Texto publicado por José Luis Rios

Ayudar a los mayores

Donativo de 5.000 euros al Colegio de Ciegas de San Rafael. Lo entregó la fundación Huellas de Solidaridad y lo utilizarán para cambiar la calefacción

El Colegio de Ciegas de San Rafael acoge permanentemente a 10 mujeres mayores invidentes sin recursos ni familia

El colegio de ciegas San Rafael de Ategorrieta acaba de recibir un regalo de Navidad anticipado. La fundación Huellas de Solidaridad, dedicada a ayudar a ancianos sin recursos en todo el país, entregó la semana pasada un donativo de 5.000 euros a este centro social con más de 100 años de trayectoria asistiendo a mujeres invidentes.
La responsable de este colegio, Mari Carmen Lizarralde, recuerda con emoción y asombro la llamada de un colaborador de esta fundación para informarles de que eran las destinatarias de una gratificación económica por su labor comprometida con ancianas invidentes sin recursos ni familia. «Ha sido una sorpresa muy grata. Estamos muy contentas con el gesto que ha tenido esta fundación con nuestro colegio. Es bonito destacar que haya todavía gente que trabaje calladamente en este tipo de causas. Las personas que nos entregaron el talón nos explicaron que esta organización colabora con residencias u otro tipo de talleres de ancianos mediante donaciones económicas realizadas por los ciudadanos. Conocían de nuestra existencia, porque uno de sus miembros viene a tocar todos los años la tamborrada y lo comentó al patronato de la fundación. Nosotras tenemos recogidas y asistimos de modo permanente a 10 mujeres mayores invidentes que carecen de medios económicos y familiares que se hagan cargo de ellas. El donativo ya lo tenemos prácticamente gastado. La semana pasada se nos estropeó la calefacción, así que lo destinaremos a este fin», explica Mari Carmen Lizarralde.
El colegio de ciegas San Rafael fue fundado en 1905 por las dominicas de la congregación Pía Unión de Santo Domingo en el barrio del Antiguo. Posteriormente, trasladaron su ubicación a su actual sede en la villa San Antonio de Ategorrieta. Sus labores principales se han centrado en la escuela, donde instruían a sus alumnas en la adquisición de ciertos hábitos de autonomía, lectura o música; y en el taller, en el que enseñaban el oficio de restauración de muebles o confección de redes, sillas de rejilla y cubre-radiadores. «Ahora nos dedicamos a cuidar de estas 10 mujeres. Después de asearlas y darles el desayuno, las llevamos a una sala donde algunas de ellas reparar muebles o se entretienen con la radio o libros sonoros y en braille. En la actualidad, hay menos vocación religiosa, con lo que es más difícil continuar con esta labor. Únicamente estamos tres seglares y varias personas contratadas. Acabamos de crear una fundación para que se haga cargo de esta obra. Sería una residencia mixta dirigida, principalmente, a personas invidentes con algunas deficiencias mentales y sin recursos. Aunque hemos acometido algunas mejoras en el edificio, no cumplimos con la normativa vigente de accesibilidad. Esperamos que las instituciones se impliquen y se pueda continuar con este servicio», añade.
Huellas de Solidaridad
La fundación Huellas de Solidaridad surgió hace cinco años en Cantabria con el propósito de fomentar la solidaridad, mejorar la calidad de vida y defender los intereses y derechos de los mayores necesitados. «Trabajamos desinteresadamente por ayudar a nuestros mayores necesitados y a las entidades que los atienden, básicamente, centros religiosos que no reciben grandes subvenciones públicas. En las grandes ciudades como Madrid, se ven con mayor frecuencia a ancianos pidiendo dinero y alimentos por las calles. Debemos concienciar a la sociedad para que intenten dejar solucionado antes su futuro y no lleguen a estos extremos cuando se jubilen. A lo largo del año, desarrollamos campañas de recaudación de donativos para proyectos que luchan a favor de estos colectivos. Cuando reunimos una cantidad de dinero importante, lo donamos. La última donación ha sido para el Colegio de Ciegas de San Rafael. No sólo contribuimos con dinero, sino también con nuestro tiempo. La gente que desee conocernos o realizar alguna aportación económica puede hacerlo a través de nuestra web (www.huellasdesolidaridad.org)», explica Emilio Montaraz, fundador de Huellas de Solidaridad.

YOLANDA SÁNCHEZ | SAN SEBASTIÁN.