Texto publicado por Germán Marconi

El sicoanálisis .. ¡vaya timo! - Libro

hola gente!

Aquí recomiendo una lectura. El libro tiene el mismo título que esta publicación, y aquí pego parte de la introducción.
si alguien lo quiere, en un ratito publico el libro completo como archivo de Word.
Saludos!

Germán

- - - - - - - - - - - - - - -

CARLOS SANTAMARÍA Y ASCENSIÓN FUMERO
El psicoanálisis ¡vaya timo!

Colección dirigida por Javier Armentia y editada en colaboración con la
Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico
LAETOLI

-¡Válame Dios!- dijo Sancho-. ¿No le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?

INTRODUCCIÓN
Si a finales del año 2007 buscamos el término "psicoanalista" en las páginas amarillas de Internet, obtenemos 1854 entradas, en comparación con 90 para "astrólogo", 39 para "vidente" y 12 para "adivino". Si usted elige una de las tres últimas categorías, es probable que dé con un profesional que le diga cosas agradables. Por ejemplo, que usted es una persona sensible, que piensa en los demás, que es amante de su familia y de sus amigos, etc. Si, por el contrario, elige acudir a la consulta de un psicoanalista, se expondrá a escuchar las cosas más desagradables sobre sí mismo que haya oído nunca. Por ejemplo, que siempre deseó matar a su padre para poder acostarse con su madre o, si es una mujer, que su vida ha estado marcada por la envidia hacia los varones por no tener pene. En este libro trataremos de transmitirle algo de tranquilidad, pues tanto fundamento científico tienen las afirmaciones psicoanalíticas como las de los astrólogos y videntes. Por tanto, puestos a elegir, si está buscando que le engañen, es preferible acudir a quien le diga que usted es una buena persona.
Empezaremos con un breve resumen de los presupuestos del psicoanálisis, en particular de su concepción más general y aceptada por la mayor parte de los psicoanalistas: las principales ideas de Freud. En el siguiente capítulo aportaremos argumentos contrarios a que las teorías del psicoanálisis sean dignas de crédito. En concreto, intentaremos demostrar que el psicoanálisis no es una disciplina científica, aunque se haga pasar por tal, y que sus principales elementos de doctrina son arbitrarios, cuando no directamente falsos.
El criterio de validez científica usado en dicho capítulo podría ser suficiente para muchos para desechar el psicoanálisis, pero podría resultarle demasiado estricto a un lector más indulgente. En efecto, alguien podría pensar que, aunque los presupuestos del psicoanálisis no provengan de la investigación científica, o incluso se basen en fenómenos inexistentes, la práctica psicoanalítica podría tener alguna utilidad. Es decir, que hurgar en la mente de las personas en busca de ocultos y desagradables pensamientos probablemente ficticios puede tener una utilidad terapéutica o de otro tipo. Veremos que esto no es así: el psicoanálisis, además de erróneo, es ineficaz.
Aunque esperamos que el lector esté de acuerdo con nosotros en estos puntos —en resumen, que el psicoanálisis es una disciplina pseudocientífica y sin aplicación práctica—, podría pensar no obstante que, aunque el psicoanálisis no sea una disciplina científica, contenga una buena proporción de elementos falsos y carezca de utilidad, tal vez no haga daño a nadie. El último capítulo tratará de minar dicha condescendencia presentando algunas de las consecuencias negativas que puede tener, y ha tenido, la práctica psicoanalítica. Con ello intentaremos demostrar que, además de no haber razones científicas o utilitarias para creer en los presupuestos del psicoanálisis, su uso puede ser perjudicial.