Texto publicado por Tatiana Collante Romero
La búsqueda de la felicidad. haber Haver, opinemos todos a serca de la búsqueda de la felicidad. para cada uno de ustedes. Debajo de este asunto, les pondré mi opinión a serca de la búsqueda de la felicidad.
La Búsqueda de la felicidad
La Búsqueda de la felicidad… un tema complejo y delicado. Hay personas en este mundo que no creen simplemente en la felicidad como un estado de conciencia plena, sino que para éstas no existe tal estado, porque nunca sintieron el abrazo con mucho cariño, ni han vivido lo suficiente como para decir que son del todo felices. En ocasiones la felicidad no es precisamente algo que se busque, sí algo que se tiene en nuestros corazones. La felicidad es un camino, pero no un camino material, sino espiritual y muy personal que va transitando con las personas que nos rodean y que luchan a la par nuestra.
Ser feliz, es el rodearse de los seres queridos, el querer y apreciar lo que la vida nos ha ofrecido a lo largo del tiempo. La felicidad consiste también, en compartir día a día la experiencia divina, el sentirnos llenos del inmenso amor y cariño que viene del cielo, sentirnos protegidos por nuestro Señor. En pocas palabras, sentirnos bendecidos por el poder divino que nos mantiene vivos a cada uno de nosotros. Ser feliz consiste en muchos aspectos cotidianos que vivimos con nuestra familia, amigos y todas las personas que nos rodean y brindan su apoyo. Sin estos factores principales, no habría felicidad alguna.
Día a día pasamos por situaciones que nos hacen preguntarnos: “¿la felicidad se busca?”. ¿Es un objeto por el cual se lucha? ¿Es un objeto material?. ¿O solo es un sueño, un único momento en nuestras vidas que solo pasa y luego se retira?
En el interior de la mente humana preguntas como estas salen a relucir en cada acto que vamos realizando, con cada experiencia que vamos teniendo en diferentes momentos a lo largo de nuestra existencia. Normalmente sí, la felicidad se busca, se encamina a nuestro destino, pero quiero resaltar algo muy importante, a la felicidad no se la ve con lujos que uno pueda tener, sino como propia junto a todas las personas que caminan a nuestro lado.
Hay quienes en cambio ven a la felicidad como una meta a alcanzar, con todos los lujos materiales, como si sólo la alcanzáramos a través del dinero. Esta visión trae aparejada la pérdida de valores más simples, costumbres, creencias, lo que lleva inevitablemente a la pérdida de este hermoso estado de conciencia que es la felicidad, el motivo por el que día a día nos levantamos mirando hacia el norte. Hoy por hoy son muchos los que no se basan en la religión como se hacía en tiempos anteriores, no miramos con el ojo interno al mundo, no miramos con ojos de valor, de creencia, de querer aprender más del interior y lo hermoso de la vida. La vida, es materialista, se piensa en cosas que van de la mano del dinero, del éxito, de la lujuria. A mi parecer no hay felicidad solo con el poder, el lujo. La felicidad, es un camino que hay que transitarlo con las fuerzas de la vida, con las ganas de crecer; pero internamente, sin darle mucho sentido a lo superficial. Así la veremos reflejada en nuestras sonrisas, nuestros logros.
Es necesario aclarar que no siempre se es feliz, pero al menos se busca el serlo con cada pequeña cosa que vamos aportando a nuestros corazones, a nuestra mente, a nuestro ser.
Para finalizar le dejo un pensamiento que algunos lo tendrán en cuenta, otros no estarán de acuerdo con él, pero es ésta para mí la forma de ver y de sentir la incansable “Búsqueda de la felicidad”: con lo poco que se tiene, con lo poco que se logra, con cada granito de arena, aportemos a la felicidad. Busquemos día a día, un motivo por el cual seguir, no está a la vuelta de la esquina, nosotros tenemos que encontrarla.
Es algo complejo, muy difícil de lograr, pero ayudados por nuestros seres amados, lograremos encontrarnos cara a cara con la felicidad. No se es feliz por el dinero, por el poder, solo somos y seremos felices, viviendo esta vida, con amor y solidaridad. No pretendamos, alcanzarla así nomás, solo ella llegará, cuando menos se den cuenta, felices por siempre vivirán.
¡Agradezco siempre el haber nacido y estar viva, para experimentar la búsqueda de mi propia felicidad!
La Búsqueda de la felicidad
La Búsqueda de la felicidad… un tema complejo y delicado. Hay personas en este mundo que no creen simplemente en la felicidad como un estado de conciencia plena, sino que para éstas no existe tal estado, porque nunca sintieron el abrazo con mucho cariño, ni han vivido lo suficiente como para decir que son del todo felices. En ocasiones la felicidad no es precisamente algo que se busque, sí algo que se tiene en nuestros corazones. La felicidad es un camino, pero no un camino material, sino espiritual y muy personal que va transitando con las personas que nos rodean y que luchan a la par nuestra.
Ser feliz, es el rodearse de los seres queridos, el querer y apreciar lo que la vida nos ha ofrecido a lo largo del tiempo. La felicidad consiste también, en compartir día a día la experiencia divina, el sentirnos llenos del inmenso amor y cariño que viene del cielo, sentirnos protegidos por nuestro Señor. En pocas palabras, sentirnos bendecidos por el poder divino que nos mantiene vivos a cada uno de nosotros. Ser feliz consiste en muchos aspectos cotidianos que vivimos con nuestra familia, amigos y todas las personas que nos rodean y brindan su apoyo. Sin estos factores principales, no habría felicidad alguna.
Día a día pasamos por situaciones que nos hacen preguntarnos: “¿la felicidad se busca?”. ¿Es un objeto por el cual se lucha? ¿Es un objeto material?. ¿O solo es un sueño, un único momento en nuestras vidas que solo pasa y luego se retira?
En el interior de la mente humana preguntas como estas salen a relucir en cada acto que vamos realizando, con cada experiencia que vamos teniendo en diferentes momentos a lo largo de nuestra existencia. Normalmente sí, la felicidad se busca, se encamina a nuestro destino, pero quiero resaltar algo muy importante, a la felicidad no se la ve con lujos que uno pueda tener, sino como propia junto a todas las personas que caminan a nuestro lado.
Hay quienes en cambio ven a la felicidad como una meta a alcanzar, con todos los lujos materiales, como si sólo la alcanzáramos a través del dinero. Esta visión trae aparejada la pérdida de valores más simples, costumbres, creencias, lo que lleva inevitablemente a la pérdida de este hermoso estado de conciencia que es la felicidad, el motivo por el que día a día nos levantamos mirando hacia el norte. Hoy por hoy son muchos los que no se basan en la religión como se hacía en tiempos anteriores, no miramos con el ojo interno al mundo, no miramos con ojos de valor, de creencia, de querer aprender más del interior y lo hermoso de la vida. La vida, es materialista, se piensa en cosas que van de la mano del dinero, del éxito, de la lujuria. A mi parecer no hay felicidad solo con el poder, el lujo. La felicidad, es un camino que hay que transitarlo con las fuerzas de la vida, con las ganas de crecer; pero internamente, sin darle mucho sentido a lo superficial. Así la veremos reflejada en nuestras sonrisas, nuestros logros.
Es necesario aclarar que no siempre se es feliz, pero al menos se busca el serlo con cada pequeña cosa que vamos aportando a nuestros corazones, a nuestra mente, a nuestro ser.
Para finalizar le dejo un pensamiento que algunos lo tendrán en cuenta, otros no estarán de acuerdo con él, pero es ésta para mí la forma de ver y de sentir la incansable “Búsqueda de la felicidad”: con lo poco que se tiene, con lo poco que se logra, con cada granito de arena, aportemos a la felicidad. Busquemos día a día, un motivo por el cual seguir, no está a la vuelta de la esquina, nosotros tenemos que encontrarla.
Es algo complejo, muy difícil de lograr, pero ayudados por nuestros seres amados, lograremos encontrarnos cara a cara con la felicidad. No se es feliz por el dinero, por el poder, solo somos y seremos felices, viviendo esta vida, con amor y solidaridad. No pretendamos, alcanzarla así nomás, solo ella llegará, cuando menos se den cuenta, felices por siempre vivirán.
¡Agradezco siempre el haber nacido y estar viva, para experimentar la búsqueda de mi propia felicidad!