Texto publicado por Rody Armando Mora
Cómo cuidar el hígado
Cómo cuidar el hígado
Evitar los factores de riesgo de contraer el virus de la hepatitis C y B es
clave en la prevención de enfermedades hepáticas, como la cirrosis o el cáncer
Autor: Por CLARA BASSIFecha de publicación: 5 de julio de 2013
- Imagen: colros -Cerca de 500 millones de personas están infectadas por una
hepatitis vírica crónica en todo el mundo, y en torno a un millón de ellas muere
cada año por fallo o cáncer hepático. Muchas de esas muertes se evitarían con
medidas preventivas para cuidar este órgano y la función que desempeña. En este
artículo se explica que el cuidado del hígado se basa en seguir una dieta
saludable, evitar el alcohol y prevenir la infección de alguna de las hepatitis
virales, es decir, la B o la C.
El hígado es el órgano del aparato digestivo responsable de detoxificar o
eliminar toxinas nocivas que llegan al organismo a través de la comida, la
bebida, los fármacos y otras sustancias que puedan entrar en el cuerpo por el
sistema digestivo. Un abuso de ciertos alimentos, de alcohol, medicamentos u
otras sustancias pueden dañarlo. Entonces, ¿qué hay que hacer para prevenir el
daño hepático?
Cuidar el hígado El cuidado del hígado se fundamenta en tres pilares: evitar el
consumo excesivo de alcohol y el sobrepeso u obesidad, así como los factores de
riesgo que puedan derivar en contraer una infección viral, ha explicado Rafael
Esteban Mur, miembro del grupo de enfermedades hepáticas del Vall d'Hebron
Institut de Recerca (VHIR) y jefe del Servicio de Medicina Interna y Hepatología
del Hospital Universitario Vall d'Hebron, a raíz del reciente simposio
internacional sobre el control o erradicación de las hepatitis virales B y C,
celebrado en Barcelona y organizado por el VHIR, la Fundación Ramón Areces, la
Sociedad Española de Virología y el CIBERehd, importantes redes dedicadas a la
investigación en este ámbito.
Para proteger el hígado, el consumo de alcohol no debe exceder de los 70 gramos
diarios, el equivalente a 3/4 de litro de vino en el varón, ni los 30 gramos
diarios (350 cm3) de vino, en el caso de la mujer, según ha informado Mur.
El 70% de las afecciones de hígado graves, como la cirrosis o el cáncer, se
deben al VHC El sobrepeso u obesidad constituye otro gran factor de riesgo y
sobre el que los hepatólogos ponen el acento en los últimos años, puesto que el
exceso de peso puede conducir al desarrollo de la denominada esteatohepatitis no
alcohólica (NASH). Esta enfermedad consiste en la acumulación de grasa visceral
alrededor del hígado y ocurre cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad. "La
NASH es un problema que aumenta en todo el mundo debido a la excesiva ingesta de
grasas. Este es un problema que nos preocupa de manera especial, relacionado con
el aumento de la dieta de tipo fast food, un modelo al que cada vez se apuntan
más españoles. Por ello, hay que disminuir el consumo de bollería industrial, de
carnes rojas y de grasas animales y, en su lugar, seguir un estilo de dieta
mediterránea, basada en el consumo de frutas, verduras, legumbres, pescados y
aceite de oliva, es decir, una dieta sana", recuerda Esteban Mur.
Impacto de las hepatitis B y C En todo el mundo, hay 150 millones de personas
que padecen la infección crónica del virus de la hepatitis C (VHC); cada año se
registran entre tres y cuatro millones de nuevos casos de infecciones; y,
anualmente, mueren 350.000 enfermos por causas hepáticas relacionadas con este
virus, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, como apuntan los datos difundidos por el VHIR y otras instituciones
coorganizadoras del reciente simposio internacional, se calcula que un tercio de
la población mundial está infectada por el virus de la hepatitis B (VHB); 150
millones de personas tienen la infección crónica; y el 30% de estas padece
infecciones activas que pueden conducir a cirrosis y/o a cáncer.
El 70% de las afecciones del hígado graves, como la cirrosis o el cáncer, se
debe al VHC. Alrededor del 15% de los casos son consecuencia del alcohol; el
10%, de la obesidad; y el 10%, del virus de la hepatitis B, según información de
Mur. De ahí la importancia de intentar erradicar del organismo los virus que
causan hepatitis, a fin de evitar futuras enfermedades graves.
Evitar los factores de riesgo de las hepatitis
Evitar los factores de riesgo del virus de la hepatitis C o B es otra de las
claves de la prevención de las enfermedades hepáticas que pueden ser graves e,
incluso, conducir a la muerte. La hepatitis C se transmite a través de la sangre
de un infectado, mientras que la hepatitis B se contrae por vía sanguínea y
sexual.
Para eludir estos contagios, es fundamental no someterse a pinchazos con
material no estéril, no compartir objetos punzocortantes (como jeringuillas,
cuchillas de afeitar, etc.) y, en caso de hacerse tatuajes o piercings,
cerciorarse de que se efectúen con material estéril y en un lugar con
condiciones higiénico-sanitarias adecuadas.
Además, para evitar los contagios por el VHB, las personas que mantengan
relaciones sexuales fuera de su pareja habitual, sobre todo en viajes a destinos
exóticos, deben utilizar siempre el preservativo. La vacuna de la hepatitis B
está recomendada para viajeros que vayan a esos lugares y que tengan intención
de realizar actividades que entrañen riesgo durante su estancia en la zona, como
afirma Esteban Mur.