Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

Cuentame un cuento!, dijiste y sonrojaste tus mejillas
Te miré muy fijo y dije, ¡sos una chiquilla!
¿Por qué querés que te cuente un cuento?
Ya no sos una niña
Cuando lo eras te bastaba cerrar los ojos para soñar al escuchar los cuentos que te inventaba
Creaste todo un mundo con tu fantasía, ¡qué feliz eras entonces!
A tu alrededor la vida giraba, a nada le temías
Jugabas con tus flores hechas de estrellas, las nubes de algodón eran tan bellas
Y cuando te salían las alas de mariposa, eras la niña mas hermosa
Y llegó la adolescencia, los sueños cambiaron pero no se desvanecieron ya no era la muñeca quien llamaba tu atención, ahora era un príncipe quien robaba tu corazón
Y entonces soñabas con largos viajes, aunque ligeros los equipajes pues solo tenían un libro de cuentos
Y ahora que ya eres mujer, vienes hasta mi cama y me pides que te cuente un cuento…
Te miro muy fijo, sonrío y pienso ¿me pidió un cuento o es que ya estaré muerto?
Marilupis