Texto publicado por SUEÑOS;

inteligencia del alma:

INTUICIÓN

Dios no existe, ES. Doménico Douadi

En esta sociedad pragmática de ideas que "funcionan" y en la que,
todavía, corren brisas religiosas, hay jóvenes de cultura tecnológica
que se preguntan, ¿para qué sirve Dios?, ¿de qué sirve pensar que Dios
existe?, ¿en qué mejora nuestra vida el hecho de incorporar tal
creencia?, ¿para qué necesitamos "complicarnos" con la idea de algo
superior?, ¿no bastan las leyes para, además, incluir en la escena esa
realidad tan ambigua como abstracta?, ¿por qué mucha gente piensa en
Dios, tan sólo cuando sufre y no ve salida a sus problemas?, ¿acaso la
figura de Dios representa un culto para los débiles? Si no temiésemos a
la muerte, ¿habría nacido la idea de Dios en la mente humana?

A raíz de tales preguntas, uno piensa que la palabra Dios, todavía, es
asociada con la proyección de una patriarcal macro-figura de los cielos,
revestida y magnificada con los dones que sea capaz de concebir cada
cultura. Y quizá, tal figura de Dios tan sólo exista en la mente de cada
creyente, cosa que, aunque es importante y merece un respeto, es tan
cierta como lo pueda ser cualquier fantasía. Sin embargo, si conseguimos
recrear la palabra Dios y actualizar su significado como un Algo menos
antropomórfico, es decir, sin cabeza, brazos ni piernas, y comenzamos a
sentir intuitivamente dicha meta-realidad, tal vez abramos la puerta del
sentimiento de trascendencia hacia un Principio de Orden Superior. Si
decimos que "El Espíritu es anterior a este mundo pero no es distinto a
él, de la misma manera que el Océano es anterior a las olas, pero no
existe como algo separado de ellas", es posible que todavía algunas
personas lo interpreten como una "comedera de coco" que nada tiene que
ver con nuestro yo de cada día. Se trata de personas que al soportar el
peso de problemas básicos tienden a considerar lo dicho como un rizo
mental sobre la "humedad de las olas". Y aunque así fuese, ¿nos va a
resolver algo el hecho de pensar en una ambigua idea del Espíritu del
que la mayoría somos totalmente inconscientes?

El Espíritu es una realidad que nos trasciende como seres biológicos
desarrollados. Y esto nos permite acceder a una identidad que está más
allá del cuerpo físico "puro y duro", cuya existencia no depende de
dialécticas varias, sino que es una experiencia transracional que ha
sido plenamente consensuada por todos los pueblos que conforman la
historia de este planeta. Pero aún así, tal vez, alguien de corte
pragmático y con una mente todavía plana, pueda preguntarse: ¿Y de qué
sirve el Espíritu?

La pregunta de qué sirve se formula desde una parte de la mente
estrictamente utilitarista, y el ser humano es mucho más que un universo
de utilidades. Si no, ¿qué son las grandes elevaciones del alma que nos
suceden al contemplar la Belleza?, ¿y los sentimientos de maravilla y
arrobamiento que brotan ante sinfonías de geometría y grandeza?, ¿y el
júbilo de amor que surge ante el abrazo primordial?, ¿y la infinita
ternura que nace al contemplar la inocencia?, ¿y los miles de pequeños
milagros y sincronías que cada día tejen el camino del vivir?, ¿y la paz
profunda que aflora en los instantes mágicos en los que sacamos la
cabeza de la "caja"? ... tal vez indican que, tras la escena, hay algo
más que unos minutos de descanso mientras sigue la película anunciada.

Todos estos eventos y muchos más, suponen una experiencia íntima de
comunión con el Todo, revelándonos que, al parecer, no sólo somos un
neocortex más o menos complejo y desarrollado, sino que también somos
una Totalidad inefable nacida del Misterio que, acompañada de lágrimas
de júbilo o de serena neutralidad, desde hace milenios llamamos Espíritu.