Texto publicado por Brenda Stéfani

Si fuera yo

No negaré que he vuelto a caer, que lo escucho a través de la distancia, del tiempo, del espacio y es como si estuviera aquí.
Sé lo que siento, pero no lo que siente, algo que me gustaría saber y no saber.
Cada palabra que pronuncia me conmueve, cada vez que toma aire para darle forma a su voz, pareciera que de cierto modo, se transportara hasta mí.
Veo sus labios moverse, sus ojos posarse en mí como si fuese yo a quien se dirigiera, aunque sepa bien que no es así.
Háblame, háblame aunque sea solo para nombrarme, háblame que no necesito más.
Lo siento surgir de entre las sombras, veo sus movimientos y la ansiedad me oprime mientras ignora que yo escribo que deliro al verlo.
Se desliza el telón,, se desvanecen las luces y toda su presencia se apodera del espacio, del aire y de mi ser.
¿Cómo es que toma algo leve para destrozarme, un solo gesto para debilitarme y me tiene, hasta perderme, hasta olvidarme de que existo, hasta ceder el último espacio que me queda?
Mi corazón late desbocado mientras su calma envuelve como una sombra el lugar, lo transforma, lo desplaza, lo domina a su antojo y placer,.
A medida que evoluciona en el escenario, siento que lo estoy mirando a través de un espejo. veo a detalle cada movimiento, cada ademán como un espectáculo único, clásico.
Todo es tan espontáneo y cálido, Las luces  lo descubren y veo como su rostro enrojecido por el calor del momento sonríe sin saber que alguien lo mira con intensidad.
La idea de no ser descubierta y mirar descaradamente hacen que nazcan sensaciones extrañas y poderosas nunca antes conocidas.
Lo admito, lo amo, lo amo, lo amo y confío en que esta será  una noche inolvidable.
Es que no sabe cuanto quisiera ser yo quien esté del otro lado del telón, ser yo a quien mire bailar entrecerrando los ojos, muriendo por sentimientos que jamás serán confesados.
Cuanto Deseo invertir los papeles y saberme desconocida de lo que siente, ser yo quien le ignore mientras preso de esta fiebre, me piense,, me sueñe, me imagine.

28 de junio 2017
Brenda Stéfani