Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

Hoy es jueves 2 de abril del año 2020, debería ser un día lleno de colorido, pues aquí en mi ciudad se festeja el día de las flores, te describiré en forma breve el festejo de este día: Desde el templo de San Francisco hasta la Plaza de la Paz, pasando por supuesto por el jardín de la Unión, se llena de puestos con flores de todo tipo, incluidas plantas diferentes, adornos hechos con cascarones de huevo en muchas presentaciones ya sea en canastitas o varas tomando la figura de algún personaje de caricaturas, animales o super héroes. La ciudad bastante iluminada se llena de risas y bailes por doquier, aquí estudiantinas, allá grupos musicales: ya sea norteños, bandas, mariachis, etc. Bailes en distintos salones que suele durar hasta el amanecer, de ahí las personas se trasladan al salir el sol hasta el jardín en donde compran las flores para regalar a sus amadas o amigas. Aprovechan los jóvenes para darle flores a las chicas que les gustan y al filo del medio día en los negocios se empieza a repartir la nieve o el agua a las personas que pasan por ahí. Otros tantos van en caravana a las minas en donde aparte del agua o nieve, se reparte caldo de camarón para los crudos del día.
Esto es lo que debería de estar ocurriendo, sin embargo, estamos recluidos en nuestros domicilios por causa del corona virus, hay quien está tranquilo pero también mucha gente teme al futuro incierto pues se quedaron sin trabajo por lo tanto sin fuente de ingresos, otros tantos tienen que salir de sus casas porque no pueden dejar de trabajar entre ellos: policías, bomberos, recolectores de basura y sobre todo los que pertenecen a alguna unidad de salud como lo son nuestros médicos, enfermeras y otros que al igual que ellos son importantes para mantenernos vivos.
Hoy leí una publicación de mi hija, ella es enfermera, con esas palabras en tono de despedida me desgarró el corazón, porque, aunque todos sabemos que no tenemos la vida comprada, ellos se la están jugando por un pueblo que muchas veces ni siquiera se los agradece, inclusive los maltratan o los ven mal, sin detenerse a pensar por un instante que si no fuera por ellos tal vez ya no estuvieran leyendo todo cuanto se sube a las redes.
Así que este grito que hoy elevo al cielo es por ellos, todos nuestros héroes desconocidos, ya sean los que nos cuidan, los que mantienen limpia la ciudad, los que mantienen a los enfermos con cuidado y aún a aquel que abrió hoy su tiendita para que no faltara comida en nuestro hogar.
Por ellos y porque no quiero abrazar los uniformes de mi hija, sino abrazarla a ella todo lo que me resta de vida, gritaré esta noche, mañana y toda la vida ¡¡¡vivan por siempre nuestros héroes!!!
Marilupis
Nota: este año deberían suspender este tipo de festejos pero nada… que se llevarán a cabo a pesar de los muchos contagios que se siguen dando aunque la gente se haya vacunado.