Texto publicado por Irene Azuaje

Desde hace bastante tiempo quería escribir sobre este tema, pero por una que otra cosa lo había olvidado.
Veo con una mezcla de rabia, tristeza y altas dosis de preocupación que parece que somos pocos los que nos ocupamos de cuidar al idioma castellano que es tan precioso y rico en vocabulario.
Muchos por flojera, ignorancia o desidia, pprefieren maltratar el idioma con falsas abreviaturas (xq, xfa, pq, y un grandísimo etc) escribir bien no es dársela de intelectual, sino es respetarse a sí mismo y a los que le lean en el futuro.
Y no me salgan con la excusa varata de que ay, mientras se entienda, ¡qué importa! o la despreciativa frase: aish, ya me entendiste o peor aún, ¿estamos en redes sociales, a nadie le importa si escribes bien o mal!
Pues no, así como en el mundo real puede pesar la apariencia física, en las redes sociales tu manera de escribir y hablar serán tu carta de presentación.
Así que, un poco más de amor por nuestra lengua porque si no la cuidamos, nadie más lo hará.
Un idioma evoluciona porque es un ser vivo, pero intentar forzarlo con la inmundicia del lenguaje incluyente, ¡solo contribuirá a su destrucción! Si quieren torturar el lector de pantalla de un ciego, usen porquerías como hola todx u hola a todes.
Y no porque se diga persona con diversidad funcional o con capacidades diferentes ¡hará que la discapacidad se esfume!
Capaz y pueda volar por la ventana y nadie me lo notificó.
Así que bueno, dejen los eufemismos porque tapando el sol con un dedo no vamos a cambiar nada.
Por lo tanto al pan, pan y al vino, vino.
p.d: si desean salvar el castellano, les recomiendo que sigan a Jacqueline González, una de las mejores en ortografía, gramática y vocabulario (su cuenta de twitter e instagram es @Jacogori).
p.d2: para los que se pican porque les corrigen, más bien tómenlo como un aprendizaje y malo es el que no se deja educar. También es importante saber corregir porque a nadie le gusta que le humillen y le hagan sentir mal.