Texto publicado por verónica rodríguez mayorga
reflección del calendario, muy bonita
EL CALENDARIO.
Recuerdo que todos los años mi madre colgaba un calendario en la cocina al que había que desprenderle diariamente la hoja del día transcurrido, yo siempre me peleaba por ese derecho pues al reverso contenía un pensamiento o una broma, me impactaba ver como se iba adelgazando conforme pasaba el año, pues pensaba que así ocurría con nuestra vida que querramos o no cada día que transcurre estamos más cerca de la muerte, ésta experiencia me hace reflexionar especialmente cuando celebro mi cumpleaños mi razonamiento es bastante sencillo, primero por cuestiones lógicas.
El promedio de vida va de acuerdo con el nivel socioeconómico quien posee más recursos tiene más posibilidades de sobrevivir, bajo éste supuesto mi probabilidad de vida es de 80 años si multiplicó mis años por 365 días tengo 29200 días de vida posibles a menos que sufra antes algo inevitable como un accidente.
Si hoy cumpliera 50 años esto significaría que ya he vivido 18250 días y me restan solo por consumir 10940, nada más me quedan por arrancar 10950 hojas de mi calendario existencial, me imagino que el día que nací me dejaron junto a la cuna una chequera con 29200 cheques; diariamente tengo que desprender uno. Del cheque de hoy me pregunto:
¿Qué hice con él?, ¿lo invertí?, ¿lo desperdicié?, o ¿lo gasté?, ¿perdí mi tiempo inútilmente?, o en verdad lo aproveché.
Llegué a la conclusión de que el tiempo es el recurso más valioso del ser humano y además no es renobable no podemos hacer nada con el tiempo perdido, no lo podemos recuperar y además nadie nos puede garantizar que mañana vayamos a existir, sin serr pesimista es algo muy cierto se que me voy a morir y me cuestiono:
¿Cómo debo aprobechar mi tiempo?
Creo que la respuesta es viviendo intensamente cada día.
A diferencia del calendario de la cocina, con sus mensajes al reverso de cada hoja yo debo redactar al final de cada día ¿qué hice con él?, ¿logré algo?, ¿amé?, ¿disfruté?, ¿cresí?, ¿podré decir hoy soy mejor que ayer? O, tal vez gasté el día sin sentido.
El tiempo permanece, nosotros somos los pasajeros, cuando recuerdo que la creación tiene 5000000000 de años y la civilización 10000 años o sea el 0.002 % y dentro de ese contexto mi vida provable es de solo 80 años me doy cuenta de que solo soy una luz muy pequeña en el infinito, mi existir es una milésima parte en la eternidad y me vuelvo a preguntar:
¿Cómo he vivido?
El tiempo no se puede atrapar mucho menos almacenar, nuestra existencia pasa a gran velocidad y de pronto nos percatamos de los pocos cheques que nos quedan.
Hoy debemos vivir pero no como el último día de nuestras vidas, corro el riesgo de que algunos se depriman, o salgan corriendo ha hacer lo que no han hecho.
Si no que lo vivas como el primer día del resto de nuestra vida.