Texto publicado por Miguel de Portugalete
Marien, asistente sexual de minusválidos
bueno, a raíz de un texto que he visto ayer en algunas listas de correo electrónico, se decía que una asociación japonesa, tenía una especie de terapeutas sexuales, que ayudaban a gente con problemas grabes de movilidad a masturvarse.
yo recordaba que en el diario el mundo, hacía tiempo, apareció un artículo de una persona que se dedicaba a ejercer la prostitución y no desdeñaba a los minusválidos. bueno aquí va el artículo que apareció en el año dosmil nueve, en el periódico el mundo, de españa.
Marien, asistente sexual de minusválidos España elmundo.es
Domingo 19/04/2009. Actualizado 18:25h.
CRÓNICA | Cuenta su historia por primera vez
Marien, asistente sexual de minusválidos
'Les doy todo el cariño que puedo. Están necesitados de afecto, son
especiales'
Las trabajadoras del sexo lo ven como 'un servicio social'
Martín Mucha (Crónica) | Actualizado domingo 19/04/2009 18:24 horasDisminuye
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Cruza la calle con andar de gacela. Su casi metro ochenta. Sus cuarentaitantos
años. Ella es Marien en su vida profesional y Montse cuando recupera su
auténtico yo [y viceversa]. Su cuerpo es su negocio. Cruza y nos invita a
visitar su refugio. Estamos en un pueblo de costa a 50 kilómetros de Vigo donde
ella está de vacaciones. Se ve el Atlántico y la montaña desde la ventana de su
apartamento. Ella es prostituta. Pero con una especialidad que la hace distinta.
Única. Marien atiende a discapacitados. "Hombres con síndrome de Down,
tetrapléjicos, quemados, gente que padece obesidad mórbida... Comencé hace 11
años...". En plena charla, las olas, la lluvia y el viento se cruzan formando un
sonido ambiental extraño, de distorsión natural. Es Jueves de Pasión y, por
momentos, el ruido se hace tenue. Permite escuchar mejor lo que dice Montse.
Comenta, como si fuera un confidente, los inicios de Marien. Ella encontró su
senda atendiendo a aquellos que ninguna otra prostituta quiere.
-¿Cómo se dio a conocer?
-Comencé a anunciarme en los periódicos de Cataluña cuando me hice escort
independiente. En los clasificados ponía desde un principio que atendía a
discapacitados. Me especialicé. Tengo clientes fijos, de años. Pero son
anónimos. No hago preguntas, aunque ellos suelen contarlo todo. Pelo azabache,
tornasol a pesar de lo grisáceo del día. Ondulado. Lleva una chaqueta marrón de
tela de traje y una minifalda a juego. Sus piernas lucen extensas y musculadas.
Ha trabajado mucho con ellas. En el gimnasio y en la vida. Los zapatos de tacón,
con tiras que rodean sus pies y sus tobillos, le recuerdan que vive una
permanente dualidad. "Es el icono fetiche de Marien". A pesar de estar cerca de
los 50, no tiene arrugas. No hay cicatrices de operaciones, así que esa lozanía
es suya. Natural. Sus manos son aún mas jovenes que su rostro. Dedos largos. Un
anillo con un cristal enorme. Uñas con manicura recien hecha. De ascendencia
gallega, nació en Cataluña. Ejerció de todo. Limpió escaleras a los seis años.
Cuidó ancianos... Se casó a los 17. Fracasó. Eligió un sendero diferente.
Su último servicio antes del encuentro con Crónica, un hombre [llamémosle Juan]
con esclerosis lateral amiotrófica, la terrible ELA. Pagó sin negociar. "No
acepto los regateos, simplemente cuelgo el teléfono". Son 200 euros la hora.
Juan, cuarentón, recibió de ella las primeras caricias de mujer adulta de su
vida. "Eso me dijo, no tenía por qué mentir". Marien, profesional, hizo su
trabajo. Le dio placer. El hombre había llegado a su piso de Barcelona -ciudad
donde ella trabaja y reside- apoyándose en las paredes del pasillo. Ella le
recibió con unas sandalias. Al verlo, recuerda, la comisura de sus labios se
quebró, pícara, hacía arriba. "Les doy todo el cariño que puedo. Ellos están
necesitados de afecto, son especiales".
Tabú
"Era agresivo y sus educadores decían que era por el sexo. Después de dejarle
jugar sobre mí, cambió".Esa peregrinación no es extraña. Es la única meretriz
especializada en España [no conoce a nadie más y en nuestra investigación no
hemos podido encontrar a ninguna otra]. Se pueden contar con los dedos los
clubes de alterne con instalaciones adaptadas. Una realidad que mezcla lo tabú y
lo silente. El sexo de los discapacitados [3,8 millones forman este colectivo en
el país]. La satisfacción de una necesidad biológica intensa. Completamente
instintiva, absolutamente vital.
España, donde la prostitución se encuentra en un estadio de alegalidad, es lugar
de éxodo de ingleses paralíticos, ciegos, amputados... Un documental de la BBC
-One life, For one night only- muestra la Costa Brava como su particular paraíso
del placer. Emitido hace un año y medio, en él, Asta Anthony Philpo [24 años,
sólo puede mover su cabeza y algo las manos] convoca a un parapléjico y a un
invidente a perder la virginidad en un local de sexo de pago en Girona. Su
odisea, iniciada en un barco que lo traía de Inglaterra, termina en una cama
redonda del Club Eclipse. Frank, el anfitrión, explica que desde entonces
reciben -sobre todo entre los meses de junio y julio- un considerable número de
estos nuevos turistas. "No todas las chicas se atreven. La mayoría tienen
reticencias. Lo hacen ocasionalmente", dice sin explicar más.
Marien, la pionera, sabe del tema. Ella comenzó a trabajar en nightclubs hace
dos décadas, cambió de nombre para su oficio cuando tenía 27 años. Estaba
separada. En la quiebra. Con hijos y padres que mantener. Comenzó a vender su
cuerpo a todos los públicos, en locales sin glamour. «Llegué a los 20 servicios
por día». Vio cómo las chicas despreciaban a hombres en sillas de ruedas, a los
cojos, a los que llevaban gafas con el ancho de la luna de un blindado. Marien,
no.
-¿Qué aprendió entonces?
-Son seres humanos que necesitan el mismo tipo de afecto. Parece una conclusión
fácil pero no es así. Entonces [y ahora] mis compañeras me decían: "¡Cómo
puedes!". No les explicaba porque no tenía mayor sentido. Descubrí también que
no son tan frágiles . Tienen problemas, necesitan ayuda para determinados
momentos, pero poseen una capacidad para superar inconvenientes... Cuando
ofrecía auxilio sólo conseguía enfadarlos. Son orgullosos en el buen sentido,
porque quieren la menor cantidad de ayuda posible. Saben lo que ellos pueden
hacer y lo que no. Lo que necesitan lo piden.
El dinero que ha ganado le permite vivir cómodamente. Ya ha pagado sus dos
pisos. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Pronto comenzará su doctorado. Se ha convertido en un mito erótico en los foros
de Internet. Escribe un blog de referencia [En una imagen se lee: I'm not a
bitch, i'm the bitch and to you i'm Mrs Bitch. / No soy una puta, soy la puta y
para tí una Sra. Puta].
Sus propias colegas la recomiendan. Le piden consejo. Si se retira, no deja
escuela. Todavía...
"Se debe tener paciencia con un hombre que tiene el 80% de su cuerpo con
quemaduras. Acariciar esa piel es una experiencia distinta, para él y para mí"De
película
El debate sobre este asunto es cada vez más intenso. En los cantones suizos de
habla alemana los asistentes sexuales ejercen libremente desde hace seis años.
"Al principio no fue fácil", reconoce Lorenzo Fumagalli, un fisioterapeuta que
se informó sobre estas prácticas leyendo el periódico. "Me acuerdo que la
noticia provocó reacciones muy violentas", cuenta Fumagalli, quien se desplaza
por todo el país ofreciendo sus servicios. La demanda es muy diversa. Explica el
caso de un hombre con una grave discapacidad física y mental. "Era agresivo y
sus educadores decían que era por el sexo. Después de dejarle jugar sobre mí,
cambió".
Catherine Agthe-Diserens, presidenta de la Asociación Sexualidad y
Discapacidades Plurales, se lanzó hace un año en la formación de acompañantes
eróticos. Lo primero que enseña es a distinguir entre los distintos tipos de
discapacidad.
-¿Qué los hace distintos?
-Un joven en una silla de ruedas, por ejemplo, puede manifestar claramente sus
deseos. En cambio, alguien con discapacidad mental no podrá comunicarse de la
misma manera. Una tetrapléjica querrá sentir la piel de un hombre. Un muchacho
autista deseará ver el torso desnudo de una mujer. Un espástico [experimenta
contracciones involuntarias de los músculos esqueléticos] necesitará ayuda para
masturbarse. Una chica con miopatía soñará con masajes placenteros...
-¿La demanda más frecuente?-Recibimos solicitudes muy diferentes. Para darle un
ejemplo tuvimos en Ginebra una mujer que sufría una enfermedad física
degenerativa incurable y su último deseo era sentir el contacto de un hombre
desnudo contra su piel. "No quiero que me haga nada. Pero antes de morir
necesito que un desconocido me abrace", eso nos dijo.
En otros casos se trata de parejas que sufren de parálisis motriz cerebral y
piden ayuda a un asistente sexual para que los ponga juntos sobre la cama, los
ayude a desnudarse y acerque sus cuerpos. El asistente ha de ayudar al hombre a
meter su pene en la vagina de su mujer, porque no puede. Se han dado casos en
los que los discapacitados tienen deseos sexuales y llegan a pedir al personal
que trabaja en los hospitales caricias y masajes que ellos no pueden prestar.
Incluso en casos extremos hay quienes no pueden hablar y comunican su ansiedad
escribiendo en la pantalla del ordenador o utilizando una quebrada voz digital.
...En un café con arañas de cristal y sillones rococó Marien cuenta que ha
vivido situaciones similares o más dramáticas. Es consciente de que demasiadas
veces es la primera pareja de estos clientes especiales. "Se debe tener
paciencia con un hombre que tiene el 80% de su cuerpo con quemaduras. Acariciar
esa piel es una experiencia distinta, para él y para mí". O con un amputado, sin
piernas. Es ver sus cicatrices sin sentir compasión. Es acariciarlas y -al ver
que su cuerpo termina donde no debería- no estremecerte... O enfrentarse a un
cuerpo inmóvil que mira y no habla. "Pero desea como usted o como yo".
-¿O más?
-En algunos casos poseen tanto dentro que para alcanzar el orgasmo les basta con
una caricia. Un masaje. El contacto. Muchos no tienen erecciones y aprenden
conmigo que no todo es lo genital. Que lo establecido no es lo único. Es
necesario hasta saber contestarles las llamadas. Dicen cosas como: «Tengo
parálisis cerebral. Por favor no cuelgues. No estoy borracho». Voy a sus casas.
Aún me sorprendo.
Cada caso es especial, pero suele repasar sus cuerpos con su boca. Comienza por
la frente. Sigue por las cejas. Las orejas. El orden de los besos los redibuja.
Y los vuelve a hacer sentir completos. Tras sus servicios suele recibir ramos de
flores. Con notas que repiten siempre una palabra. "Gracias".
Hay un empresario enano que se cita con ella. Cenan juntos. Lo que más le gusta
es caminar a su lado y percibir el contraste. La disparidad. Hay los que pueden
pagar su compañía por un fin de semana. Son 2.000 euros [sin incluir el
transporte y las comidas]. Ha viajado por toda España por esos servicios. Las
casas de esas personas son como un hospital de lujo. Camas adaptadas, pasillos
anchos, inodoros especiales... A veces ella sólo se sienta a su lado y les
escucha.
-Suena a guión de un filme...
-Viajan, viven y, a pesar de todo, como no tienen dificultades económicas,
pueden disfrutar del sexo cuando quieren. Ese mundo existe y alcanzan la casi
plenitud -dice. Se distrae mirando un muro de piedra donde las olas rompen... En
Dinamarca, Torben Vegne, que padece espasticidad, denunció en 2005 al
Ayuntamiento de Aarhus, segunda ciudad del país, por no subvencionar las visitas
de señoritas de compañía a su domicilio. Los jueces fallaron en su contra, pero
la sentencia no zanjó la polémica. Allí, las trabajadoras del sexo que tratan
con minusválidos consideran que prestan "un servicio social". Una de ellas es
Lilje Deluxe, la prostituta más famosa del país por su infatigable defensa del
oficio ante quienes pretenden prohibirlo: "Tengo un montón de clientes
discapacitados. Cuando estoy con ellos sé que ayudo a un ser humano". Montse
siente lo mismo.
Viagra gratis
. Juan José Borrás, director de Discasex.com, el foro más importante de atención
sexológica al discapacitado [apoyado por la Generalitat Valenciana], cree que el
"temor al rechazo" -por el entorno social- es uno de los principales
inconvenientes para que disfruten de una vida en pareja plena. "Decimos que
llevan una silla en la cabeza"... Gracias a su iniciativa, se creó un programa
en Valencia que financia el 100% de los gastos en Viagra, Cialis y otros
tratamientos de disfunción eréctil. Una idea pionera -y prácticamente
desconocida- que ha permitido que se emitan más de 2.000 recetas desde julio de
2006 a personas con lesiones medulares en la zona que incluye también a enfermos
de espina bífida, esclerosis múltiple y lateral amiotrófica [con ello cumplen
una prerrogativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señala que
toda persona tiene derecho a una sexualidad libre y respetada].
-¿Qué opinan de las asistentes sexuales para discapacitados?
--Desde el punto de vista científico, no podemos objetar nada. Aunque soy
consciente de sus consecuencias, de las limitaciones morales. Es una decisión
personal y familiar. Recordemos que en muchos casos, son los allegados quienes
tendrán que llevarlos.
¿Y los que padecen síndrome de Down? Tienen los mismos dilemas. Hace unas
semanas, Lucy Baxter protagonizó una singular petición pública en Inglaterra.
Ayúdenme -venía a decir- a que mi hijo de 21 años pierda la virginidad. Otto
nació con un gen de más en el cromosoma 21. "Quiero que viva una sexualidad
plena y no quiero recurrir a una prostituta", clamaba la madre. Aunque no lo
descartaba si su convocatoria fracasa. Termina la charla con Montse. Besos de
adiós. En pleno Jueves de Pasión, toma rumbo de la iglesia. Aún queda una
pregunta. Su respuesta la lanza como un flash. Como preludio cuenta que cuidó
enfermos y ancianos antes de ser prostituta. Cambiaba pañales enormes. Limpió
vómitos. Sin náusea. Percibió el afecto que necesitaban.
-¿Algo de amor da Marien?
-Algo. Algo.