Texto publicado por la licenciada San Miguel
artículo atrasado
¡Hola, amigos!
Os pego un artículo que no os he podido pegar antes, ya que he pasado unas semanas muy ocupada. Como siempre, vuestras opiniones contarán mucho y serán bien recibidas.
Fascismo y falta de civismo
Siempre he opinado que la belleza de un pueblo o de una ciudad está en el interior de las personas que habitan en ella. Dirigiéndome a Alcoy, siempre mantendré el mismo punto de vista, pero el hecho de que yo alabe la solidaridad de los alcoyanos no quiere decir que haya cosas que no me gusten. Pero es que las que voy a relatar ya se salen de lo normal.
El día 3 de junio, cuando mi amigo Javi se bajó del bús para ir a la vía verde, me encontré con un tal Jorge, que vive en Batoi. Bien, pues él me contó que tiene un 30% de visión en un ojo y por el otro no ve nada, y que no le quisieron afiliar a la ONCE. Yo le dije que puede presentar un recurso o denuncia contra esos perroflautas. ¿Qué os pasa, que queréis esperar a que se quede ciego? ¿No es mejor que le afiliéis y que le enseñéis a asumir sus nuevas condiciones? Hoy he ido a la ONCE antes de irme a Alcoy y la verdad es que he ido a informarme sobre este caso, y aún estoy esperando que me llamen, pero por mucho que lo hagan, no se lo voy a poder decir. Por otra parte, el día 28 tengo que hacer una miniformación a los maestros del Cipfp Batoi, y le he preguntado a Juan Carlos Puig, jefe de los profesores que atienden a alumnos de la ONCE, sobre las adaptaciones que usan los alumnos actualmente, porque no es lo mismo que en mi época de estudiante. Me ha dicho lo mismo que José Gregorio, el director de la agencia de Alcoy, es decir, que las formaciones las realizan ellos. ¡Y todo que se lo coma Luz! Digo esto porque tendré que hacer virguerías para poder explicárselo, con poca información que podría haber sido más si me hubieran ayudado. Ese es el tipo de presidencia que necesita Avanzar, una persona que desde primera hora de la mañana esté yendo a sitios para luchar contra las barreras de accesibilidad.
El día 5 de junio iba a casa de Amparo y Modesto para irnos al coro. Cristina, de la comisión de accesibilidad, nos explicó lo bien que les había ido a ella y a Modesto en un centro de estética que van a abrir, y nos preguntaba a Pep Fuster y a mí que si nos había ido bien en Batoi. Mientras estaba enviando el audio, el conductor del autobús tenía la música a todo trapo. Estuve a punto de sacar mi pito de voz y saltar: “¿Quieres bajar un poco el volumeeeeeeeeeen?”. Y a ese conductor le digo que debe estar agradecido conmigo porque yo me siento generosa, que otra que tiene más ovarios que yo se lo hubiera dicho dando un golpe en el asiento del bús. Nada, tuve que pedirle disculpas a Cristina y decirle que me estaba excitando por el volumen excesivo de la música.
Y al día siguiente, voy a comprar al Más y Más, y resulta que una señora estaba parada, no sé qué pendejos estaba haciendo, y yo no me di cuenta de que mi bastón se metió entre sus piernas. Se cayó ella, cayó mi bastón y todo el peso cayó en mi propio pie, y yo vi las estrellas y la luna. ¡Cuidado con los cigarrillos y los móviles cuando estáis pegado a la pared!
Y el 10 de junio, iba con dos compañeros de mi coro de la ONCE, esto ya en Valencia, y como mi colega Borja y yo somos ciegos, estábamos buscando silla. Unos señores nos preguntaron dónde queríamos ir, y cuando estábamos ya sentados, oigo que dicen: “Les hemos preguntado donde querían ir y no nos han contestado. Están ciegos, pero no sordos”. Estuve a punto de decirles que si no se ponen a nuestro lado para preguntarnos, nosotros no sabemos a quién se están dirigiendo. Otros con los que decidí ser generosa, para no humillarlos delante de todo Cristo. ¡Qué manía con la gente que no se pone a nuestro lado para hablarnos y nos hablan a cinco metros!
De verdad, esto ya se pasa de lo normal. Espero que con este artículo, cuando la gente lo lea, muchos quedarán metamorfoseados y espero que se les quede marcado para siempre.
Alcoy, 12 de junio de 2017