Texto publicado por AnaBC

Mi historia de amor.

Hace unos años, cuando andaba un tanto liado, mientras intentaba aclarar
mis ideas y mis sentimientos y reconducir toda mi situación poniendo patas
arriba todo lo que me rodeaba, utilizaba el messenger con frecuencia para
charlar con gente de todo el mundo. Esto me servía como una válvula de
escape a mi triste existencia en un matrimonio en el que no había nada más
que unos papeles que decían que estaba casado con una señora.
Después de pensar mucho en los pros y los contras tomé una de las
decisiones más acertadas de mi vida y en 2008 decidí acabar con esa
relación.
Justo por aquel entonces, no se muy bien si porque la busqué o porque vino
a mí, apareció en mi messenger una personita que salía como ana0_0_7.
Yo la veía conectada algunas veces y en alguna ocasión le abrí una ventana
para saludarla.
La primera vez que la llamé fue muy gracioso porque, como mi hija se había
abierto una cuenta que tenía un nombre parecido, la confundí con ella. En
otra ocasión creía yo que era otra persona y esa vez charlamos un ratito
más, pues le pregunté que de donde era y estuvimos charlando cinco
minutitos.
Fue pasando el tiempo y un día, no se porqué, la llamé al messenger y en
esa ocasión empezamos a chatear más tiempo. Era una tarde de sábado por lo
que no teníamos que trabajar ninguno de los dos. Cuando llevábamos una o dos
horas chateando nos dimos el skype.
Esa noche estuvimos chateando por skype toda la madrugada contándonos
cosas que habíamos vivido, nos dimos cuenta de que habíamos tenido
experiencias muy parecidas y empecé a sentir por esa chica una conexión
especial.
Desde ese momento abría mi skype o mi messenger y si la veía entraba a
saludarla.
Una de las veces que estábamos chateando me dijo que estaba hablando con
una amiga por skype y me preguntó si yo podía echarle una mano con un
problemilla informático.
Entonces yo le dije que sí, que la llamaba, pero ella me dijo que no, que
se lo escribiera. Yo insistí, le dije que la llamaba y que me cogiera el
skype. La empecé a llamar y después de un montón de tonos por fin se atrevió
a cogerme el skype.
estuvimos charlando por voz, su amiga Rafi, ella y yo.
Desde ese momento ya se atrevió a hablar por skype conmigo, aunque siempre
con alguien de por medio. Poco después, nuestras conversaciones fueron mucho
más frecuentes, diarias, porque a ella y a un chaval que ella conocía de su
colegio, se les ocurrió abrir un foro y me lo comentaron.
Desde ese momento diariamente nos veíamos por skype y charlábamos un
ratito, siempre con este otro chaval de por medio.
Así fue pasando el tiempo, fui conociendo mejor a Ana y cada día me
gustaba un poco más. Ella lo sabía, este otro chaval también y entre los dos
me tomaban el pelo.
En una ocasión les dije que no me gustaba lo que hacían y ana me dijo que
no lo haría más. Así fue, desde ese momento ya no le seguía el cachondeo a
este chaval.
Cuando pasaron unos dos meses desde que ella abriera el foro, ya
empezábamos a quedarnos solos en skype de vez en cuando.
Una de esas veces le declaré mis sentimientos. Le dije que ella me
gustaba. Ana nunca dijo que no a casi nada de lo que le proponía o le decía.
De hecho, a los tres se nos ocurrió la idea de hacer una quedada en
sevilla con la gente del foro que ellos moderaban. Como aquello no pudo
hacerse, de todas maneras, este chico y yo le dijimos a Ana que podríamos
quedar nosotros tres y vernos. Ellos se conocían del cole pero yo no les
conocía a ninguno de los dos.
Ana dijo que sí. Bueno, no dijo que no, porque ella cuando dice que sí es
porque no dice que no (sonrisa).
Antes de que nos viéramos, habíamos quedado en vernos en junio, ana y este
chaval tuvieron una discusión fuerte y se pelearon. Yo me puse del lado de
ella porque, además de que tenía razón me gustaba mucho y no quería perder
su amistad que era lo único que en ese momento podía ofrecerme Ana.
Por aquel entonces ella ya me había dado su teléfono de casa y su móvil y
yo la llamaba con frecuencia.
conforme se iba acercando la fecha en que nos conoceríamos yo me iba
poniendo cada vez más nervioso, pues no era capaz de imaginar como podría
llegar a ser ese encuentro, ni me hacía una idea aproximada de loque sería
estar unos días a solas en casa de la chica que tanto me gustaba, pues nunca
me había pasado algo parecido. Me resultaba emocionante saber como era,
tenerla cerca de mí...
Y por fin llegó el día. El viernes 9 de junio me fui en avión a Sevilla.
Llegué a su trabajo cuando estaba a punto de cerrar y en cuanto la abracé
supe que tenía junto a mi a la chica de mi vida.
Desde entonces y hasta ahora han pasado dos años y medio pero cada vez que
la escucho, que pienso en ella, que la tengo junto a mí, se hace mucho más
grande ese amor que siento por ella.
Ana, te quiero muchísimo, mi amor.
Un besazo.