Texto publicado por Germán Marconi

Sábado - Relato propio.

El sábado por la mañana es un placer madrugar. Para muchos de nosotros, los días sólo tienen importancia si hay que hacer algún trámite, o un turno al médico, no mucho más que eso. Sin embargo… el sábado … aaaah! Es otro asunto el sábado!

Madrugar el sábado es como disfrutar una copa de vino desde que elegís la botella en el mercado o la bodega. Es disfrutar la forma, esperando el fondo de la cosa. Ese placer es el equivalente al que se produce cuando vas apurado a algún sitio y tomás el colectivo a tiempo, nadie sube ni baja, el chofer está de buen humor, el tránsito está tranquilo. Llegás a tu destino un rato antes de lo que pensabas y, como no tenés a nadie antes que vos, te atienden apenas entrás. Y después te vas a caminar por algún lugar, nada más que para aprovechar el tiempo que te sobró.

Bueno, el sábado es eso. Un día que está medio de sobra, como para aprovecharlo perdiendo el tiempo. Y es un vinito que viene una vez por semana.

El lunes todavía te dura un poquito el sabor en el paladar, todavía la nariz disfruta del aroma. Si además lo compartiste con algún cariño, el saborcito perdura más.

Para el martes, entre el trabajo, las obligaciones y los horarios, el vino es un recuerdo, agradable, pero alejándose raudamente.

El miércoles es el día en que todo buen recuerdo del sábado anterior quedó sepultado en la maraña de la rutina o en el aburrimiento que avanza impetuoso.

Hacia el jueves, por la tarde, el sábado es un futuro posible, de manera que te permitís imaginar qué variedad degustarás, dónde, con quién. O con quién no.

Y así, con los sentidos en guardia, llega el viernes. Es el momento de ir a la bodega, caminar un rato, pasear con tranquilidad, casi desganadamente. Hasta que la ves.
No es alta, tampoco petisa. Tampoco es demasiado delgada, y tiene un cuello muy atractivo. Te llama la atención el exterior, pero se nota que lo valioso no está tan a la mano.
Y con gran decisión, la tomás y así comienza otro viaje, directo a la estación del sosiego, la paz, el disfrute.

Mañana es sábado.