Texto publicado por Rodolfo Ernesto Bustillos Espinoza
El cerebro de una persona ciega
Nacer sin el sentido de la vista o quedar invidente por alguna enfermedad o accidente provoca una serie de problemas para las personas, en un mundo que no está preparado para los ciegos. Si bien existen sistemas especiales como el Braille, el cerebro de los invidentes logra adaptarse para que las discapacidades visuales no sean un tremendo obstáculo para la vida. Hoy, vamos a contarte cosas asombrosas sobre el cerebro de las personas ciegas que seguro no conoces.
5. El cerebro se reorganiza y se potencia
El cerebro de las personas ciegas, ya sea de nacimiento o durante la infancia o adultez, tiende a “re-cablearse. Así, potencia sus capacidades utilizando áreas que normalmente usamos para funciones visuales. Esto se debe a que las diferentes zonas del cerebro están interconectadas y, gracias a la llamada neuroplasticidad, son capaces de adquirir nuevas funciones o modificar las existentes. Por ejemplo, una persona vidente es capaz de reconocer e interpretar 10 sílabas por segundo, mientras que una persona ciega reconoce 25, lo que demuestra como el cerebro se potencia para corregir deficiencias.
4. La corteza visual adquiere funciones auditivas
En Israel, se realizó un estudio en el que, se asoció ciertos sonidos con diferentes objetos, con la idea de que los reconocieran al escucharlos. Una vez que las personas invidentes lograron reconocer los sonidos, se les hizo una resonancia, durante la cual se reprodujeron los audios estudiados. Los científicos vieron cómo las zonas del cerebro normalmente asociadas a la visión trabajan para convertir el sonido en concepto o imagen.
3. El cerebro se estimula con la luz, pese a que no la ven
Ya sea en casos de perdida parcial de la visión, y también en quienes son completamente invidentes, la luz tiene un efecto por sobre su cerebro. La retina, por más dañada y poco funcional que esté, igual tiene receptores de luz que, al sentir el más mínimo estimulo, alerta y pone el cerebro en acción, activando una serie de funciones cognitivas que se realizan durante el día, siguiendo el ritmo circadiano.
2. El sentido del tacto estimula a la corteza visual
Muchos ciegos tocan rostros u objetos para reconocerlos, utilizando para ello el sentido del tacto, que envía señales al cerebro, las que son decodificadas en la corteza visual. Esa zona, que usualmente usamos para convertir lo que nuestro ojo ve en una imagen, se reentrena para decodificar lo que se toca. Quienes utilizan el sistema Braille identifican las letras y conceptos de esa manera.
1. Interpreta el eco para distinguir obstáculos
En vez del famoso bastón, existe un método que algunos ciegos utilizan para caminar por las calles, sin chocar con obstáculos. Se trata de la ecolocación humana, para la que se utiliza la zona del cerebro que el resto utiliza para la visión. Tras un entrenamiento, la persona emite sonidos especiales desde su boca, chocando la lengua contra el paladar. El oído interpreta el eco cuando ese ruido rebota contra un obstáculo y sabe cuáles evitar y qué caminos están libres.
Fuente: Ojo Científico