Texto publicado por Tatiana Collante Romero

Hola gente cómo están= Aquí vengo con un interesante texto!

¿Quíén no ha peleado alguna vez con su pareja? Las discusiones en una relación sentimental no son del todo malas, pues en ella se expresan las desacuerdos y se pueden llegar a otras decisiones que beneficien a mabos. Además, decir el punto de vista sin faltarle el respeto al otro es sano. Claro está que si las riñas son tu estilo de vida, hay que reconocer que existe un problema.

Reglas que no debes olvidar

Recuerde los momentos en que no pelean

Es decir, por algo está con su pareja. Si se la pasaran peleando y odiándose mutuamente, no hay mucho que agregar; pero piensa en los planes juntos, en las cosas que le gustan de la otra persona, en lo mucho que se quieren. Busque soluciones

No te guardes el coraje

Muchos dicen que cuentes hasta diez, pero muchas veces esto provoca que el coraje se acumule más, y como muchas saben, no es bueno reprimir el enojo.

Si estás en una pelea, lo importante es que te tomes el tiempo necesario para formular tu argumento y expresarlo. Además, debes de escuchar la otra parte.No sirve de nada hablar y hablar si no escuchamos al otro.

No subas el volúmen

Quien primero pega el alarido lleva las de perder, porque empieza a descajetarse de su análisis racional y lógico en la discusión. Además será el primero en recibir el "No me grites" desestabilizador de discusiones, pues se cambiará el foco desde el asunto por el que se peleaba, al asunto de si es grito o no, y a partir de qué decible es alarido.

No huyas del problema

Si se avecina una discusión es mejor que la enfrentes a que corras lejos de ella. La negación no sirve, y lo único que provocarás será una discusión más grande.

Toma prioridad

No gastes tus fuerzas y tu tiempo en peleas que son provocadas a causa de tonterías o asuntos sin importancia. Habla y toma tu tiempo para dialogar en aquellas que tengan una revelancia mayor.

En las peleas de problemas "chiquitos" no te desgastes en ganar.

No cambies de tema

Escuche todo lo que la otra persona tenga que decir sin cambiarle de tema, y sin irse por las ramas. No intentes rebatir los argumentos mientras los están dando, aproveche ese tiempo para pensar.

El respeto ante todo

La falta de respeto puede darse cuando un cónyuge pasa del enojo a la ira, ya que una persona iracunda puede llegar hasta donde no se lo imagina, primero al insulto, luego a los golpes y, desafortunadamente, al homicidio o al suicidio. Por eso, antes de llegar siquiera a la falta de respeto, es necesario conocer el tipo de pleitos que se dan en la pareja a fin de evitarlos, para así no ir a lamentar hechos irremediables:

1.- Discusiones leves: estas se dan por diferencias de opinión debidas al ambiente en que fueron criados ambos cónyuges y por su muy personal educación.

2.- Discusiones acaloradas: Cada persona defiende su punto de vista tratando de i