Texto publicado por Leandro Benítez

Depredadores.

El estudio de la evolución de la especies sobre este planeta nos ha hecho ver que en el pasado existieron grandes y terribles depredadores. Auténticas máquinas biológicas de supervivencia, altamente especializadas y fuertemente armadas con garras, miembros, dientes, colmillos, alas veloces o patas poderosas. Muchas de ellas siguen vivas. Otras desaparecieron.

De entre todos los animales que siguen vivos, el depredador más implacable de todos es el que ha venido en llamarse homo sapiens, o para ser más exacto, la subespecie de homon sapiens que inventó la agricultura totalitaria y dio lugar a la cultura actual que domina el mundo, a la que podríamos llamar "la cultura de los depredadores humanos". El dominio de los depredadores humanos sobre todas las demás especies, incluso sobre las demás culturas humanas, es total e indiscutible. El resultado está a la vista de todos: los depredadores humanos están ejerciendo un impacto letal sobre el mundo. Los lagos se están muriendo, los mares se están muriendo, los bosques se están muriendo, la propia tierra se está muriendo... por motivos atribuibles a nuestra actividad depredadora. Nada menos que ciento cuarenta especies desaparecen cada día debido a nuestra actividad.

Mucha gente de nuestra cultura piensa que esto es natural y están convencidos que así es la ley de la vida. Para ellos la "Ley de la Vida" es lo que ellos llaman la "Ley de la Selva" y que no es otra que "mata o muere". El capitalismo salvaje no es otra cosa que la aplicación política, económica y social de esta supuesta ley universal.

Sin embargo, los estudios más recientes del comportamiento de los animales salvajes en libertad han puesto en evidencia que esta llamada ley de la selva es sencillamente falsa. La "selva" se rige por un sistema de leyes mucho más inteligente que el simple "mata o muere". Los etólogos llaman a este sistema de leyes "Ley de la competencia limitada", cuyo enunciado podría ser así: "Puedes competir por la supervivencia usando tus habilidades al máximo. Lo que no puedes hacer es perseguir y destruir a tus competidores, ni destruir su alimento, ni negarle el acceso al mismo. Puedes competir pero no hacer la guerra a tus competidores".

La actual cultura de depredadores humanos que sufrimos es la única que ha roto el pacto universal de todas las especies vivas con esta ley. Los actuales depredadores humanos son los únicos que no sólo luchan por su propia supervivencia sino que destruyen a sus competidores por el placer de hacerlo, en el peor de los casos, o por inconsciencia.

En la base de esta guerra sin cuartel contra las demás especies vivas encontramos la utilización de una agricultura totalitaria, ese tipo de agricultura que nació hace diez mil años entre el Tigris y el Eufrates. Desde entonces, la cultura de depredadores humanos está en guerra con el resto de los seres vivos.

Pero antes de la utilización intensiva de este tipo de agricultura, los seres humanos (la Humanidad) vivió durante al menos tres millones de años sobre este planeta EN PAZ CON EL MUNDO. En paz quiere decir: "respetando la ley de la competencia limitada".

Cuando los depredadores humanos destruyan al resto de las especies, no les quedará mas que destruirse a sí mismos. Y eso es justamente lo que está sucediendo AHORA.

Dokushô Villalba