Texto publicado por Irene Azuaje

Hacienda Healthcare en Arizona: los estremecedores casos de mujeres violadas mientras estaban en coma.

Fernando Duarte BBC MUNDO 17 enero 2019.

Los pacientes que requieren cuidados a largo plazo son vulnerables ante la
violencia sexual.

La historia de una paciente en estado de coma que dio a luz en Arizona, en
Estados Unidos, sorprendió al mundo.

Es un ejemplo de los peligros a los que están expuestas las mujeres que son
particularmente vulnerables a los abusos sexuales: aquellas que están
físicamente impedidas.

La víctima de Arizona, cuyo nombre no se ha dado a conocer, dio a luz el pasado
29 de diciembre.

Es paciente en una residencia administrada por la empresa Hacienda Healthcare en
la ciudad de Phoenix que ha estado en estado vegetativo durante más de una
década.

Los medios de comunicación locales informaron de que el personal de la
residencia no sabía que la mujer estaba embarazada hasta el momento del parto.
La policía de Phoenix ha abierto una investigación y ha recopilado muestras de
ADN de todos los trabajadores masculinos.

Sin embargo, este no es el primer caso de violencia sexual contra pacientes en
residencias que ha acabado en embarazo. Solo en Estados Unidos, ha habido al
menos tres.

La clínica en Phoenix estuvo involucrada en casos de acoso sexual en 2013.

Otros casos:

Uno de ellos ocurrió en Nueva York en 1995, cuando un auxiliar violó a Kathy
Cobb, de 29 años, dejándola embarazada.

El embarazo fue detectado a los cuatro meses. La familia de la mujer, que
llevaba muchos años en coma, era muy católica así que se negó a que se le
practicara un aborto.

Cobb murió en 1997, poco antes de que su bebé cumpliera un año.

Su agresor, John Horace, aseguró en la corte que creía que el embarazo podía
"despertarla". Fue condenado a 13 años de cárcel.

A raíz de este caso surgió una nueva ley en el estado de Nueva York que obligaba
a las residencias a revisar los antecedentes de sus empleados: la "Ley Kathy".

Pero las mujeres vulnerables todavía tienen muchas más posibilidades que otras
de ser víctimas de violencia sexual en Estados Unidos.

Vulnerabilidad:

Las personas con discapacidad tienen cuatro veces más posibilidades de sufrir
una violación o agresión sexual, según datos del gobierno.

Datos del Departamento de Justicia publicados en enero del año pasado por el
medio de comunicación público NPR mostraban que quienes padecían una
discapacidad tenían hasta cuatro veces más probabilidades de sufrir una
violación o abuso sexual.

"Más del 80% de mujeres con discapacidad serán agredidas sexualmente en sus
vidas", dice una portavoz de la ONG estadounidense Disability Justice (Justicia
para la Discapacidad).

Otro caso de embarazo en coma se registró en Argentina en 2015, en la provincia
de Córdoba, pero los medios de comunicación locales recogieron que la familia de
la víctima se negó a presentar cargos.

Dos años antes, un enfermero en la ciudad de Bahía Blanca había sido sentenciado
a ocho años de prisión por haber violado a una paciente de 60 años en coma.

En Reino Unido, Andrew Hutchinson, un enfermero del Hospital John Radcliffe de
la localidad inglesa de Oxford, agredió a dos pacientes que estaban
inconscientes y hasta grabó los ataques, que sucedieron entre 2011 y 2013.

Fue sentenciado a 15 años de prisión en marzo de 2015.

En el Hospital Rashid también hubo un caso de ataque sexual a una paciente en
coma en mayo de 2010.

Casos de pacientes en coma o sedadas también se dieron en Brasil, como el del
médico Roger Abdelmassih, acusado de 56 cargos de abuso sexual a sus pacientes,
entre las cuales hubo muchas mujeres sedadas.

Una investigación de 2016 reveló más de 2.000 casos de abuso sexual en Estados
Unidos que involucraban a médicos.

Médicos agresores:

En 2016, una investigación realizada por el periódico Atlanta-Journal
Constitution destapó 2.400 casos de abuso sexual contra pacientes anestesiadas o
sedadas cometidos por médicos en Estados Unidos.

Los había en todos los estados desde 1999.

"La mitad de estos médicos todavía tenían su licencia médica en 2016", le dice a
la BBC Danny Robbins, el periodista autor de la noticia.

"En lo que respecta a los médicos, el sistema protege a los perpetradores".

Las residencias y asilos son una gran industria en los Estados Unidos: según un
informe de la firma IBIS World, movieron US$132.000 millones en 2018.

Hospitales y residencias gastaron más de US$73 millones en intentar ejercer
presión política el año pasado, según OpenSecrets.org, un grupo que rastrea lo
que se invierte en política.

"Estas instituciones son inmensamente influyentes, pero el caso de Phoenix abrió
la caja de Pandora. A pesar de que aún no sabemos quién cometió el ataque, la
manera en que las cosas se manejaron (en las instalaciones) parece espantosa",
añade Robbins.

Según organizaciones como El Centro Nacional de Recursos para la Violencia
Sexual (NSVRC por sus siglas en inglés), los casos de violencia contra pacientes
que no son capaces de expresarse todavía son escasos.

Pero resaltan la vulnerabilidad de estas personas.

"Los agresores oportunistas son comunes y vemos que aparecen en todo tipo de
ambientes donde hay vulnerabilidades inherentes", dijo NSVRC en un comunicado.

Según organizaciones como el NSVRC, los casos de violencia contra pacientes
impedidas de dar su consentimiento todavía son escasos.

El acoso es mucho más común: Hacienda Healthcare, por ejemplo, estuvo
involucrada en una investigación en 2013 después de que surgieran informes de
que un empleado había hecho comentarios sexualmente explícitos a sus pacientes.

El trabajador, según el Departamento de Salud de Arizona, fue despedido y la
empresa prometió esforzarse más por resguardar a sus pacientes.

Renuncia:

La BBC contactó a Hacienda Healthcare, que respondió con un comunicado en el que
Gary Orman, el vice presidente ejecutivo de la junta directiva, decía que la
compañía "no aceptará nada menos que un recuento completo de esta situación
absolutamente espeluznante, un caso sin precedentes que ha dejado devastados a
todos los involucrados, desde la víctima y su familia hasta el personal de la
empresa en todos los niveles de nuestra organización".

"Quiero asegurarles a nuestros pacientes, a sus seres queridos, a nuestros
socios locales, a las agencias con las que trabajamos y a los residentes de
Arizona que seguiremos cooperando con la Policía de Phoenix y las agencias de
investigación en todos los niveles y de cualquier forma posible", aseguraba.

Bill Timmons, el director de Hacienda Healthcare, renunció después de que el
caso se hiciera público.

"Haremos todo lo que esté en nuestro poder para asegurar la seguridad de cada
uno de nuestros pacientes y de nuestros empleados".

A raíz del escándalo, el director general de Hacienda Healthcare, Bill Timmons,
renunció este mes.

El lunes 14 de enero, la compañía anunció que había comenzado una revisión
interna "exhaustiva" para determinar cómo la paciente quedó embarazada.

La familia de la mujer, a través de un abogado, dijo que dio a luz a un "niño
saludable" que será cuidado por sus familiares.