Texto publicado por Isabel Blanco

en la tierra un edén.

En la tierra un edén.

Gráciles destellos de luz destilan estelas de amor nocturno, dando refugio a dos corazones que en medio de la noche se aman, con carisias dulces y besos apacionados.
En la penumbra del más sublime sentimiento, logran dar origen al más inmortal de los cánticos de amor, mientras que el firmamento entona coros de celebración por tal unión.
La luna con su perfil sonríe al ver el despliegue, el mar suspira por su amor perdido, las estrellas se turnan para dar luz a los que en la tierra forman su edén.
Entre murmullos y suspiros de amor, se declaran promesas, mientras que en su interior acrecienta la voz de un corazón, que en un éxtasis divino, realza la más pura lírica del amor.
Las extensas llanuras y la magnificencia de las montañas, brindan escenarios perfectos para soñar, pero en mitad de los sueños se a escapado una realidad, que el universo en su historia quiere guardar.
La gloria de dos enamorados, será cantada en las prosas más hermosas, en los versos más románticos y en las letras más excelsas.
En sus rostros el más cristalino de los fulgores se puede ver, en sus sonrisas el secreto más dulce se puede poseer, en sus ojos la verdad del amor se puede conocer.
Las más inmensas distancias no les separarán, el mar más grande no les obstruirá sus caminos, aún menos los cielos interferirán en los deseos de quienes en la tierra an hecho su edén.