Texto publicado por El Atlante

Hola amigos. Simplemente quería contaros que sí esposible vivir con menos plásticos. Erika y Yo lo estamos consiguiendo y no hemos tenido que sacrificar nada de nuestra alimentación ni nuestros productos
de aseo y limpieza. Existen cientos de alternativas al plástico, este material terrible en el que nadamos cada día y que de manera alarmante está envenenando nuestros mares,
ríos, a sus animales y que desenfrenadamente contamina nuestros bosques y montes. Investiga en internet y en la literatura, y verás que es mucho más sencillo,
saludable y satisfactorio de lo que creías. Algunas soluciones son: Usar botellas de cristal o acero inoxidable para llevar el agua. Bolsitas biodegradables
o papel de periódico para las necesidades de tu perro. Bolsas de tela para pesar alimentos en el supermercado, mochilas, bolsos y carritos para llevar
la compra. Comprar la fruta, la verdura y otros productos a granel. Llevar a la carnicería, charcutería y pescadería fiambreras y papel para envolver.
Comprar en botella de cristal el aceite, el vinagre, los refrescos y otras bebidas y alimentos. Hacer yogur casero y económico en yogurteras de toda la
vida. Usar cepillo de dientes de bambú y cubiertos de bambú para las escapadas. Bastoncillos para las orejas de bambú. Cañitas para beber de bambú o metal
lavables. Sustituir el bote de gel por pastilla de jabón. En lugar de compresas y tampones, usar copa de la luna o compresas de tela. Usar cuchilla de
afeitar recambiable o maquinilla eléctrica. Limpiar el hogar, las ventanas, los platos y la ropa con vinagre, jabón derretido, bicarbonato y otros , que
dejan todo igual o mejor que los productos químicos que vienen en embases plásticos. Reutiliza los objetos de plástico que hay dentro de casa todo lo que
puedas antes de tirarlo. La lista de alternativas sigue y sigue... Ya no hay EXCUSAS. Te animo a que te atrevas. No esperes a que los políticos lo solucionen,
pues los animales y los humanos VAMOS A COMER MUCHO PLÁSTICO mientras que se deciden a actuar. Es Un cambio de conciencia gratificante y hasta divertido,
CREEME.