Enlace publicado por Sergio Covarrubias
relato y canción. el hombre del piano.
pista echa por mi.
dar enter en abrir el enlace para escuchar.
relato/reflección.
no se por qué, siempre que boi a ese restaurante hay un hombre extraño al piano.
pero que hay de extraño en ese hombre? si muchos hombres tocan el piano!
lo extraño es que, el toca la misma canción, siempre es la misma canción.
yo iba solo de paso a ese lugar, con el fin de tomar un café. entré, y todo era normal, hasta el misterioso hombre del piano.
me dio curiosidad, y me aserqué a hel. caballero, disculpe, puedo hacerle una pregunta?
el hombre dejó de tocar aquella triste canción y bolteó la cara hacia mi. en que le puedo servir?
me sentí un poco abergonsado. por qué siempre toca la misma canción? el hombre dejó caer una lágrima en su mejilla.
después de un incómodo silencio, el comenzó. es triste, comenzó a decir el hombre llorando. cuando una mujer te deja con iluciones, y no se pueden cuplir.
yo me comensé a sentir mal, por la reacción que este estaba teniendo. disculpe buen hombre, no quería recordarle nada malo. no se creocupe, interrumpió el. no es nada malo, simplemente es algo tonto, algo que yo no supe aprobechar.
ella se fué y ya no supe más de ella. esa canción fue aquella con la que todos se burlaban de mí.
el hombre se dio la vuelta al piano y continuó su melaancólica canción.
por alguna razón, el mismo se decía. toca, biejo perdedor, que haces que me sienta bien...
me salí de allí pensando en lo que el hombre abía dicho.
una bes en el auto estaba una misteriosa muchacha mirando sin decidirse si entrar o no al lugar.
el auto no quiso encender, hací es que decidí entrar a pedir ayuda. cual fue mi sorpresa que, cuando ella entró, (ya con un acompañante), el himbre del piano se lebantó y comenzó a llorar. salió de allí y desaparesió.
nunca me abía dado tanta lástima una persona, y me pongo a refleccionar. hay veses nosotros nos enamoramos de cosas proibidas, que ya tienen dueño, y nos aferramos a ellas con tanta fuersa que, terminamos hasí, como el hombre del piano.
la pista fue echa por mi, con mi teclado y ella en mi mente.