Texto publicado por TifloFernando

Evitar que los mocos le bajen al pecho...

Muy buenas amigos y amigas lectores y lectoras habituales de mis Publicaciones en BlindWorlds:

Bueno, comienzan a aparecer los primeros catarros, mocos, toses y estornudos, congestiones y toda la variedad de alteraciones propias de la época del año en la que nos encontramos.

Aunque este año en España nos hemos encontrado con unos meses de Otoño con altas temperaturas impropias de estos meses; esta mañana del 2 de noviembre, nos dice la Radio que alcanzaremos los 22ºC. en Valencia capital.

Temperaturas propias del mes de septiembre y no el de las "Castañeras" de nuestra infancia, con sus puestos en las calles, que nos brindaban un calentito "cucurucho" de castañas asadas...

Aún así, ya comienzan a escucharse los estornudos, toses y sonoras muestras de sonarse escandalósamente (Con o sin pañuelos...) esto último una auténtica "cochinada", con perdón!.

Hace algunos años leía un artículo sobre una frase de mamá muy típica, que desde niño se nos ha repetido y que se mantiene hoy en día:

¡"Evitar que los mocos "le bajen al pecho"!

Cito un poco más abajo la Fuente, un Blog hoy desaparecido, que nos brindaba a muchos padres y abuelos una gran Información:

"Diario de una mamá Pediatra; log personal de Amalia Arce"

Que explica claramente el significado de susodicha frasecita, que hemos seguido repitiendo de Generación a Generación, incluso en nuestros días...

Y que completa mi Publicación actual.

Por supuesto hay otra pregunta que igualmente ha sido lo que hoy se denomina un "Trending Topic" de cualquiera de nosotros que hemos tenido un hijo o un familiar enfermo:

- Pero; ¿NO LE VA A DAR UN ANTIBIOTICO AL NIÑO?...

A esta pregunta que pienso es universal, da una respuesta el Dr. Jesús Martínez, en su Blog de ayuda a los Padres: "El médico de mi hij@".

Para todos vosotros, extraigo los puntos que me han interesado más y que comparto a continuación.

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«¿No le manda antibióticos?
por Jesús Martínez

30 de junio de 2016

(Artículo previamente publicado en la sección De mamas & de papas de El Pais por el mismo autor con el título “No, no le voy a recetar antibióticos a tu hijo”).

¿le manda antibiótico?

Seguro que os suena esta pregunta e incluso la habréis utilizado o pensado alguna vez.

Es irritante que tengas al crío malo, con fiebrón, lleno de mocos hasta en los ojos, no ha dormido en toda la noche tosiendo, pierdes el día en la consulta del médico, le revisa, eso si de arriba abajo y va y te dice que es un virus, que se curará solo y que no necesita más que paracetamol y agua.

Lo dicho, indignante ¿por qué no quiere mandarle antibiótico? ¿cómo se va a curar si no? ¿no se puede hacer nada para no pasar así otros dos o tres días? Que le mande algo lo que sea, incluso homeopatía que no vale para nada, pero algo habrá que hacer.

Hay que empezar diciendo que los agentes causantes de infecciones en nuestro medio son dos básicamente virus y bacterias (también hay hongos, pero esos en la infancia son bastante raros).

Contra las bacterias disponemos desde los años 50 de unos medicamentos llamados antibióticos, desde aquel primero que fue la penicilina, ese moho que aparece en el queso y otros alimentos, pues ese.

Desde entonces ha evolucionado y aunque últimamente no se ha inventado ninguno nuevo, con lo que hay da para casi todas las bacterias conocidas. El objetivo sería usar el más sencillo y reservar los más potentes para casos más graves.

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El otro tipo de agente infeccioso son los virus, cientos de variedades desde el más simple catarro hasta el virus del sida o el ultramoderno Zika y todos ellos comparten una característica, no tienen tratamiento ninguno conocido y todos son autolimitados en el tiempo desapareciendo solos, bien en dos o tres días incluso horas...

O bien cuando acaban con el paciente, o se convierten en crónicos, si conseguimos mantener al paciente con vida durante el ataque, como ocurre en el Ébola.

Ningún tratamiento que los liquide como ocurre en las bacterias...

Así que si estamos ante una infección vírica ¿para qué vamos a malgastar tratamientos y esfuerzos en combatir algo que sabemos que no le estamos haciendo nada? incluso en el ataque podemos estar deteriorando al paciente y produciendo efectos indeseables.

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El 80% de los dolores de oído se solucionan con un calmante, del resto el 80% se resolverán solos por ser otitis virales y tan solo ese pequeño porcentaje restante es el que necesitará de la toma de antibióticos tomados. Algo similar ocurre con las neumonías y siendo así ¿por que se tratan casi el 90% con antibióticos?

Y; ¿Por qué sabe el Médico de Cabecera o el Pediatra que es un virus; si no le hace análisis, ni radiografías, ni nada?...

Porque ha estudiado.

Y si lo saben; ¿por qué se receta tanto?...

Esa es la pregunta, creo que el problema del abuso de antibióticos está en nuestra profesión...

No debemos responsabilizar a la madre que entra con la exigencia de un tratamiento para su hijo, demanda lo que conoce y lo que le damos a entender los profesionales.

Debo reconocer que está descendiendo el exagerado uso de antibióticos en todos los estamentos pediátricos, ya sea en atención primaria o en urgencias, da igual públicas que privadas, poco a poco hay más sensibilización con este asunto y desconozco las cifras, pero se está avanzando, lento eso si.

Todavía son muchos los lugares donde sales con un antibiótico aunque te hayas torcido un tobillo; ¡Por si acaso!

- “Por si acaso”...

Ese es el problema, ahí radica el origen del asunto, no es tanto el desconocimiento, que se soluciona con actualización, sino el miedo, en la medicina defensiva, en el cortoplacismo y el tratamiento complaciente para no discutir o para “quedar bien”. Explicar a unos padres que ese montón de mocos y esas noches sin dormir por la tos se pasarán sin necesidad de tratamiento, solo con los cuidados y mimos propios de la edad cuesta 10 minutos, tirar de receta 20 segundos.

Mandar antibióticos en urgencias por un dolor de oídos es apuntarse el tanto de qué resolutivos somos, y qué rápido se le ha quitado, aunque se le hubiera pasado igualmente sin tomarlo, tan solo hay que indicar que vuelva a su pediatra de atención primaria en 24 o 48 horas, para ver evolución.

Pero claro, para eso no irían a urgencias, van porque saben que allí se lo mandan y les damos a entender que eso es lo correcto...

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¡¡¡El antibiótico es un gran arma de destrucción masiva de bacterias, no los malgastes, curan cuando están indicados, tienen efectos secundarios y deben ser utilizados con prudencia!!!

Etiquetas: antibióticos, bacterias, infecciones, virus.
Web pediatrica de ayuda a padres y madres.».

Texto extractado y tomado de:

El médico de mi hij@

Pediatría de tarde desde Paracuellos del Jarama, Madrid.

¿No le manda antibióticos? 3
por Jesús Martínez
30 de junio de 2016.

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Sí, este Pediatra tiene mucha razón...Pero; ¿Cómo nos vamos a llevar al Peke, "volando en fiebre" de nuevo a casa, con un Paracetamol y debiendo ¡ESPERAR!?...

Grave disyuntiva para cualquiera de nosotros en un momento dado.

Y creo que he encontrado una visión muy acertada de un Pediatra de Cuenca, que en el 2013, orientaba más o menos como sigue...

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- ¿Se va a poner el niño mas veces "malo?: Sí. A las guarderías no sólo van los niños sino que también van los virus. Se calcula que, aproximadamente, entre un 30 y un 50% de las infecciones en niños se relacionan con la asistencia a la guardería. Los niños que asisten a guarderías tienen un riesgo dos o más veces mayor de padecer bronquiolitis, bronquitis, faringoamigdalitis y otitis media, que los que no acuden.
Pero a todo hay que verle su parte positiva, esto "sólo" ocurrirá "algunas semanas al año, concretamente las que van desde primeros de septiembre hasta finales de junio, ya que en el primer período escolar de su hijo, usted va a conocer más virus y bacterias que viendo en una sola tarde todas las temporadas de House, Urgencias y Anatomía de Grey" (la frase es de "Padre, el último mono" de Berto Romero y otros).
- Vale, se va a poner más "malo", pero ¿cuánto?: se calcula que en los 6 primeros años de vida un niño puede tener hasta 100 infecciones, casi todas víricas. Hay unos 200 virus diferentes que pueden producir catarro. Los más frecuentes son unos que se llaman rinovirus.
- ¿Es bueno/necesario llevar al niño a la guardería?. Está demostrado que sí es bueno para la adaptación de niños prematuros y niños con problemas sociales. Este beneficio no está demostrado en la población infantil en general. En resumen, que no es "obligatorio".
- ¿Cuál es la mejor edad para llevar al niño a la guardería?. Como dice el Dr. Santiago García-Tornell: "nunca". O bien, cuanto más tarde mejor, pues la edad es el factor más importante que incide en el número de infecciones en los niños de guardería. El primer año de vida el sistema inmunitario es aún inmaduro por lo que conviene, si se puede (que esa es otra cosa) retrasar la guardería todo lo que se pueda.
- ¿Influye el número de niños en cada clase?. ¡Claro que sí!, a más niños, más virus y más infecciones. Lo de que el número de niños no influye en las aulas sólo lo dice el ministro de educación, el consejero de educación y allegados varios ;)
- ¿Os vais a poner más veces "malos" vosotros?. Sí, sobre todo si sois primerizos. No es el cansancio, son los virus de vuestros hijos que amorosamente os pasan los que os ponen enfermos. También se ponen "malos" las cuidadoras de guardería "De hecho existe la leyenda urbana de que las profesoras de guardería -y, añado, pediatras- se han visto obligadas a desarrollar un sistema de defensas tan potente que algunos de sus glóbulos blancos podrían considerarse animales de compañía" (también frase de "Padre, el último mono" de Berto Romero y otros)
- ¿Donde hay más accidentes, en las guarderías o en casa?: pues en casa y con diferencia. El personal de guardería sabe cómo evitar los accidentes y las instalaciones están mejor preparadas que una casa común.
- ¿Es verdad que los niños cogen frío al salir a la calle/patio de guardería en otoño/invierno conquense? NO. Los niños no se acatarran por salir al patio del colegio. Lo hacen en el aula. Allí el contacto es más estrecho. Al haber menos ventilación, las toses y estornudos de los acatarrados cargan el ambiente de virus en suspensión, que inhalan los niños sanos. De hecho, en el norte de Europa existe la costumbre de sacar a los niños al patio de las guarderías en invierno (y es bastante peor que el de Cuenca).
- ¿Cómo se curan?. La mayoría solos. Sólo hay que dar analgésicos (ibuprofeno o paracetamol) para las molestias, cuando las tengan.
- ¿Cuándo hay que preocuparse? Si la fiebre dura más de 3 días, hay dolor de oídos, dificultad para respirar o decaimiento, es cuando debe pensar en acudir a la consulta...».

Texto extraído del Blog:

la otra consulta

Blog personal de Guillermo el pediatra Pediatra del centro de salud Cuenca-I que expresa en este blog sus opiniones personales y no necesariamente las oficiales del servicio de salud en el que trabaja.
Guarderías, mocos, catarros,...
viernes, 20 de septiembre de 2013.

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Bueno, espero que comencéis el mes sin Virus del Resfriado común y de otros malvados Virus que nos atacarán seguro estos meses de finales de Otoño e Invierno.

Os dejo con el Texto de la Dra. Arce, que seguro os gustará tanto como a mi.

Con gran cariño TifloFernando.

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Evitar que los mocos "le bajen al pecho"

miércoles, 15 de octubre de 2014

Hace ya un mes que los niños han empezado el curso escolar. Los más pequeños incluso puede que algunos días más. Los primeros mocos, resfriados, y virasis en general ya hace días que llegaron para instalarse a pasar calentitos el otoño y el invierno. También las primeras bronquitis y problemas respiratorios. En la última semana ya hemos tenido dos ingresos por infección por el virus respiratorio sincitial (VRS), la "bestia negra" del invierno pediátrico.

La presencia de mocos en las narices (y bocas, y ojos, y gargantas) de los niños es un tema recurrente en las consultas. También por esta página me he referido en diversas ocasiones a ellos. A menudo le digo a las familias, que mejor que los ignoren un poco: fácilmente su hijo pequeño va a tener mocos una gran parte de la temporada, así que es mejor intentar llevar la convivencia lo mejor posible.

Los mocos son muy pesados. En sus momentos álgidos, no dejan respirar, no dejan comer, no dejan casi hablar, y hacen toser. Los niños están más irritables, a veces están hartos (y los padres también!).

Pero son solo mocos.

Los mocos no son peligrosos.

En realidad son la forma que tienen nuestros orificios respiratorios de defenderse de los ataques.

Y en la mayoría de casos los mocos lo que hacen es crear una barrera que impide que los gérmenes exploren territorios más profundos.

Uno de los principales miedos de los padres es que los mocos "les bajen al pecho".

En realidad la "bajada al pecho" tiene más relación con la capacidad virulenta del germen en cuestión y de las características del niño (su predisposición "natural" a hacer bronquitis o a no hacerla) que de la presencia o no de mocos.

De esta manera, de entre todos los niños que tienen mocos, unos tendrán mocos y nada más y otros tendrán mocos y más adelante bronquitis, bronquiolitis o hiperreactividad bronquial sin que podamos en realidad hacer nada para que la evolución a la vía respiratoria baja siga su curso.

Medicar con ese objetivo no tiene demasiado sentido....

Así que ante la pregunta de si se puede hacer algo para evitar que los mocos "bajen al pecho", la realidad es que no...

Lo mejor siempre es la prevención primaria, es decir, evitar que los virus entren en contacto con los niños -algo difícil en convivencia, cierto-.

Ante los mocos, lo más eficaz es una higiene con suero fisiológico y cuando vayan a dormir, elevar un poco el cabezal de la cama para facilitar que respiren mejor. En el caso de bebés pequeños puede ser útil fraccionar la alimentación. Si la tos empeora o se hace más constante, si aparece fiebre elevada y sobretodo dificultad respiratoria (una vez tenemos la nariz limpia), es momento de consultar al pediatra. En el resto de los casos....si no puedes con tu enemigo, únete a él.

Otros consejos:

- Vacunaciones al día

- Lavado de manos frecuente

- Cambiar con frecuencia toallas (especialmente en centros escolares)

- Lavado frecuente de juguetes utilizados por varios niños

Publicado por Amalia Arce en 7:00

Etiquetas: bronquiolitis, bronquitis, dificultad respiratoria, juguete, lavado de manos, mocos, otoño, vacunas, VRS.

Texto tomado del Blog:

Diario de una mamá Pediatra

log personal de Amalia Arce Pediatra
y madre de 2 niñas.
En redes sociales me conocen como la mamá pediatra...
Escribo por aquí experiencias profesionales, reflexiones a las que la maternidad me lleva y un poquito de mi vida.
Hay vida fuera de estas páginas....

Evitar que los mocos "le bajen al pecho"
miércoles, 15 de octubre de 2014.

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