Texto publicado por verónica rodríguez mayorga

Nuestro primer mes de toda una eternidad mi amor.

¡La vida corría! Yo sonreía sin motivo, solo por aparentar,
Pero desde hace un mes la sonrisa está dibujada en mi cara todo el día porque tengo el motivo más grande del mundo para sonreír.
Y es que Dios me regaló la dicha de conocerte y tenerte, enamorarme de ti.
El amor es un don que todos tenemos de alguna forma, pero en mi caso, ése don prometo hacerlo cada día más grande y multiplicarlo.
Porque te amo de verdad, y quiero seamos felices toda la eternidad.
Yo soy una chica miedosa y con muchas barreras Sin embargo, tu eres el hombre que tiene la clave para romperlas todas, y enseñarme a amar.
Me has enseñado a quererte a besarte, a adorarte, me has enseñado el significado del amor.
Tenemos muchos retos y creo son tangibles: uno de ellos la distancia.
Pero como siempre t digo, la distancia es mucha y puede ser dolorosa en ocasiones, pero siempre me consuela que tú y yo dormimos y vivimos bajo la misma luna.
Mi corazón lo robaste ya amor, y es por eso que ya no me pertenece, deseo que te lo quedes siempre, pues yo no planeo regresarte el tuyo, que ahora brinca emocionado, al sentirse completo. Pues encontró su otra mitad, y apenas es el primer mes para festejarlo.
Pronto te veré y tendré nuevamente esa dicha de tenerte entre mis brazos y ¡besarte hasta cansarme! Platicaremos como siempre, como dos enamorados de todo lo que nos pasa.
Te amo con locura mi sol. Mi amor, mi hombre, mi Rubenige.