Texto publicado por verónica rodríguez mayorga

Siempre te soñé.

Desde niña jugaba imaginándote, imaginaba que eras el hombre más listo el más codiciado.
Luego te metiste a mis historias adoptando distintos nombres, Raúl, o Sebastián generalmente.
Primero era un juego, una ilusión de niña por conocer a mi príncipe azul pero
No recuerdo la primera ves en que pensé besarte, solo fue una idea fugaz que cruzó mi mente pero fue la primera, una y otra ves la idea aparecía en mi cabeza y abecés no solo como una idea si no como un deseo fuerte, quería abrasarte junto a mi pero jamás lo creí posible, eras como un sueño inaccesible que solamente debes contener con soñar, como es un amor imposible, que no podrás tener jamás, pero yo sueño amor y me valía con que simplemente de ese sueño existiese y me hiciese sentir bien, en ocasiones me avergonzaba e mis pensamientos, pero n otros momentos un rayo e esperanza iluminaba mi amor. Descubrir lo que habías escondido en tu corazón y tu mente tanto tiempo e hizo temblar de emoción que me hizo estremecer, casi sin poder hablar, ya que lo que había deseado y temido a la ves se estaba haciendo realidad, tu también habías pensado en besarme y querías hacerlo y yo no podía creerlo, dejé que hablaras que te confesaras y luego fue mi turno el corazón quería salirse del pecho apenas atinaba ha hablar y todo solo para decirte lo que yo sentía por ti y lograr tocarte sin que me rechazaras era todo para mi y poder besarte sin que te alejaras era todo para mi, no importa nada solo lo que sientes por mi y yo por ti, sin entender que ocurre ¿porqué?, y ¿cuándo?, solo se que te metiste en mi vida y que no quiero dejarte salir tan sólo por que ¡te amo!,