seis puntos,
y en él cada ideograma se escribe mediante una secuencia de dos, tres o cuatro signos. Su finalidad es facilitar el aprendizaje de la escritura de los
kanjis con el ordenador.

En el chino, el Braille se basa en la escritura fonética, el pinyin, que se usa ahora con rango oficial para transmitir palabras chinas, nombres de ciudades
y de personas, por ejemplo, y para algunos usos dentro de la escritura china. El Braille está basado en él, pero con numerosas adaptaciones para representar
diptongos, etc. La escritura china es universal, y una persona que hable un idioma de esa familia, pero distinto del “putonghua” (lengua común), habitualmente
denominada en Occidente Mandarín, podrá leer un escrito en cantonés. En cambio, las personas ciegas manejan un alfabeto fonético, y, por tanto, es diferente
para cada lengua de la familia china. Al parecer, en el mundo chino, no se ha presentado aún ningún código para poner los ideogramas en Braille. Es indudable
que su desconocimiento constituye una laguna cultural importante. En mi aprendizaje del chino, utilizo por ahora el alfabeto fonético oficial, pero tengo
intención de conocer algunos ideogramas en relieve. Hasta ahora, tengo únicamente la reproducción ideográmica en relieve de la palabra crisis, que se representa
mediante dos elementos: uno que significa "peligro" y otro que significa "oportunidad".

En árabe, a principios de los cincuenta del siglo XX, se adoptó para el Braille la escritura de izquierda a derecha de las lenguas que usan el alfabeto
latino en lugar de seguir intentando adoptar la escritura de derecha a izquierda vigente en la escritura árabe visual. Hay sílabas que, salvo en el Corán
y en los manuales de los primeros grados escolares, no se ponen gráficamente. En los casos en que sí se escriben, en tinta se indican mediante supersignos
en las consonantes correspondietnes, y en Braille se utilizan los signos vocálicos como en las lenguas de alfabeto no árabe. El Ministerio de educación
de Arabia Saudita logró que en 2003 se adoptase un código braille unificado para todo el mundo árabe de la escritura literal, de la estenografía y de las
notaciones matemática e informática.

Los idiomas de los que yo he tenido noticias a los que el braille se ha aplicado muy recientemente son el guaraní, hablado mucho en Paraguay, el idioma
oficial de Bután, el tibetano y las lenguas de Ruanda y Burundi. Estas dos últimas, excepcionalmente en África, son habladas como lenguas nacionales en
cada uno de esos dos países. En los últimos años, ha habido cambios en las áreas lingüísticas hispano-portuguesa, inglesa, alemana, francesa, etc.

El día 23 de septiembre de 2002, en el CIDAT de la ONCE, celebramos una experiencia increíble de mezcla del Braille con las novísimas tecnologías: mediante
videoconferencia fue posible escuchar y ver la lectura de textos desde sus respectivos países en chino mandarín, cantonés, malayo, tailandés, afrikaans
y sepedi de Suráfrica, noruego, alemán, francés, portugués, italiano, quichua y español.

El Consejo Mundial del Braille

En el tiempo que estaba en la Secretaría de la Unión Mundial de Ciegos, viví siempre como una carencia lamentable que hace varios años dejara de existir
el Consejo Mundial del Braille, que la UNESCO creó a principios de los cincuenta y se benefició del entusiasmo de los primeros años de existencia de esa
organización intergubernamental. Hizo una labor importantísima en preservar la unidad en aquellos puntos que podían ser comunes a varias lenguas, y contribuyó
mucho a que se aplicara el braille a lenguas menos comunes que el inglés, el francés o el español. Su presidente, Sir Clutha Mackenzie, publicó en 1953,
el "World Braille Usage, obra magnífica, que en 1954 la UNESCO editó asimismo en español bajo el título “La escritura Braille en el Mundo”, donde se exponen
principios generales y están contenidos los alfabetos braille de las distintas lenguas de las que entonces pudo conocerse ese detalle. Tengo conocimiento
de que ese libro apareció también, al menos, en francés. En 1990, la UNESCO, a través del Servicio Nacional de Bibliotecas para personas ciegas y otras
con dificultades de acceso a la letra impresa (NLS) de la Biblioteca del Congreso, en Washington, sacó una segunda versión dde World Braille Usage, que
se proponía ser una actualización de la primera edición, pero que desgraciadamente carece del rigor y valor indudable de la obra original. La Asociación
Valentin Haüy (AVH), de París publicó una traducción francesa. No obstante, no se estimó oportuno efectuar una edición en español de la actualización hecha
en Estados Unidos..

Posteriormente, el Consejo fue subsumido, primero en el Consejo Mundial para la Promoción Social de los Ciegos (WCWB), y luego, tras su creación en 1984,
en la Unión Mundial de Ciegos. El Comité que lo acogió sufrió tantas transformaciones en los objetivos, y en su propio nombre, que el braille quedó englobado
en un espectro demasiado amplio. En 2000, en la V Asamblea de la UMC, se creaba de nuevo el Consejo Mundial del Braille. Ese Consejo está aún dando sus
primeros pasos en su constitución. Su labor no será nada sencilla. La informática ha impulsado a que en las áreas lingüísticas principales y en lenguas
concretas se hayan introducido cambios. Esas modificaciones se han llevado a cabo sin tener en cuenta a otras lenguas, y sin la intervención de una autoridad
universal, y la consecuencia es que ahora se ha perdido la unidad en el uso de ciertos signos de puntuación, como los paréntesis, por ejemplo, entre idiomas
tan próximos como el francés, el inglés y el español. Hay muchísimas alternativas para representar la ahora popular arroba en las direcciones de correo
electrónico.

La unificación en teoría es un objetivo deseable para muchos, pero una consecución compleja cuando supone renunciar a algo que uno considera lo mejor para
su lengua propia.

Conclusión

No queremos ocultar las dificultades e inconvenientes del braille, pero hemos de defender con ahínco que es un medio muy valioso para todos aquellos que
puedan servirse positivamente de él. En los últimos años, en casi todos los estados de los Estados Unidos de América, su aprendizaje y su uso se han convertido
en un derecho gracias a las leyes de alfabetización Braille. Además, en ese país, se han aprobado recientemente disposiciones legales referentes a los
derechos de autor para eliminar todo tipo de restricciones en la producción y abastecimiento de materiales en braille. Se está luchando a fin de que en
todas partes la producción de materiales en braille sea un derecho inalienable y no quede en ningún caso a merced del capricho de los que ostentan los
derechos de autor de una obra determinada.

Un día, tuve la loca idea de escribirle una carta a Luis Braille, que presenté como comunicación un tanto insólita a un Foro Mundial de Alfabetización
de la Unión Mundial de Ciegos, en marzo de 1996 en Uruguay. La idea que manifestaba al final de aquella carta sirve para poner broche de oro a este trabajo:

"Si algún día, por el medio que sea, alguien inventa algo que realmente supera el braille, Luis Braille, todos los que valoran esta combinación mágica
de puntos y yo mismo nos alegraremos sobremanera."

(Versión del 12 de enero de 2006)
francisco