Texto publicado por Melany Gachicha Gómez

Nota: esta publicación fue revisada por su autor hace 6 años.

¡No a la discriminación a la comunidad LGBT!

Quizá sea de esas publicaciones que arman un polémico debate. La verdad, no sé cómo será el resultado de lo que haré a continuación, pero créanme, necesito desahogarme porque no puedo soportar esto.
Los ciegos (Tal como otras personas con discapacidad) tenemos probabilidad de sufrir acoso o discriminación, aunque también, el entorno en el que vivamos tiene mucho que ver en estos casos. Pero las personas con discapacidad no son los únicos que pueden padecer de rechazo por parte de esta putrefacta sociedad: Así es, hablo nada más y nada menos que de la comunidad LGBT. A esa misma comunidad es a la que le quiero dedicar esta publicación.
Honestamente, me tomo la discriminación o el rechazo de estas personas muy personal. Si de por sí soy sensible, esto me enoja. Por un caso personal y conocidos ciegos que también son homosexuales, es que no tolero la Homofobia o la discriminación hacia alguien de la comunidad LGBT.
Soy una persona de mente abierta, mi mamá me enseñó a aceptar al prójimo, a no ser malo con el mismo, a tratarlo bien, en pocas palabras. Me criaron con valores y eso es algo de lo cual me enorgullezco tanto de mí como de mi familia. El respeto ante todo, aprendí. Ser bueno, educado, cortez, honesto, ya se imaginan.
Desde hace años, siempre acepté a los integrantes de la comunidad LGBT. Nunca tuve problemas con ellos, tampoco tengo algo en contra de ellos, es por eso que hoy estoy aquí, escribiendo este texto para defender sus derechos y demostrarles mi infinito apoyo. Reitero, debido a un caso personal es que me tomo la aceptación a la comunidad LGBT.
En la cena, estábamos conversando acerca de una cantante que es Lesviana. Había alguien presente que desconocía tal información. No la criticó negativamente, pero yo pude ver su cara de asombro.
--Que sea Homosexual no es el fin del mundo, -les dije.
--No lo es, Melany, pero hace años la gente no lo aceptaba, -me respondió mi hermana. Mi papá comenzó a argumentar y luego hizo un comentario que no sé si lo dijo enserio o simplemente fue una broma y yo me lo tomé personal, pues mi padre no siempre es atento a sus palabras.
--Eso no está bien, Dios creó al hombre y a la mujer. -Nadie le hizo caso, obviamente. Y yo, como no apruebo los comentarios homofóbicos, le dije.
--¡Y vos sos el diablo! -Más de uno se rió con esa respuesta. Tal vez le falté el respeto, pero debido a mi caso personal, no iba a permitir que le faltaran el respeto no sólo a los gays, sino a la comunidad LGBT en sí.
Terminé de cenar y me levanté de la mesa. No quise comer más de esos ricos ravioles que mis padres compran en la fábrica. No logro entender si, el contenido del plato llenó mi barriga, o la oponencia a la Homosexualidad me había afectado y no me di cuenta en ese momento.
La cosa es que regresé a mi habitación, donde el silencio me ha inspirado a hacer tantas cosas antes, y que ahora me recibía encantado. Tomé mi computadora y pensé:
--Melany, no estás bien del todo. Estás molesta, triste por el rechazo de la comunidad LGBT y debes hacer algo. Desahógate, escribe lo que sientes y así te sentirás mejor.
Y así lo hice, seguí mis instintos y decidí demostrarle a dicha comunidad mi apoyo de alguna forma.
Todo aquel que me conoce sabe que soy una persona abierta y que acepto a las personas tal y como son.
Yo creo en Dios por sobre toda las cosas, y aunque los religiosos digan que está mal ser Homosexual, yo no pienso igual. Todos somos diferentes y Dios nos acepta tal como somos, sin importar raza, religión u orientación sexual. Pienso que si Dios bajase de los cielos para entregarle un importante mensaje al mundo, nos diría que nos aceptemos tal y como somos porque somos hermano y que él nos quiere y nos acepta a todos porque somos sus hijos, y los mortales entre sí deberíamos aceptarnos porque somos hermanos y Dios es nuestro padre y creador, y seguramente, no le gustaría ver como sus hijos se pelean, que porque él es ciego, él es sordo, él es cojo, este otro es gay, el de allá es transgénero... reitero: Si de verdad crees en Dios, no vas a discriminar a tu compañero por ser como es. Al menos, es lo que pienso.
Si alguien de la comunidad LGBT está leyendo este texto, le diré lo siguiente:

Amiga o amigo de la comunidad LGBT: La vida no es fácil, pero si lo fuera, todo sería muy aburrido. Lamentablemente, la gente te criticará por todo, desde tu vestimenta hasta tu forma de ser. Y a esas personas son a las que hay que ignorar, ya que siempre van a estar en contra de algo o alguien, demostrándoles rechazo o hasta repulción. No hagas caso a los comentarios negativos que te hagan allá afuera: No hagas caso si en la casa, en la escuela, en la universidad, en el trabajo o en la calle te critiquen por ser diferente a quien te critica. Todos somos diferentes y si fuéramos iguales, el mundo no tendría sentido. No escuches esas críticas con las que sólo destruirán tu autoestima. Siéntete orgulloso por ser Lesviana, Gay, Bisexual o Transgénero. Siéntete orgulloso por ser diferente y seguir a tu orientación sexual o a los deseos que tienes para con tu cuerpo, la satisfacción de hacer retoques en tu persona para estar bien contigo mismo. No te sientas culpables por lo que te dijo una persona ignorante y mente cerrada que no sabe comprender y aceptar al prójimo. Siéntete bien, ya que sólo hay una persona con la cual estar bien y hacerle caso: Tú mismo. Así como hay gente que no te puede comprender, habrá gente que sí lo hará y te apoyará en todo momento: Tu mamá, tu papá, tu hermana, tu hermano, tu mejor amiga, tu mejor amigo... puede ser cualquiera, pero hay algo muy importante que quiero que siempre tengas presente, más en momentos tristes: Tú, no estás solo en el mundo. Siempre hay alguien que te va a apoyar, sea quien sea, sea de dónde sea. Quien te quiere de verdad, siempre contigo va a estar.