Texto publicado por Ana
Soñar y dormir.
Soñar y dormir, no es la misma cosa. El que duerme no sueña, no ve, no recuerda, no crea. Simplemente existe de manera comoda y ociosa. Soñar y dormir, no es la misma cosa. Acaso por eso está permitido que soñemos despiertos. Porque solamente es capaz de soñar quién no está muerto.
Desde muy joven, he descubierto que el más infimo de mis sueños es más grande que la realidad. Lo que llamamos "lo real", "lo concreto", el sitio "de los pies en la tierra", es de todos los lugares que habita el alma, por mucho, el más pequeño.
Soñe con curar, mientras la realidad soñaba con "recortar presupuesto". Soñé con enseñar, mientras la realidad soñaba con "Pasar el momento". Soñe con un país hermoso, mientras la realidad soñaba con "quedarse con lo nuestro". El más pequeño de los sueños es mas grande que todo lo concreto. Y aunque al decirlo, te produzca una herida, ten siempre presente que "El más pequeño de tus sueños es más grande que la vida".
Un sueño es solución, es cambio, es creación. Sueño es expresión del alma en el cuerpo retenida. Soñar es "dar a luz". Soñar es "dar vida". Soñar es "de la nada crear la maravilla". Soñar es ser el ave Fenix resurgiendo de las cenizas. Soñar es vida. Y una sola definición no atrapa en la palabra toda la maravilla. Que soñar es un milagro. Como sembrar es hacer florecer la vida.Soñar es bendición, con la que el altismo nos guía.
El mundo que conoces, Lo que tus ojos alcanzan, La mas grande o más pequeña maravilla de la vida, son hijos de un sueño que ha sido soñado algún día. Tu misma, en cada microscópica porción, Tu compleja formación, tu majestuosa maravilla, eres producto de un sueño al que alguién se atrevió cierto día.
Ama los sueños, más que a la realidad de cada día. Porque en el corazón de cada sueño late la vida. Los sueños son amor hecho energía. Expresión del alma divina regalandonos maravillas. No hay sueños grandes ni pequeños. Porque cada sueño es poesía. No le temas a los sueños, amalos con alegría, porque los sueños nos fueron dados como mágia divina, para ampliar a cada instante los horizontes de la vida. Y aunque tu no lo entiendas, y no puedas creer todavía, esa es la razón por la que sueño contigo, cada instante de cada día.
Anónimo.
Saludos: Anna.