Texto publicado por yunior tamayo

Quiero contarte una historia, por favor lee hasta el final.
Es la vida de alguien que nació ciego, fue duro para sus padres. Era su primer hijo y en la familia jamás hubo un antecedente. Los médicos y sicólogos, le aconsejan a sus padres que debían buscar la forma que su hijo creciera, como los demás niños para no afectarlo sicológicamente.
Esto se cumplió dentro de lo posible, su infancia, fue muy bonita. Aprende a montar bicicleta y caballo, a bolar papalote, correr, jugar dominó y ajedrez. Logros impresionantes, si tenemos en cuenta su ceguera, lo hacían muy popular y admirado entre vecinos, amigos y familia.
La situación se complica en la adolescencia, fue el primer ciego que consigue estudiar en una secundaria de la enseñanza normal en su ciudad natal y luego en un pre en el campo.
Cuando comienza el curso, aumenta su popularidad y amigos, pero cuando comenzó a interesarse por el sexo opuesto, las chicas comentaban; ¡es muy bonito verdad! Lástima que es ciego, según pasaban los años, aumentaban esos criterios de las muchachas.
A aquel joven se le fue endureciendo el corazón al ver que jóvenes menos apuestos y de menos nivel académico que él, eran clamados por las mujeres y el seguía solo como siempre. Otro en su lugar abría tirado la toalla, abandonado la escuela y pasado el resto de su vida de merolico o viviendo solo, como tantos ciegos en esta ciudad. Pero ese hombre tenía sueños, metas y muchas cosas por demostrarse a sí mismo y a los que lo miraban como si valiera menos que un perro.
En el pre, tuvo que aprender a bailar, fumar, a cantar a declamar, también se convierte en un gran estudiante, en fin en un referente, a la hora de estudiar, recrearse y más. Sobre todo en onceno y doce.
Fue también un gran estudioso del sexo opuesto y las relaciones sexuales, leyendo todo lo que aparecía sobre el tema, preguntando a amigos de mucha mayor edad. Sobre los puntos más excitantes de las mujeres, sobre qué y cómo hacer para que ellas llegaran al orgasmo. A medida que aprendía lo iba poniendo en práctica.
Luego vino la universidad, y después de graduado, ha tenido una exitosa carrera, hijos, totalmente sanos, y mujeres. Pero aquel hombre des de joven siempre tuvo claro que un ciego difícilmente hallará en nuestros días una mujer capaz de amarlo de corazón. Solo que han pasado los años y hoy este hombre a pesar de las burlas, el falso cariño que le han dado, alberga en su corazón la esperanza de que en este mundo, haya una mujer que pueda amarlo.
Él piensa que la mayoría de los hombres, ven en las mujeres dos cosas fundamentales. Sexo y una señora que les dé hijos y lo atiendan, por eso tantos divorcios, hijos que se crían sin padres y tantas personas con el alma hecha pedazos, más este hombre cree que hay mujeres que valoran mucho, cosas más importantes para ellas como que las escuche su hombre, que esté pendiente de todas sus necesidades, materiales y espirituales, que no pase un día sin que la haga sentir la mujer más especial de la tierra para él, le haga sentir que no hay tesoro más valioso en esta vida que el amor sincero de una mujer.
Yo para no cansarte más de lo que ya lo he hecho no te relataré episodios de su vida. Que le han hecho perder por momentos la fe, el deseo de vivir y hasta la ilusión de levantarse al llegar el día.
Ese hombre soy yo. Que cuando he caído devastado por los golpes de la vida, traición de amigos y amores. Me tomo un tiempo y me digo que si todavía mi Dios me tiene vivo es porque aún hay alguien especial para mí. si eres mujer y mis palabras han tocado tu corazón. escribeme.