Texto publicado por Biviana Franco
Ramadan
Ramadán
A continuación escucharán una corta historia, de la cual cabe resaltar la gran valentía y fé de su protagonista.
En el lejano Oriente…
Contando con solo 20 años de edad, Ramadán Harris, es motivo de admiración y superación personal en el país de Egipto, del cual es ciudadano. Ramadán es un joven muy apuesto, de tez canela, cabello oscuro, sus ojos son almendrados y de un color caramelo claro que llaman la atención por donde quiera que él vaya, es un poco delgado, pero alto y de muy buena presencia.
Su historia comienza 13 años atrás…Ramadán vivía con sus padres Garry Harris y Linda Decker, eran una familia muy unida, tenían una gran casa en la capital de Egipto. Una tarde Ramadán jugaba en el jardín de su casa, mientras su madre se disponía a preparar la cena.
Nadie se había percatado que de la parte superior de la casa, salía un humo negro. El padre de Ramadán llegó unos minutos más tarde a la casa, pero era demasiado tarde, la casa estaba ardiendo en llamas y su esposa e hijo se encontraban allí dentro. Garry no lo pensó dos veces y entró a esa gran llama, encontró a Ramadán desmayado en la sala, lo sacó al patio y lo puso a salvo, de nuevo entró a la casa para sacar a su esposa, pero……Ante los ojos de Ramadán la casa se vino abajo. De igual manera con la casa, también se vino abajo la vida de Ramadán, sus sueños y lo que él mas quería, sus padres.
Este es por decir así, el comienzo del nuevo Ramadán….
Después de haber estado por 1 año hospitalizado, por quemaduras de 4 grado y al borde de la muerte, es así como Ramadán se enfrenta ahora a su nueva vida, solo, sin rumbo fijo y con su pequeño rostro desfigurado.
Él pequeño Ramadán comienza a sentir el desprecio de la gente, que por su aspecto le huyen y lo ignoran.
Ahora con 9 años de edad, el pequeño Ramadán ya sabe defenderse en la calle, tiene un puesto de verduras y unas pocas frutas, que vende en el día. Con las pocas monedas que recibe de su trabajo, el pequeño se compra un pan y un refresco y se dirige a la parte trasera de una biblioteca, la cual convirtió como su refugio. Cabe destacar que Ramadán es muy inteligete y desde pequeño tiene una aficción por la lectura. De esta manera es como Ramadán ya con 15 años de edad, es el guía de la biblioteca, sabe exactamente de que habla cada uno de los libros allí expuestos. Poco a poco Ramadán se ha ido superando, aunque todavía hay gente que lo juzga por su apariencia. Pero lo que nadie sabe es que Ramadán nunca le ha prestado importancia a la apariencia de su rostro, por que algo que jamás él ovidará, son las palabras de sus padres cuando le decían: “TÚ NO VALES POR LO QUE TIENS, TÚ VALES POR LO QUE ERES”.
Cada mañana al levantarse, Ramadán se miraba en el espejo y se repetía una y otra vez, las palabras de sus padres; Esta es la razón por la que misteriosamente, el rostro de Ramadán cada mañana lucía un poco diferente. .
Más tarde, Ramadán fue solicitado por el presidente de las bibliotecas de Egipto, esto gracias a su desempeño intachable en la biblioteca que lo vió crecer y tantas noches lo vió llorar, pero al mismo tiempo lo consoló con las páginas de sus libros.
Ramadán fue nombrado vicepresidente de las bibliotecas de Egipto. Tiempo después construyó un albergue con una gran biblioteca para niños huérfanos, inevitablemente convirtiéndose así, en el hombre más querido y respetado en todo Egipto, por su labor, su valentía , sobre todo su seguridad en sí mismo y no dejar que las circunstancias y su aspecto interrumpieran sus sueños.
NOTA: no podemos dejar que nuestro aspecto físico o discapacidad derrumben nuestros sueños e ideales!!!!
Autora: Biviana Franco
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