Texto publicado por Javier

ejercicios para la recuperación del músculo supraespinoso

EJERCICIOS PARA LA RECUPERACIÓN DEL SUPRAESPINOSO

El músculo supraespinoso ayuda a abducir el brazo.
Cualquier fricción entre el tendón y el acromion normalmente es reducido por la bursa subacromial (situada entre el tendón supraespinoso y el acromion). A veces con el uso y desgaste, la tendinitis del supraespinoso se asocia con la inflamación de la bursa subacromial dando lugar a una bursitis. Incluso puede haber alguna rotura parcial y a veces completa del tendón.

Los procesos que caracterizan un síndrome de pinzamiento subacromial afectan generalmente otros estructuras, además del tendón del supraespinoso.

Síntomas:

- Dolor en la cara anteromedial del hombro que irradia al cuello y parte superior de la espalda llegando hasta el codo en muchas ocasiones.

- Dolor al separar el brazo del cuerpo lateralmente.

- Cuando queremos subir el brazo por encima de la cabeza la resistencia a este movimiento provocara dolor en tendinopatías con mucha afectación de la estructura interna del tendón. Aún sin una resistencia externa provocará dolor y limitación.

- Limitación funcional y disminución en la fuerza en las actividades de la vida diaria.

- Dolor al apoyar el tendón lesionado, por ejemplo al dormir sobre ese lado.

- Dolor Nocturno.

Causas:

Las causas de la tendinitis del supraespinoso pueden dividirse en factores extrínsecos e intrínsecos. Los factores extrínsecos se desglosan en pinzamiento primario, que es el resultado de la carga subacromial aumentada, y el pinzamiento secundario, que es el resultado de la sobrecarga y el desequilibrio muscular del manguito de los rotadores. En los atletas cuyos deportes estresantes implica movimientos repetitivos sobre la cabeza, se pueden encontrar una combinación de causas.

La tendinitis del supraespinoso también es conocida como síndrome del arco doloroso. La Tendinitis y las roturas parciales en el tendón supraespinoso causas un 'arco doloroso', llamado así porque se siente dolor al separar el brazo del cuerpo en un arco de 60º-120º debido a que en ese tramo el tendón roza con el acromion. Puede haber otras causas de un arco doloroso. La artritis de la acromio-clavicular articulación también puede causar dolor, pero que es típicamente en la final de la arco, cuando el brazo está casi vertical.

Tratamiento:

El tratamiento consiste como en el resto de tendinitis o tendinosis en la aplicación de medidas antiinflamatorias (hielo, tratamiento farmacológico...), reposo relativo, y tratamiento físico (cyriax, masaje, electroterapia, etc...) así como ejercicios de fortalecimiento de la musculatura que compone el manguito rotados. Estos tratamientos no son siempre efectivos y suele prolongarse mucho en el tiempo.

Ejercicios Domiciliarios:

Es imprenscindible la educación del paciente ya que esta puede mejorar el resultado, se le educa sobre la evitación de las actividades de provocación, la patología y artrocinemática adecuada hombro. La educación también hace hincapié en las técnicas apropiadas de calentamiento, las técnicas específicas para potenciar, y las señales precoces de pinzamiento. Se debe realizar un programa adecuado de ejercicios físicos en casa se para prevenir la recurrencia de los síntomas, se muestra a continuación:

Ejercicios de calentamiento

Flexione el cuerpo desde la cintura hasta que el tronco se encuentre paralelo al suelo. Deje que el brazo doloroso cuelgue como un péndulo enfrente de usted y balancéelo lenta y suavemente en pequeños círculos (Figura 2). A medida que el músculo se caliente, haga los círculos cada vez más grandes. Practíquelo durante un minuto.

Ejercicios de estiramiento

1. Coloque la mano del brazo doloroso sobre el hombro opuesto. Con la otra mano tome el codo desde abajo y empújelo hacia arriba con suavidad hasta donde sea posible sin que esto le produzca dolor (Figura 3). Mantenga esa posición durante unos segundos y luego lleve el brazo con suavidad hasta la posición inicial. Repítalo 10-15 veces.

2. Colóquese de pie con el hombro doloroso a unos 60-90 cm. de la pared. Extienda el brazo, coloque la yema de los dedos sobre la pared y súbalos suavemente hasta donde sea posible (Figura 4). A continuación, acérquese a la pared y vea si puede subir los dedos un poco más. El objetivo es alcanzar el punto en donde el brazo se encuentre extendido hacia arriba contra la pared. Cuando usted haya llegado lo más alto posible, mantenga esa posición durante unos cuantos segundos y luego baje los dedos por la pared. Repítalo 5-10 veces.

3. Manténgase erguido y coloque el dorso de la mano del lado afectado sobre su espalda. Con la otra mano, lance el extremo de una toalla de baño sobre el hombro sano y tómelo con la mano que se encuentra atrás de la espalda. Jale con suavidad la toalla con la mano sana, elevando el brazo doloroso (Figura 5). No jale la toalla con violencia, hágalo hasta donde sea posible sin que la maniobra le produzca dolor. Mantenga esa posición durante unos cuantos segundos y vuelva lentamente a la posición inicial. Repítalo 10-15 veces.

4. Coloque la mano del brazo doloroso atrás de su cintura. Con la palma dirigida hacia la espalda, trate de levantar la mano sobre su espalda hasta donde sea posible, como si los dedos caminaran hacia arriba por la columna vertebral (Figura 6). Mantenga esa posición durante unos segundos y luego permita que la mano se deslice hacia la cintura. Repítalo 5-10 veces.

5. Sitúese con la espalda apoyada en la pared. Con las palmas frente a frente, entrelace los dedos y coloque las manos en la nuca. Trate de mover los codos hacia atrás hasta que toquen la pared (Figura 7). Manténgalos ahí durante unos segundos y luego muévalos hacia delante. Repítalo 10-15 veces.

Ejercicios de fortalecimiento

Necesitará unas pesas de 0.5 - 2.5 Kg. para ejecutar estos ejercicios; las latas de alimentos son útiles, pero es más fácil sostener las pesas de gimnasia.

1. Acuéstese sobre su espalda con el codo junto al costado y flexionado a 90 grados, de manera que el antebrazo se dirija hacia fuera. Levante lentamente la mano que sostiene la pesa, hasta que ésta apunte hacia el techo; luego regrese a la posición inicial (Figura Repítalo 10 veces. A medida que el hombro se fortalezca, repítalo hasta 20 veces.

2. Acuéstese sobre su costado y mantenga el codo cerca del cuerpo y flexionado a 90 grados, como en el ejercicio 1. Levante lentamente la mano que sostiene la pesa, hasta que ésta apunte hacia el techo; luego bájela (Figura 9). Repítalo 10 veces, hasta llegar a 20 veces a medida que el hombro se fortalezca.

3. En posición de pie o sentado, sostenga las pesas en ambas manos y gire las manos hasta que los pulgares apunten hacia el piso. Extienda los brazos unos 30 grados hacia delante, levántelos suavemente hasta que se encuentren un poco abajo del nivel del hombro y luego bájelos (Figura 10). (No los eleve por arriba del nivel del hombro porque esto puede perjudicar a los músculos y a los tendones por esfuerzo excesivo). Repítalo 10 veces y aumente el número de repeticiones en forma gradual hasta llegar a 20.

Retorno al juego o al trabajo:

El retorno a las actividades laborales o deportivas se restringe hasta que se restablece el rango completo de movimiento sin dolor tanto el relacionado con el descanso como con la actividad, y los signos de provocación de compresión son negativos. La evaluación isocinética de la fuerza debe ser del 90% en comparación con el lado contralateral. La reanudación de actividades se completa poco a poco, primero durante el entrenamiento, para desarrollar resistencia, trabajar en la modificación de técnica/mecanismos, y simular una situación de juego. Los pacientes deben estar libres de síntomas. Para prevenir la recurrencia, el paciente debe continuar con ejercicios de flexibilidad y de fortalecimiento después de regresar a las actividades deportivas.

(Fuente: Carlos Casas Requejo, fisioterapeuta)