Texto publicado por Paris N. Salguero
Mujeres, no tengo palabras...
Hola a todas las hermosas mujeres de BW
Hoy en su día quiero compartir con ustedes un pensamiento, y mas que eso, lo que yo siento y pienso acerca de ustedes, lo que son para mí...
Antes de que sigan leyendo dejenme aclarar que lo que están a punto de escuchar intenta englobar todo lo que yo alguna vez, y sigo pensando acerca del género femenino...
Pues empecemos, permítanme decirles que agradezco eternamente a quien se le ocurrió ponerlas a nuestro lado. Es un genio!
Porque puede haber millones de hermosos atardeceres, muchísimas noches estrelladas, los más grandes e imponentes mares; pero no habrá jamás nada mas precioso, dulce y arrebatador que ver el perfecto cuerpo de una mujer acercarse a ti…
Es una sensación, al menos para mí, indescriptible. Todo mi cuerpo comienza a vibrar, mi corazón se acelera, mis sentidos se fortalecen, mi mente entra en un estado de tranquilidad como nunca había sentido, es casí como morir, me siento indestructible…
Para mí, ni todo el oro del mundo, ni las mas preciadas y brillantes joyas, o las mas valiosas piezas de arte, ni siquiera el más bello paisaje formado de manera perfecta frente a mi puede compararse, para nada, con la imagen de una mujer, su voz, su aroma, su tacto, su aliento, su latir, su calor…
Aun recuerdo la primera vez que puse mi atención en una mujer.
Fue cuando yo tenía 13 años, antes de eso la existencia de las mujeres me resultaba indiferente, incluso a veces inservible…
Y ahí, en ese momento de máxima arrogancia masculina, llegó ella.
No sabía bien que es lo que pasaba, ni porque tenía esa extraña sensación, como si algo estuviera a punto de pasar. Bastó solo con que ella pasara a mi lado y me rosara con su silueta para que todo ese poder masculino que mostraba mi atrevida pose cayera sin resistencia alguna hasta el piso…
Ese aroma, lo tengo bien grabado en mi mente, dulce, fresco, embriagante… Tan perfecto…
Su piel era clara, casi dejando ver sus venas, su cabello largo y lasio parecía tener vida propia y jugar entre sus hombros… Sus brillantes ojos grises que con su ternura hacían estremecer todo mi cuerpo, su aliento tan suave y calido,honestamente moría por respirarlo…
Llevaba puesta una blusa color blanco, que dejaba ver sus hombros y parte de su espalda, algo suelta. Un pantalón de mezclilla azul claro, algo ajustado y con una mariposa rosa sobre el muslo izquierdo a unos centímetros de su rodilla. Usaba tenis blancos con algunos adornos rosados y tines…
Alrededor de su cuello colgaba un pequeño dije con una j, que casi rosaba sus senos; en su muñeca derecha traía una dona para el cabello color rosa, de apariencia esponjada, y en su muñeca izquierda portaba una pulsera de piel, delgada y de color café. Por su apariencia pensé que era tejida…
Fue tal mi torpeza al quedármele viendo que sin darme cuenta ni siquiera de cómo fue que había pasado, tiré sin algún intento de evitarlo el telélefono móvil que sujetaba hasta hace un momento…
Aun después de escuchar el fuerte golpe de mi celular al caer, no hubo reacción en mi, hasta que con gracia y gesto burlón, ella regresó unos pasos hasta donde yo me encontraba y se agachó elegantemente a recoger mi móvil, y me lo entregó en mi mano…
De no ser porque dirigió sus palabras hacia mi, yo no hubiera respondido agradecido, sosteniendo los restos de mi celular hecho trizas…
Recuerdo también la primera vez que tuve el honor de tener a una mujer entre mis brazos, en ese momento íntimo que yo siempre he atesorado y protegido…
Espero ustedes no piensen mal de mi, o dejen de leer esta publicación, que de verdad y de la forma mas honesta les digo que no intento faltar al respeto…
Esa tarde, la misma chica de la que les hablé, pero ahora a la edad de los 17 años…
En un acto tan puro y lleno de mágia, me entregó su cuerpo, su amor…
No encuentro las palabras para expresar cuan importante y especial fue esta ocasión para mí, solo puedo decir que en ese acto, yo descubrí el origen del universo, sin salir de su habitación…
Me encontraba sentado en el diván que estaba en su cuarto, sin hacer más que verla estudiar… Con una blusa negra acompañada de una falda de piel color negra también, el cabello recogido y el mismo collar con el dige…
El gran ventanal de su habitación llenaba de luz su figura, podía ver brillar su piel…
Mi atención se vió corrompida por un suave y elegante movimiento al levantarse, ella me miró. Y con una sonrisa comenzó a caminar lentamente hacia mí…
Se colocó frente a mi, tapándome la vista y la luz del ventanal, y sin que yo lo previera, soltó su cabello… En ese momento su aroma me golpeó como estampida dejándome totalmente desarmado ante ella…
Mordió un poco su labio inferior y con gesto dulce arrojo sus zapatillas al otro lado del cuarto…
Para ese momento yo con un movimiento rápido ya me encontraba frente a ella… Entonces todo comenzó…
Solo diré que, ese día aprendí que no hay nada mas perfecto que el cuerpo de una mujer, adaptado para todo, para dar vida, para proteger, para ser fuerte…
Yo solo pude tratar y proteger esa figura perfecta que tenía entre mis brazos, cuidaba que mis caricias apenas rosaran su piel, estaba fascinado… No quería dañar ni la mas mínima parte de su cuerpo, mi toque era suave, calculado, ligero, lleno de respeto y admiración…
Nadie me quitará jamás ese momento…
Para mí, las mujeres son lo mas valioso y perfecto que hay sobre el universo… Que si son frágiles?
Jaja no eso no señor…
Son las únicas capaces de someter hasta el más fiero y arrogante hombre, y sin siquiera tocarlo, basta una de sus miradas, una de sus sonrisas, un roce de su aroma…
No hay ser más fuerte, tanto, que es capaz de dar vida… Y también de entregarla por quien ama…
Eso no lo puede hacer alguien frágil…
Simplemente son perfectas, son las únicas que pueden tener apariencia débil y tierna pero ser mas fuertes que el titanio, las únicas que hacen que cada amanecer valga la pena…
Las únicas por las que quiero vivir…
Y no me mal entiendan, pues en ningún momento pretendo hacer alarde de tener o querer más de una…
Con una vasta para llenar toda una vida de luz, de dicha…
Con esto solo pretendo decir que para mi son los seres más increíbles y maravillosos que pueden existir, a ustedes doy todo mi respeto y admiración…
A ustedes les doy las gracias por compartir su presencia con nosotros, espero seamos merecedores de ella en algún momento…
Por último solo quiero decirles, disfruten su día, y que no solo sea esté. Porque todos los días ustedes merecen el reconocimiento y admiración, por ser mujeres, por ser fuertes día con día a pesar de las tantas dificultades que se les presentan…
Me siento muy orgulloso de ustedes, es un gran honor compartir el mundo a su lado, felicidades…