Texto publicado por la licenciada San Miguel
mi regreso
¡Hola, amigos!
Os escribo para comentaros cómo fue mi experiencia en Bruselas.
El martes, como comprenderéis, no pude dormir, por los nervios. Después de cogerme dos bocadillos, uno para almorzar y otro para comer, quedé con unos compañeros que viven en torrent, mi pueblo. Los tres nos fuimos en el metro al aeropuerto de Valencia. Una vez allí nos reunimos con todos los demás colegas que íbamos. En el control de seguridad, recuerdo que nos hicieron quitarnos el calzado. ¡Vaya rollo!
Se nos retrasó el vuelo de Valencia a Madrid, y cuando llegamos al destino, tuvimos 20 minutos justos para llegar al otro vuelo, que fue de Madrid a Bruselas. Una vez allí, un autobús, conducido por un español canario, nos llevó al hotel donde nos hospedamos. Allí dejamos las cosas, y nos fuimos a pasear por el centro hasta la hora de irnos al primer concierto. Allí ensayamos un poco para probar el sonido, conocimos a la mujer de uno de los diputados, que es ciega también, y fuimos a cenar. Seguidamente nos tocó actuar, y a mí me tocó hacer el solo de la canción "Unchained melody" de la película Ghost. La jefa de relaciones internacionales de la ONCE, Ana Peláez, me dio un abrazo gigante. Y después de este día tan duro, nos fuimos a dormir.
Al día siguiente, nos fuimos al Parlamento Europeo, porque nos tocaba actuar allí. Antes de ello, recibimos una charla sobre las funciones de la Comisión Europea de Discapacidad. Hicieron una entrevista a una de las que formaban parte, una tal Bárbara, y en esa entrevista, nuestro director pronunció unas palabras de agradecimiento. Al mediodía nos fuimos a comer una mitrallette, que es un bocadillo típico de allí, que es de carne con patatas fritas. Por la tarde, fuimos a hacer turismo y a tomar algo, hasta la hora de cenar. La cena fue en un restaurante italiano, y todo el mundo se decantó por la pasta y la pizza. Yo me comí una pizza de marisco. Bueno, los italianos le llaman frutos del mar. Unos cuántos del coro, fuimos a tomar la cerveza de la noche después de cenar, y a dormir.
Al día siguiente ya volamos, y a media tarde ya llegamos a Valencia. Tuvimos que llevarnos la comida que habíamos comprado en Madrid al avión, para comer allí.