Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día lunes 1 de julio del año 2024.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día lunes 1 de julio del año 2024.

Sé un ejemplo para los fieles por tu manera de hablar (1 Tim. 4:12).

Como Jehová nos quiere, nos dio la capacidad de hablar. Pero ese regalo se usó mal. Satanás le mintió a Eva, y por culpa de esa mentira los seres humanos somos pecadores e imperfectos (Gén. 3:1-4).
Adán no usó bien la capacidad de hablar cuando culpó a Eva y al propio Jehová de sus errores (Gén. 3:12).
Caín le mintió a Jehová después de haber matado a su hermano, Abel (Gén. 4:9).
Hoy día es casi imposible encontrar una película que no tenga lenguaje grosero. Y este es el tipo de lenguaje que se usa en los centros escolares y en el trabajo. Si no tenemos cuidado, podríamos acostumbrarnos tanto a escuchar malas palabras que hasta empezáramos a decirlas nosotros. Como los cristianos queremos agradar a Jehová, no solo evitaremos el lenguaje obsceno, sino que nos esforzaremos por usar la capacidad de hablar de la manera correcta: para alabar a Jehová.
w22.04 4 párrs. 1-3

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

1 Timoteo 4:12.
No permitas que nadie menosprecie tu juventud. Más bien, sé un ejemplo para los fieles por tu manera de hablar, tu conducta, tu amor, tu fe, tu castidad.

O “pureza”.

Génesis 3:1-4.
Ahora bien, de todos los animales salvajes del campo que Jehová Dios había hecho, la serpiente era el más cauteloso. Ella le preguntó a la mujer: “¿De veras les dijo Dios que no pueden comer de todos los árboles del jardín?”. 2 La mujer le respondió: “Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3 Pero, del fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios dijo: ‘No deben comer de él; no, no deben tocarlo. Si lo hacen, morirán’”. 4 Ante esto, la serpiente le dijo a la mujer: “De ningún modo morirán.

O “astuto”.

Génesis 3:12.
El hombre contestó: “La mujer que me diste me dio del fruto del árbol y yo comí de él”.

Génesis 4:9.
Más tarde, Jehová le preguntó a Caín: “¿Dónde está tu hermano Abel?”. Él le contestó: “No sé. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?”.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower.
jw.org