Texto publicado por Brenda Stéfani

Casi 25 y un quemado

Si, el título ya dice todo pero estoy reflexiva y algo al borde de una confusión con c.
Todo lo que escribo te dás cuenta que es una duda?

Si, ya sé ya, como siempre intentás responderte vos, preguntarte vos, resolverlo vos y todo vos sin decir nada, para colmo los chichones de la vida te hacen difícil la comunicación de tus sentimientos, no sos más nenita te decís antes de abrir la bocota para largarte a llorar sin saber un porqué cuando te pregunta.
Qué te pasa? Qué te pasa? Podrías decirme qué te pasa al mmenos para no quedarme hablando solo como un idiota?
Y todavía no me quedan explicaciones, es que... Me siento triste... Pero me siento triste...
No, no puedo decir triste, no puedo decir que me siento, no pienses qué, a ver pasa que siento que no puedo hacer esto y...
Claro que si, si puedes, ingéniate, ingéniate te dice, pero si está estudiando ingeniería pensás mientras pensás otra vez. Y yo psicología, los que queremos ser psicolocos no nos ingeniamos, nosotros queremos dar vueltas sobre una emoción, un interpretar que quería decir con ese gesto y toda la bola.
Y sigo, casi 25 años preguntando qué hice, qué me falta para tener lo que quiero, qué tan difícil es y porqué no aprobeché este o aquel momento.
Los más viejos me dirán, pero sos joven todavía y los más jóvenes reclaman algo de tu experiencia, querés intentar decirles que no hagan lo mismo que vos, que no metan la pata como vos y después te ponés a pensar que vos no metiste la pata, que no saliste a la esquina y que ahora a los 25 te parece que pasó todo el momento y estás demasiado atrás para pendejear y demasiado pendeja para ser una adulta total.
Eso quiere decir que estamos como cuando teníamos 11 años, ni demasiado chicos para subirte a monear por los árboles con la criaturada ni demasiado grandes para tomar un traguito en una fiesta de 15, así la vida a los veintitanto si es que no tenés ya un título en serio, un trabajo en serio o un hijo porque un hijo ya te cambia la vida, te hace más responsable, más no sé, más señor, más señora, dolores de cabeza, estrés y esas cosas de como educarles, que chupetes, zapatitos y la escuela.
Siempre parece que estoy empezando, todavía te falta para llegar, me dice mi papá. Algún día, algún día te va a tocar. Qué lo que algún día, donde lo que está algún día y miro al cielo a ver si alguien invisible me responde la preguntita.
Sigo no más mi camino sin saber a donde me va a llevar en vez de tener una meta, un destino, por lo menos si tenés el sentido de competencia con una meta, vas a tener motivos para caminar pero ir por ir no más arrastrando las patas al caminar a ver si no morís por el camino a donde te lleva?
A veces tengo ganas de dejar todo pal carajo y bajar las manos solo por no saber qué es lo que tengo que hacer, como seguir si no sabes como comensar?
Me entusiasmo cuando voy a empezar algo nuevo con toda la adrenalina pensando que voy a poder abrirme paso, mostrar para qué sirvo y en qué puedo ayudar pero cuando estoy apretujada en un mar de gente que quiere mandar y no sirve para nada, me quedo sin aire no más resignada a lo que surja y que toque lo que toque, que pase lo que tenga que pasar ha eho upeicha mante.
A la rei, vai vai, cachafa y toda la terminología paraguaya que desemboca a un solo significado, una sola palabra: ¡MEDIOCRE!
Cantidad de cosas para lo que podría ser útil pero todo está hecho a la mitad, má o meno sé hacer esto, má o meno sé hacer esto otro y siempre te dicen, pero es que te sale súper, estás re segura pero vos sabés que no es así, que estás no más con tu mascarita de utilería puesta anti nervios de principiante y demás yerba.
Bueno, aburrido ya es ler mi plagueo, seguro nadie entiende nada pero lo que quiero decir, es que todavía no encuentro mi camino, cuando pasa una buena parte del partido donde por lo menos tenés que tener mínimamente un cacho de carácter para abrir la bocota y mandar a la mierda a quien te está intentando humillar, pero no, todavía tenés miedo de pelear y querés siempre ser como los demás.
Si, como ella, que arremete a donde pasa y todos la escuchan. Como él, que habla con elocuencia mientras a vos te cuesta decir 2 palabras sin que te tiemble la voz y pienses que estás pasando vergüenza ya otra vez con la cara roja como un tomate. O como esa gente que se mueve y hace cosas interesantes mientras a vos te cuesta horrores salir dos pasos de tu casa porque ni si quiera sabés a donde te vas a ir.
Ya, me cansé porque ahora mismo, no sé lo que tengo que hacer y otra cosa es no ver, y dale con el plagueo, aceptana que sos ciega mi hija, pero no puedo, todavía me superan las cosas, estar sola entre la multitud, con cara de no sé donde estoy, que alguien que me conoce me hable. Ver 40 fotos recibidas y ni un ojo te está describiendo de qué mierda se ríen porque obviamente, el chiste pierde la gracia cuando de explica
y saber que aunque todos vengan con el versito ese de si se quiere se puede, sabés que tenés límites y ese limite es que no ves, no hay otra viejo, no ves.
Y te dicen, vos sos la que te ponés la pared, pero ponete un poquito con os ojos tapados una hora a ver qué mecanismo inventás para resolver todos los días un problema tonto, que para vos siempre tiene plan a, plan b, y plan z345
Saber que ganas no te faltan pero recursos, si.
Una mano de alguien que no esté diciéndote todo el tiempo, pero hay gente que está peor que vos y la sigue remando.
Y bueno, no mucho cambió, solo el tiempo pasa y mientras dure hay que seguir.