Texto publicado por Carinosanto

¡Desastre!, ¿Qué hacer?

Se puede hacer mucho para prevenir daños mayores y sobre todo para permanecer a salvo.

Todo empieza por estar bien informado, disponer de un equipo mínimo de emergencia y tener claro cómo actuar en el momento que haya que enfrentar la situación.

Un desastre como el de Mocoa pude ocurrir en cualquier momento y afectar a miles de personas. Aunque se dice que poco se puede hacer para evitar que la naturaleza siga su curso, lo cierto es que se puede hacer mucho para prevenir daños mayores y sobre todo para permanecer a salvo y cuidar de las personas cercanas.

Todo empieza por estar bien informado, disponer de un equipo mínimo de emergencia y supervivencia y tener claro cómo actuar en el momento que haya que enfrentar la situación, con la salvedad de que esto no le garantiza que resulte ileso en una tragedia, pero atenuará un poco los desenlaces lamentables.

Infórmese. Incluso si la zona donde vive parece estar libre de riesgo, averigüe con las autoridades y vecinos sobre la potencialidad de que un desastre natural pueda afectarlo. En los tiempos que corren, no hay que pasar por alto ningún tipo de información en este sentido.

Planee. Aunque se sienta seguro en casa, pacte con familiares un punto de reunión en caso de una catástrofe; tenga clara dónde están las llaves del agua, el gas y la fuente de energía para cerrarlas con rapidez en caso de necesidad; conozca las vías de acceso y haga un simulacro de evacuación con todos los suyos. En su sitio de trabajo, siga al pie de la letra los planes de emergencia.

Equipo. Tome en serio la preparación de un equipo de emergencias y manténgalo en lugar visible cerca de la salida de su casa. Silbato, linterna y radio con baterías, lista con los números de teléfono de la Policía, Cruz Roja, ambulancias, la familia (así los celulares sigan funcionando estos serán de gran ayuda), agua, una manta y elementos de primeros auxilios no deben faltar. Revíselos periódicamente.

Atienda. No deseche las alarmas o llamados de atención de las autoridades sobre potenciales riesgos, menos si se encuentra en una zona vulnerable. Indague, verifique y conviértase en informador en caso de que las autoridades no digan nada.

No dude. Ante la primera señal, cierre las llaves, cargue el equipo de supervivencia, contacte a alguien que esté fuera de la zona del desastre para que siga su rastro y evacue el lugar en compañía de los suyos.

Orden. Llegue al punto de encuentro o diríjase al punto más alejado del riesgo. Prenda el radio y esté atento a la orientación de las autoridades. Trate de ayudar a vecinos y cercanos.

Por último. No regrese a la zona antes de que se autorice; absténgase de ser voluntario si no ha recibido entrenamiento; no envíe elementos o donaciones que no hayan pedido; no haga colectas por su cuenta, atienda las autoridades y solidarícese con los afectados sin estorbar en las labores.

CARLOS FERNÁNDEZ
Asesor Médico.