Texto publicado por Donald Fermín
Las aventuras de Smith Johnson
Buenos días ,tardes o noches, según sea el caso.
Como ya saben, mi nombre es Donald
Vengo a relatar, a recordar mi famosa obra: "las aventuras de Smith Johnson. Si hay algo que deba mejorar, estoy abierto a recibir cualquier crítica constructiva o sugerencia. Sin mása:
Capítulo 1: el nuevo liceo.
En una ciudad, en una casa humilde, ubicada en una parroquia llena de habitantes, Caracas, Venezuela. Vivía un adolescente de 13 años, alto, delgado, con ojos azules y pelo castaño. Su nombre era Smith, y vivía solo con su madre.
Su hogar era una pequeña casa de una sola planta, con un gran patio y un pequeño jardín que siempre tenía un aspecto agradable.
Le gustaba mucho el estudio, era muy inteligente, ya estaba en 6º grado de primaria. En su escuela no tenía muchos amigos, en su salón sólo habían tres estudiantes que eran prácticamente, los únicos que estudiaban con él, y con los cuáles muy poco se relacionaba. Tomaban clases en un pequeño salón con goteras, y una ventana que no era más que un hoyo en una gruesa pared de piedra.
Pero ya habían terminado las clases en la escuela, ahora estaban en el mes de julio y necesitaban buscar un liceo que quedara cerca de su casa.
Una mañana se levantó muy temprano, a las 5. Miró por la ventana y todavía estaba oscuro, no había salido el sol. -Voy a despertar a mi mamá para que me lleve donde se zonifica, -dijo Smith, -porque después en septiembre voy a quedarme sin estudiar.
dos horas después: -Mamá, te acuerdas que debemos... sí me acuerdo, voy a arreglarme. Yo también, mamá, ojalá que sí consigamos.
En 15 minutos ya estaban arreglados y salieron de la casa, estaban de camino a buscar cupo. Caminaron por la calle abarrotada de vehículos y gente. El camino para llegar a la zona de cupos era muy largo, que sería mejor ir en un autobús para recorrer mejor el largo sendero. ¿Por qué queda tan lejos, mamá? Valla usted a saber... caminaron por otra calle que tenía muchos vehículos; hay no, eso queda muy lejos. Ya casi llegamos, hijo... caminaron tres cuadras más: falta una... después de dos minutos: ¡llegamos!
Estaban en la entrada de la zona de cupos. Vamos. -dijo su mamá. Y siguieron adelante. Finalmente llegaron a unos asientos, me esperas aquí, ya vengo. ¡Ok! Estaba solo, no había nadie a su lado y estaba pensando ¿cómo sería su vida en el nuevo liceo? Sería el mejor de toda la clase, “siempre voy a sacar buenas notas”.
-¡Hola! Estaba tan distraído pensando, que no se había dado cuenta que a su lado estaba otra persona. Era un adolescente de 13 años, pelo negro, tez morena y ojos marrones. Estaba vestido con un pantalón azul, una camisa blanca y unos zapatos deportivos de color blanco. -Hola, cómo te llamas? -Me llamo Álex, Álex de la Rosa. Y tú? -Yo Smith Johnson. Qué nombre tan raro, parece como si fuera de un inglés. -Bueno sí, mi familia es de estados unidos pero nos vinimos a vivir a Venezuela. –ah ya, entiendo. -Hola. Al lado de ellos dos estaba otro niño, tenía como unos 12 años. Era un niño bajito, de piel blanca, ojos negros y pelo rubio. -¿Quién eres? -Me llamo Johan Hernández, -y nosotros Smith Johnson y Álex de la flor... digo, de la Rosa. -dijeron ellos. Rió Johan. ---Ojalá que vallamos al mismo liceo los tres.
-¡Hola fenómenos! Para su sorpresa, había otro chico que los sobresaltó con su grito. Era blanco, de pelo negro y ojos castaños, y estaba vestido con un pantalón azul y una camisa blanca, parecía ropa nueva y en ese momento tenía una expresión de desagrado. --¿Qué te pasa? -preguntó Smith, -¿quién eres tú y cuál es tu problema? -No yo solo los saludaba -Dijo el niño. -¡Cuál es tu bendito nombre? -preguntó Álex. -Ah cierto, se me olvidaba presentarme. Mi nombre es Maiky, -dijo con una sonrisa. -Se ve que ustedes son unos estúpidos pobres debiluchos y por nada del mundo quisiera ser amigo de ustedes, son de lo peor. -Lo ignoraron.
Dos horas después: -Hijo, ¡ya te encontré cupo! -¿En serio? ¿dónde? En uno que queda solo a 2 cuadras de la casa, es el 4f. Y tus amigos también quedaron ahí, porque ellos viven en esta parroquia.
---¡Qué bien! Quedamos los 3 juntos. ¡Me dejo de llamar Smith si el tal Maiky llegase a estudiar con nosotros! -Ojalá que no, -dijo Johan. Es insoportable -dijo Álex. ¡insoportable? ¿alguien dijo insoportable? Era el mismo niño (Maiky), -deberías lavarte las orejas, ¡sí! Dije que eres insoportable! -Bueno, es mejor ser insoportable que un pobre miserable como ustedes, que no tienen ni para comprarse un caramelo. -No le hagan caso, -dijo Smith. -¡Pero es que es imposible! -dijo Johan con el entrecejo fruncido. -Sí lo sé, pero no debemos darle el gusto.
-Bueno, ya tienen su cupo asegurado. -dijo la mamá de Álex. Era una mujer morena, de ojos castaños y pelo negro y era una mujer regordeta. Sí bueno, nos vemos el 1 de octubre, que es cuando comienzan las clases. Y las inscripciones? -preguntó Smith, el primer día debemos ir con ustedes. Genial.
Una hora después: -nos vamos.
“Al fin llegué a casa, iré a acostarme para descansar un poco, hoy fue un día algo cansado”. -pensó Smith.
Nota: si quieres más capítulos, házmelo saber en los comentarios. Espero de todo corazón que te haya gustado, nos vemos en el segúndo capítulo