Texto publicado por stocking

La curiosidad no siempre mata, a veces puede ser de mucha ayuda.
Tengo una compañera en el trabajo que es sorda. Por mucho tiempo me hablaron de ella y nunca pude conocerla, en parte porque trabajábamos en áreas distintas, en parte por el prejuicio de que si yo no veo y ella no escucha no podríamos comunicarnos. La vida se encargó de juntarnos y hacernos trabajar en el mismo lugar, desde ese día no he dejado de sorprenderme y aprender.
Hoy estaba sentada enfrente de ella y en un momento me llamó mucho la atención escuchar que le estaba dando al clic como si no hubiera un mañana. Siempre la escucho moviéndose, haciendo videollamadas, escribiendo... nunca preguntaba qué hacía por no molestar o parecer chismosa, pero me ganó la curiosidad y le escribí un mensaje, (bendita tecnología) preguntándole si estaba jugando algo porque se escuchaba mucho el clic y me respondió con algo así como: no funciona, ayuda.
Nadie se había dado cuenta que necesitaba otro ratón para su computadora, la veían pero nadie le puso atención hasta que mi curiosidad me hizo preguntarle por ese sonido que todos pasaron por alto.
Al final no solo pude ayudarla, también aprendí muchísimo.
PD: no se si estoy más feliz por poder deletrear mi nombre en lengua de señas, o porque también aprendí la seña de “gracias”. o por cómo me hace tocar objetos cuando quiere algo, por su sonrisa cuando me sale bien una seña, o por cómo me corrige con toda la paciencia del mundo acomodando mis manos mientras dice: nnoo, ati, o por todo eso junto.
#Comparte #Ayuda #Aprende
Sary, 19 de Agosto de 2021