Texto publicado por Rody Armando Mora

RELATO ERÓTICO!

Como siempre, se puso a su espalda y cerró los ojos sin decir palabra.

Deslizó sus dedos rozando la blusa y buscó los botones para liberarla.

Alcanzó luego la cintura elástica, desabrochó un botón y bajó la falda casi sin rozarla. Tanteó los bordes del sosujetador de seda que con manos diestras dejó que cayera. Hizo lo mismo con las medias negras y deslizó la pequeña tanga entre sus piernas.

Cruzó entonces sus sólidos brazos bajo los pechos de ella, la elevó en el aire y libró sus tobillos del ovillo de tela.

Cuando estuvo desnuda, dudó si mirarla o prefirió el recuerdo de noches lejanas.

Consintió un ambiguo desliz de sus manos para acariciarla pero se resistió luego a que jugaran sus labios.

Suspiró un segundo, olió a lo que olía y sintió que todo giraba en el mundo.

Tomó otro pantie y otro sostén diminuto y, esta vez sin medias, comenzó a vestirla.

Le puso un top de color plateado y una blusa blanca que se transparentaba, un pantalón pirata y un bolso de paja.

Y cuando estuvo seguro que estaba perfecta, sin siquiera mirarla, buscó otra vidriera, otro maniquí donde seguir trabajando...