Texto publicado por Leandro Benítez

Sinopsis:
"¿Te sientes solo, aburrido, desdichado, inseguro o insatisfecho y, a pesar de todo, pones cara de felicidad, fingiendo que todo va bien? Si tu respuesta es afirmativa, tranquilo, ¡no eres el único! Los últimos estudios científicos sugieren que vivimos prisioneros en una trampa invisible: un círculo vicioso en el que cuanto más luchamos por alcanzar la felicidad, más sufrimos a largo plazo. Por fortuna, escapar de «la trampa de la felicidad» es posible gracias a una nueva e innovadora psicoterapia conocida como Terapia de Compromiso y Aceptación (ACT)".

Comentario del Libro
David Cortés Pendón
Psicólogo Comunitario.
Ayuntamiento de Granada
La Terapia de Aceptación y Compromiso -ACT- (Hayes y Strosahl, 2004; Hayes, Strosahl y Wilson, 1999; Wilson y Luciano, 2002) se ha convertido en uno de los desarrollos más recientes del conductismo radical en el tratamiento de los problemas psicológicos.
Muy resumidamente, ACT plantea la necesidad de abandonar los esfuerzos (luchar) para eliminar aquellas sensaciones, pensamientos o sentimientos valorados como aversivos o molestos (tristeza, preocupaciones…) y aceptarlos tal y como son… si lo que se quiere es vivir una vida plena y satisfactoria.
Para romper con esa situación continua que genera problemas, esta terapia propone como alternativa a la evitación (experiencial), la aceptación. Este concepto, de acuerdo con Ferro (1998) no significa «resignación», sino tomar activamente un evento o una situación, implicando un proceso de sentir sentimientos como tales sentimientos, de pensar pensamientos como tales pensamientos y de recordar recuerdos como tales recuerdos. Es decir, aceptar consiste en no evitar, controlar o cambiar los elementos que forman parte de la contingencia. Se constata que aceptar en vez de evitar permite que las personas puedan dirigir su vida hacia metas que son personalmente valiosas.
En suma, la ACT trabaja entre la aceptación y el cambio. Entre aceptar lo que no se puede cambiar y comprometerse a cambiar lo que sí se puede y merece la pena para la persona.

El libro del Dr. Harris trata de todo ello. Este libro, escrito con gran maestría y claridad, se ofrece como un manual de autoayuda basado en los principios de ACT dirigiéndose a todos los públicos con un lenguaje llano y nada barroco.
La premisa de partida es: ¿cómo puede ser una trampa buscar la felicidad, cuando nos han dicho que eso y no otra cosa es lo que da sentido a la vida? El autor pone los 6 pasos propuestos por ACT al servicio de desenmascarar esa trampa y de esta manera, va fluyendo el libro.
Así, es interesante el cambio de denominación de alguno de estos pasos: defusión (distanciarse de los eventos privados con funciones aversivas: reconocer pensamientos, imágenes y recuerdos como lo que son- sólo palabras y visiones mentales-, y dejar que vengan y vayan como gusten, sin combatirlos o prestarles más atención de la que merecen), expansión (aceptación: hacerles sitio a las emociones, sensaciones e impulsos y permitirles que vengan y vayan a su aire, sin combatirlos), conexión (contacto con el momento presente o mindfulness: ser plenamente consciente de la experiencia aquí y ahora con apertura, interés y receptividad, concentrándose y comprometiéndose a fondo en lo que se está haciendo, sea lo que sea), yo observante (Yo contexto-Yo contenido: Reconocer que tú no eres tus pensamientos, emociones, recuerdos, impulsos, sensaciones, imágenes, papeles que desempeñas o cuerpo físico. Todos ellos son aspectos cambiantes constantemente de ti, pero no son la esencia de quién eres), los valores (identificar qué es de verdad lo más importante para ti. Qué tipo de persona quieres ser, qué es significativo y tiene sentido para ti), acciones comprometidas (compromiso: emprender acciones efectivas de acuerdo a tus valores por muchas veces que te salgas del camino).
Al igual que en un tratamiento basado en ACT, el libro desarrolla su exposición a través de metáforas, paradojas y ejercicios experienciales.

El Dr. Harris proporciona multitud de ejemplos, trazos de conversaciones en terapia, metáforas y ejercicios experienciales, algunos novedosos y otros adaptados a los ya conocidos (como la metáfora de los demonios en el barco, que se cita a lo largo de diferentes capítulos y es similar a la metáfora del autobús), muy útiles para el abordaje de los problemas cotidianos que presentan las personas, en consultas clínicas o en otros contextos de intervención (orientación, asesoramiento…).

El libro está organizado en 33 capítulos, estructurado en 3 partes. La parte 1ª, explica cómo se crea la trampa de la felicidad. Son 2 capítulos donde nos presenta las trampas socioverbales (4 mitos) en los que se fundamenta la trampa de la felicidad y cómo la ilusión de control de los eventos privados va minando nuestra calidad de vida.

La parte 2ª, es la más extensa. Aglutina 20 capítulos, en los cuales trata con detalle cómo transformar nuestro mundo interior. En estos capítulos explicita los principios de ACT y se detiene en explicar con gran claridad y orientado siempre hacia la práctica la (de)fusión, la conexión, la expansión y el yo observante- yo pensante.

La 3ª parte se centra en los valores y la voluntad. Son 9 capítulos dedicados a crear una vida que valga la pena vivir.

El libro tiene varios elementos muy destacables a mi juicio. Primero, la forma tan directa y natural con la que se dirige al lector, haciendo fácil uno de los avances más novedosos de la psicología actual. Pretende que se haga una lectura sosegada y experiencial, por ello continuamente pide que se hagan los ejercicios que le propone, que compruebe con su experiencia el efecto y que sólo después continúe leyendo. En segundo lugar, su enorme valía aplicada. Aporta muchas propuestas llamativamente sencillas para facilitar la defusión de los pensamientos y sentimientos indeseables. Además de la técnica “Estoy teniendo el pensamiento/sentimiento de que…” y darle las gracias a tu mente por traerte esos contenidos que tanto temes y que son tan molestos, sugiere probar la defusión con otras como los pensamientos musicales, poner un nombre a tus pensamientos molestos u otra que denomina las vocecillas tontas. Igualmente, presenta técnicas y ejercicios sencillos para facilitar la aceptación y la conexión con el momento presente y otras muchas para experienciar la diferencia entre el yo pensante y el yo observante.

De esta manera, con el mismo afán que ACT de despsicologizar los problemas psicológicos, el Dr. Harris evita centrarse en hacer un catálogo de trastornos y señalar la aplicación de ACT. Sitúa los problemas psicológicos en el lugar que le corresponden que no es otro que el de las circunstancias existenciales vitales. En palabras del autor, el único propósito de este libro es ayudarte a escapar del círculo vicioso de la trampa de la felicidad, a vivir una vida plena y llena de sentido en lugar de basar tu existencia en perseguir buenos sentimientos y evitar los malos.

Se echa en falta, sin embargo, un análisis más profundo de la génesis del yo.
De acuerdo con el autor, ACT se basa en una filosofía inherentemente optimista pues asume que, por muchos problemas que tengas, puedes aprender de ellos y crecer; que por muy duras que sean tus circunstancias, siempre puedes obtener satisfacción de vivir conforme a tus valores y que por muchas veces que te salgas del camino, siempre regresarás a él y volverás a empezar, justo donde estás. Pero ACT es algo más que querer es poder.
El Dr. Harris ha sido capaz de crear un libro que es un soplo de optimismo realista porque se centra en las acciones que puedes hacer y no en la consecución necesaria de emociones o sensaciones agradables para luego poder actuar. Compórtate de acuerdo a tus valores y te sentirás feliz, sería el eslogan.

En mi opinión, el libro es un complemento idóneo a los manuales ya existentes en castellano y puede convertirse en una obra de referencia para terapeutas, sobre todo noveles. Y por supuesto es un buen libro para todas aquellas personas interesadas en pilotar su propia vida hacia una existencia plena y llena de sentido.

Creo, sin embargo, que no es un libro especialmente dirigido a pacientes.

Recuerda: sea cual sea el aspecto de tu vida que no te satisface, aplicar los principios de ACT te ayudará a transformarlo: hagas lo que hagas, comprométete a ello a fondo. Estés con quién estés permanece presente. Cuando broten pensamientos inútiles, defusiónate. Cuando aparezcan sentimientos desagradables, hazles sitio. Y sean cuales sean tus valores, sé fiel a ellos. Y recuerda, a quienes más le da la vida es a aquellos que mayor partido le sacan a lo que la vida les da.