Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día sábado 31 de agosto del año 2024.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día sábado 31 de agosto del año 2024.

El amor a Dios consiste en esto: en que obedezcamos sus mandamientos (1 Juan 5:3).

Su amor por Jehová se ha hecho más fuerte a medida que usted ha aprendido más de él. Seguro que desea que su amistad con Jehová siga creciendo ahora y por la eternidad, y eso es posible. Con sus palabras y sus acciones puede alegrar el corazón de él. De hecho, Jehová lo anima con cariño a hacerlo (Prov. 23:15, 16).
Lo que usted decida hacer con su vida demostrará si realmente ama a Jehová. Llevar una vida que agrade a Jehová es la mejor decisión que usted puede tomar. ¿De qué manera puede demostrarle su amor? Primero, debe hacerle una oración especial para decirle que se dedica a él, el único Dios verdadero (Sal. 40:8).
Después, debe bautizarse para hacer pública esa dedicación que ha hecho en privado. Su bautismo es un momento muy feliz, que marca un antes y un después en su vida. A partir de ese día ya no vive para usted, sino para Jehová (Rom. 14:8; 1 Ped. 4:1, 2).
Eso quizás parezca un gran paso, y sin duda lo es, pero le da la oportunidad de disfrutar de la mejor vida posible.
w23.03 5, 6 párrs. 14, 15

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

1 Juan 5:3.
Porque el amor a Dios consiste en esto: en que obedezcamos sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga,

Proverbios 23:15, 16.
Hijo mío, si tu corazón se hace sabio, mi propio corazón se alegrará. 16 Lo más profundo de mi ser se llenará de alegría cuando tus labios hablen lo que es justo.

Lit. “Mis riñones se alegrarán”.

Salmo 40:8.
Hacer tu voluntad, oh, Dios mío, es un placer para mí, y tu ley está en lo más hondo de mi ser.

O “es mi deseo”.

Romanos 14:8.
Porque, si vivimos, vivimos para Jehová y, si morimos, morimos para Jehová. Así que, tanto si vivimos como si morimos, le pertenecemos a Jehová.

1 Pedro 4:1, 2.
Puesto que Cristo sufrió en la carne, ármense ustedes también de la misma actitud mental; porque la persona que ha sufrido en la carne ha abandonado los pecados 2 a fin de no seguir viviendo el tiempo que le queda en la carne para los deseos de los hombres, sino para la voluntad de Dios.

O “resolución”, “determinación”.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower.
jw.org