Texto publicado por Sarita Guerra

Un ciego en kung-fu? sí es posible! jaaa ni que fuéramos unos inútiles incapaces de hacerlo como los convencionales/videntes.

Lalo, Miguel de Portugalete entre otras personas me han preguntado.
¿Cómo le haces?
Bueno, vamos paso por paso jejejeej.
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Una amiga me comentó que su maestro de kung-fu sabía pasar energía con la cual podían detener el proceso de pérdida de vista, o bien sanar mis ojos, entonces me dije a mi misma, mi misma, por qué no intentarlo.
Un buen día fui, los escuché entrenar y bien padre, todo bien.
Tootal, un viernes le dije a mi amiga que si yo no podía entrenar con ellos, por aquello de lo visual y blablablá, le preguntó al maestro y este le dijo que si, que hasta iba a ser mas fácil para mi porque aprendía mas rápido y contaba con mejores capacidades para percibir las cosas.
Eso fue suficiente para que el siguiente lunes me animara a ir.
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La regla de todos es estar viendo hacia en frente, yo dije, aja y cómo quiere que haga eso si muy a penas puedo ver al suelo! total lo intenté.
Mi maestro lo que hace es decirles a todos lo que tienen que hacer, y después va conmigo y me explica los ejercicios, como acomodar pies, manos, torso, dedos, mirada y dirección.
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Para hacer las posiciones de kung-fu pues tenemos que acomodarnos de ciertas maneras, siempre hay que mirar la mano o el puño de el brazo que esté hacia adelante, aveces hay que estar de lado pero con los pies hacia en frente, la verdad que es medio batalloso pero uno se acostumbra ajjajajaja.
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Lo que tiene el kung-fu es que como se maneja cuerpo, mente, espíritu y alma pues el trabajo es muy pesado, hay disciplina, concentración, y sobre todo una humildad, quien no es humilde de espíritu nunca llegará a nada, para ser maestro debes ser humilde.
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Aquí se está de pie, torcido, en el suelo, en el aire, en fin, tantas cosas que quisiera decirles que hacemos pero no debo hacerlo, es regla de estudiante.
Se preguntarán, por qué no compartir conocimiento? es muy simple.
Las clases, aprender formas, los seminarios.....etc son muy caros, el simple uniforme cuesta 750 u 800 pesos mexicanos el cual incluye pans, playera, un chaleco y un saco/kasaca. Entonces como para regalar el conocimiento así nomás pues no, como dice mi maestro, nosotros nos esforzamos, lo trabajamos y gastamos en ello, no es muy agradable regalarlo, hay que ser celosos con nuestro kung-fu.
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¿Qué me ha dejado?
Mejor espíritu, tranquilidad, el hacer o intentar hacer todo con excelencia, buena salud física, me siento mejor persona, con un carácter mas fuerte pero controlado, ya no soy extremadamente celosa! bueno, sí lo soy porque jamás cambiamos, lo que sí hago es controlarme ejejejejejej.
.......Mi vista, mi vista es mas clara! no me duelen tanto los ojitos y la presión está controlada.
Lo que me dice mi maestro es;
......Usted mire al frente, usted mire sabiendo que ve a la persona que está ahí, nada de que no veo, usted ve nadia, usted puede ver.
Al entrenar vamos trotando a modo de calentamiento, éramos poquitos porque muchos fueron a hacer otras cosas mas avanzadas, y el maestro no me puso guía para trotar, noo, me fui solita! otra vez fui capaz de ver a la persona que estaba en frente, eso fue genial ejejejej.
Y al hacer ejercicios, pude ver los brazos de mi compañera.
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Ya no se que mas decirles, bueno, sí sé.
No sean tontos no se dejen, aquí está el ejemplo de que sí podemos practicar artes marciales, no somos tontos, inútiles o idiotas como para no hacer cuanto nos venga en gana, sí hay límites pero uno sabe si se queda estancado o como decimos acá, le dan para adelante.
Fierro compas, nada de rajarse, nada pa atrás ni pa agarrar vuelo jejejejeejej, y si les cierran puertas, pos hay ventanas carajo jajjajajaj, el día que les digan que no pueden, ríanse de esa persona, que les hagan una prueba haber de que cuero salen mas correas, y yo en su caso si lo logro, les escupo a la cara, me doy la vuelta y los dejo con las ganas de tenerme ahí, nomás pa que sepan que no tenemos necesidad de humillárnosle a naiden.
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Sobres mijos, no se dejen de nadie, si les dicen que no ustedes digan que si, haber quien gana, y si no, pos vengan pa monterrey, aquí está mi maestro el cual jamás me ha humillado, ni me ha hecho menos, ni mucho menos me dice no puedes.