Texto publicado por TTS Fer

Nota: esta publicación fue revisada por su autor hace 4 años.

Dios no te protegerá: No se puede ser tan ignorante con la discapacidad

Estábamos al aire libre varios de nuestro grupo de la iglesia a la que voy de vez en cuando. estábamos al aire libre, en una plaza, merendando y charlando. La mayoría predicaba, yo charlaba de cualquier otra cosa. Éramos casi todas chicas, salvo un pavote que creo que era pastor y yo, otro pavote conocido.
En esas estaba cuando repentinamente el pastor o padre Adrián me habla. ¿Adrián?
Y en eso que me saluda y yo soy más o menos buena gente y amable, me dice que mi discapacidad fue obra del diablo y Dios está aquí para que yo vuelva a ver y a escuchar bien. Genial, todo genial. Como si yo hubiera visto alguna vez y como si Dios existiera e hiciera magia. Dijo también, mi querido amigo el pastor, que mi discapacidad es una desgracia, que Dios tenía planes para mí, para recuperaar la vista y el oído, que el Diablo quería atentar contra mí, y qué se yo qué tanta cháchara. ¿Me quedé de brazos cruzados? No, creo que no. Empuñando mi bastón cual arma blanca, ¿o ustedes se creen que es solo un palo para caminar a lo tic tic tic? Le increpé, al pastor hijo de mil puta:
-Escuchame, ¿te pensás que yo soy un pobre cieguito que lamenta su discapacidad doble? -y no me podía callar. -Escuchame bien, hermanito. -Porque el pastor se notaba que era un pavo, novato, ignorante, indigno de su título de pastor, hijo de perra callejera. -Si Dios existe, tiene que reformarles el cerebro a ustedes, cristianos hijos de su puta madre, porque tendrán mucha fé, creerán que Dios es un ser mágico que hace maravillas por medio de ustedes y qué se yo, pero les falta mucho cerebro, mucho uso de lógica. -Y levantando el bastón -Mirá. Yo para tu puta información, nací ciego. Perdí la audición después, sí, pero a todo se acostumbra uno, pero yo tengo algo que vos y tus colegas no tienen y necesitan urgente. Tengo inteligencia superior, razono mucho mejor que ustedes, soy más inteligente. -El covarde del pastor Adriánn reculó cagado en las patas. -Como me entere que volvés a meterte con mi discapacidad te voy a degoyar con este bastón y te voy a cortar los huevos con una navaja, ¡hijo de puta!
-Yo no quería decir eso -se defendió este buen hombre. -Solo te quise decir que... (Modificado de "te voy a cortar los huevos con una naranja")
-¡Marcela! ¡Carmen! -grité haciendo gestos furiosos y agresivos con el bastón. Ellas eran respectivamente la encargada del área de discapacidad y la tesorera, a quien me moría por robarle todo el dinero recaudado pero hasta el momento ni siquiera lo intenté. Ellas estaban charlando y vinieron hacia donde estábamos mi gran amigo el pastor y yo, creo que asustadas. Y yo empuñaba el bastón, blandiéndolo con un aspecto de lo más agresivo y salvaje. Dirigí mi mirada hacia el pastor.
-Si Dios existe, que te proteja contra el bastonazo del que te voy a matar, pedazo de mierda. Y se lo encajé con furia. Éste cayó. -¿Y? ¿Por qué Dios permitió que yo te dé ese bastonazo de mierda y te caigas? Y ustedes dos, ¡escuchen bien! Si creen que por ser ciego o medio sordo también soy idiota no se equivoquen. Espero que Dios les dé la mitad de mi cerebro porque ustedes creen que Dios lo hace todo, pero va a ser que no. Y vos, Adrián, ¡pavote! Donde vos o cualquiera de ustedes vuelva a hablar una pelotudez sobre mi discapacidad van a conocer la muerte de cerca y en carne propia. ¿Escucharon?
-¿Pero qué pasa, Fer? -preguntaba Marcela tratando de tranquilizarme.
-Ya lo dije, este infeliz que piensa que yo voy a recuperar la vista como si eso quisiera yo, como si fuera un pobre cieguito que merece la lástima de los demás...
-No es eso...
-¡Callate la boca! Y que mi discapacidad fue obra del diablo... ¿Saben qué? Contéstenme por qué mierda Dios permite, si tantos milagros hace, que mucha gente se use y se coma entre sí, aparte de matar, comer y explotar animales que supuestamente Dios los creó, muera por enfermedades y más ahora por una mierda como el coronavirus. Contéstenme algo válido porque les voy a romper el culo a cada uno de ustedes.
-Por algo Dios hace las cosas y él sabe mejor que nadie lo que hace y por qué...
-¡Dije una respuesta válida! No respondieron mi pregunta.
No sabían qué otra cosa decir, y yo seguí despotricando. Del otro lado los demás miembros del grupo estaban atentos a la escena. -Bien, de la misma forma que ustedes no saben lo que les pregunté, Dios nos hizo a los ciegos, sordos, homosexuales, cabezas de corcho y cara de pija como ustedes, para que cada uno de nosotros conviva con esa discapacidad física o mental que les tocó en suerte y aprendan a sobrellevarla. ¿O se creen que yo soy un infeliz que se quedó ciego recientemente y va a pedir moneditas porque no sabe ni limpiarse el culo? Miren. Yo sé que muchas de ustedes son amas de casa, por ejemplo, y muchas de ustedes viven y han vivido como pueden. Todo perfecto, no tengo nada en contra aunque siempr eespero que la vida tal como la viven sea siempre voluntad de ustedes, no contra su voluntad por el machismo que hay por ahí. ¿Por qué Dios permite tanto machismo desde el principio de los tiempos? Pero a lo que voy, no se crean que yo soy mucho menos capaz de ustedes porque se equivocan mal, y firman sin quererlo su sentencia de muerte. Ojalá que Dios no permite que yo mate a bastonazos ni torture al próximo que me diga pelotudeces, porque yo creo que Dios no lo va a poder evitar. Soy más capaz que ustedes, y no amenazo, aviso. Y el que avisa no es traidor. -Para afirmar lo que dije acesté un fuerte bastonazo no sé a quién, pero por lo que oí una de las chicas fue herida.
-Fer, no queríamos decir nada de eso -dijo otra de las señoras intentando salvar la situación.
-Nosotros sabemos que sos muy capaz -agregó otra de las chicas.
-No importa lo que hayan querido o no decir, el hecho fue como fue y este maricón retrasado mental que se debería morir de cida o coronavirus cuanto antes, ya me llegó al límite. Si ustedes no quieren correr la misma suerte que él, compórtense y empiecen a verme como ven a cualquier otra persona. Donde escuche un comentario pelotudo van a conocerme. Yo siempre respeté todas las religiones, y respeto la de ustedes. Respeto la ignorancia que no se dan cuenta que tienen, y respeto que para ustedes esa sea la verdad absoluta, pero ya pensar que somos ciegos, homosexuales o lo que coño sea a causa del diablo y predicar pelotudeces de las que no están ni enterados respecto a nosotros, ya es harina de otro costal. Yo ya les advertí.
¿Ustedes creen que soy tan mierda como para haberme rebajado a todo eso?
Bueno, lo dejo a juicio de cada quién.