Texto publicado por Félix Manuel
Mitología griega. Asclepio, hijo del dios Apolo y una mujer mortal.
Asclepio, el dios griego de la ciencia médica, fue fruto de la unión del dios Apolo y Coronis, hija del rey de Tesalia.
Cuenta la leyenda que Coronis, la madre de Asclepio, le fue infiel a su marido, Apolo. La hermana gemela de éste, Artemisa, furiosa, la asesinó por ello. Cuando el cuerpo sin vida de Coronis estaba en la pira funeraria, Apolo comenzó a sentir una inmensa lástima por el hijo nonato que se encontraba en el cuerpo de su difunta esposa. Sin pensarlo más, se lanzó hacia el cuerpo en llamas y arrancó al niño del vientre materno, salvándolo de una muerte segura. A continuación, Asclepio fue entregado al centauro Quirón, quien sería su tutor y maestro durante su vida.
Quirón era hijo de Cronos y la ninfa Filira, y su cuerpo era mitad humano y mitad caballo. Se dice que la causa de esto era que su padre se transformó en ese animal cuando estuvo con su madre. También se cuenta que cuando Filira vio que su hijo tenía esa forma tan monstruosa, pidió a los dioses que la ayudaran, y éstos lo hicieron convirtiéndola en un árbol, el Tilo. Era un maestro en el arte de la caza, ya que el mismo Apolo y su hermana Artemisa le enseñaron.
Quirón fue quien enseñó a Asclepio el arte de la medicina. Dicen que la misma Atenea le regaló al joven una poción mágica. Estaba hecha de la sangre de la Gorgona, y según se utilizara, podía quitar la vida o devolverla.
Pero un día Asclepio ofendió profundamente al dios del Olimpo, a Zeus. Hizo algo vergonzoso para el dios: cobrar por resucitar a los muertos y alterar el orden natural de las cosas. El castigo tomó forma de rayo, y acabó con la vida de Asclepio.
Aún así, Zeus se dio cuenta de que la obra de Asclepio había sido buena para los hombres. Decidió entonces darle al joven médico un lugar en el firmamento, entre las estrellas más brillantes. Lo convirtió en constelación, concretamente la constelación de Ofiuco, también conocida como la de la Serpiente.
Ese es el origen de la característica principal del simbolismo médico, una serpiente enroscada.