Texto publicado por SUEÑOS;
inteligencia del alma :
GOCE
El placer más noble es el júbilo de crecer y comprender. Leonardo da Vinci.
-¿Qué es la felicidad?-, preguntó inquisitivo Sigmund Freud a su
aventajado discípulo. Tal pregunta mantuvo diez años en plena reflexión
a Carl Jung. Finalmente, un día, éste entró con entusiasmo en la sala de
su viejo maestro y dijo, --¡Ya lo tengo!-- -¿Qué tienes?-- --preguntó
escéptico Freud frunciendo el entrecejo y agarrando su caliente pipa--.
--Felicidad. Ya sé qué es la Felicidad--. Y bien --¿qué es pues?-- Jung
respondió en voz firme: --Felicidad es consciencia de evolución--.
Darse cuenta de que uno está creciendo y comprendiendo. Darse cuenta de
que el hoy es más amplio que el ayer, aunque a veces no lo parezca.
Sentir y saber que el Universo es una formidable expansión, aunque a
veces uno sienta que su fluido se estanca. Expansión que produce un
júbilo, más allá de los opuestos, porque algo misterioso y chispeante,
dispuesto a expresarse desde una nueva claridad, posibilita la
renovación constante. ¡Cuántas vidas en una!
La palabra japonesa: "Kaisen" que significa crecimiento continuo e
ilimitado es una manera de nombrar el desarrollo como la forma más noble
de satisfacción para aquella refinada sociedad japonesa. A través de
Kaisen, se capta el despliegue sostenido de la semilla con vocación de
bosque. El despliegue de las gigantescas espirales galácticas que
derraman Novas y Supernovas al espacio estelar. El imparable desarrollo
del ADN desde el óvulo fecundado. Kaisen también es sentirse en una
expansión sostenida de consciencia hacia la Totalidad.
El crecimiento continuo de la persona en proceso de despertar, no es
extraño que posibilite experiencias espirituales que resuenan en los
niveles más hondos del Ser. Una vez vividas, la mente trata de poner
palabra y explicar tan extraordinario suceso con sabor a Totalidad. Se
trata de una vivencia de la que brotarán hologramas de comprensión que
están más allá del puro entender, y que a su vez, movilizan emociones
sublimes que no pueden tener las máquinas.
Un júbilo que, en sí mismo, nos supradimensiona porque sentimos que la
luz ha colonizado otra área más de nuestra profunda y oscura sombra.
Finalmente, uno llega a la conclusión de que cualquier tipo de
sufrimiento está señalando alguna forma de ignorancia.
Los amigos y amantes, a veces se preguntan, ¿"qué sentido tiene que
decidamos seguir siendo cómplices en nuestra relación de día a día"? Tal
vez, si la Voz contesta "porque crecemos y sabemos que crecemos, y al
crecer amamos", los amantes avanzan y fluyen. En realidad, una relación
de amor consciente es un cohete con vocación de infinitud que se dirige
hacia Atman, Totalidad Integral. ¿Qué mayor aventura que compartir el
impulso secreto hacia lo infinito?
¿Se puede hablar de placer y gozo ante algo tan etéreo como el darse
cuenta del propio crecimiento? Pareciere que la sensación de placer es
algo que tiene tan sólo que ver con la dimensión sensorial. Sin embargo,
¿dónde empieza y dónde termina lo físico? Dicen los neurofisiólogos más
vanguardistas que"Todo pensamiento torcido conlleva moléculas torcidas".
Algunos llaman a este fenómeno "proceso de somatización". Cuerpo y
mente, dos aspectos que forman la unidad psico-corporal. Una cosa es
diferenciar y otra separar. Nuestra mente es diferente a nuestro cuerpo,
pero ambos son uno. Cuando la mente comprende y se expande, el cuerpo no
se queda atrás y entra en revoluciones bioquímicas insólitas. En
realidad, el verdadero júbilo está simplemente en la consciencia de Ser.